Los prefectos ganan una batalla política en la Asamblea

MASIVA. Al menos unas 10 cuadras abarcó la marcha en su trayecto hacia la Asamblea y la Plaza Grande.
MASIVA. Al menos unas 10 cuadras abarcó la marcha en su trayecto hacia la Asamblea y la Plaza Grande.

La reforma que propone que sean elegidos solo por votos rurales podría ser dada de baja esta misma semana.

La plaza exterior de la Asamblea estaba repleta y los policías hacían un cerco para que nadie pasara. De pronto, un hombre lanzó el grito: “¡Fuera Serrano!”. Apuradísima, una de las organizadoras de la marcha regresó a ver y gritó más fuerte: “¡No! No estamos pidiendo eso”.

Adentro estaba Serrano. José Serrano, el presidente de la Asamblea. Recibía a una delegación de los prefectos que ayer marcharon en Quito, encabezada por el de Pichincha, Gustavo Baroja. Le estaban entregando un manifiesto en el que los 23 consejos provinciales rechazan la reforma al artículo 154 del Código de la Democracia, impulsada por las juntas parroquiales y que busca que los prefectos sean elegidos exclusivamente por los votos de las zonas rurales.

Minutos después, salió Serrano. No fue un momento cómodo para él. Los asistentes pifiaron, gritaron que “archive esa propuesta indecente” y que “no pasará, con el pueblo se topará”. Nada era gratis. Se lo decían porque él es uno de los ponentes de ese proyecto que tanto les ha molestado. Serrano, en medio de su intervención, tuvo que responder: “Lamento los silbidos, porque esa no es la manera”. Lucía tenso, nervioso.

Luego ratificó sus dos propuestas: que el Consejo de Administración Legislativa (CAL) tratará esta misma semana la reconsideración del proyecto y que se conformarán cinco comisiones conjuntas con prefecturas, municipios y juntas parroquiales para analizar, en máximo 120 días, la situación normativa para los distintos niveles de gobierno.

“Aceptamos la propuesta”, dijo Baroja al micrófono. Claro, esto era una victoria para las prefecturas, significaba que, en la práctica, esta misma semana la propuesta podría quedar descartada. “Muchas gracias, compañero Presidente de la Asamblea”, insistió el prefecto Baroja, que es de su mismo partido, Alianza PAIS. Y Serrano asintió despacio, con una leve sonrisa.

23
prefecturas estuvieron representadas en la marcha de ayer. Habrá que ver si con esto se apagó un incendio que estaba empezando. Porque el discurso de Baroja fue enérgico, le hablaba directo a Serrano: “Aquí están los funcionarios de los consejos provinciales, las juntas parroquiales que no fueron consultadas, los organismos barriales urbano marginales, comunales. Para decir que rechazamos esta propuesta por inconstitucional, porque afecta la institucionalidad, los derechos fundamentales. No vamos a volver a la Colonia”.

Además, aprovechó para lanzar algunas muy a tono con la coyuntura política nacional: “El país necesita unidad y transparencia, lucha contra la corrupción. Con un solo puño”.

Respuesta masiva

Lo que pasaba en la Asamblea era el colofón de una multitudinaria marcha que inició en el parque El Arbolito, a cuatro cuadras de distancia. Desde las 08:00, delegaciones de las provincias se congregaron en los alrededores. Los esmeraldeños con su marimba, los manabitas con sus banderas, los pichinchanos con trajes típicos. Hubo música, vendedores ambulantes, cierre de vías, tráfico, articulados de la Ecovía que se vieron atrapados por la cantidad de gente, usuarios de la Ecovía que tuvieron que bajarse y caminar.

120
días de plazo puso Serrano para tratar las normativas sobre las competencias. Hacia las 11:00, cuando se dirigían hacia la Presidencia de la República, la marcha abarcaba por lo menos unas 10 cuadras. Los policías que custodiaban la seguridad calcularon que asistieron unas 7.000 personas.

En la cabeza de la marcha, casi tomados del brazo estaban Baroja, uno de los dirigentes de PAIS, y el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, quien en las pasadas elecciones apoyó a Guillermo Lasso. Un poco más allá estaban la prefecta de Orellana, Guadalupe Llori, de Pachakutik; y la de Esmeraldas, Lucía Sosa, de Unidad Popular. Todos llevaban un argumento que repetían mucho: “No al separatismo”, en alusión a la propuesta de las juntas parroquiales.

¿Riesgos?

En criterio de los prefectos, la propuesta, como está planteada, prohíbe a los habitantes de las ciudades a votar por sus prefectos y divide a las provincias entre urbanos y rurales, entre ‘ciudadanos de primera’ y ‘de segunda’.

Además, creen que podría reducir a la tercera parte los presupuestos de los consejos provinciales, porque las asignaciones se dan de acuerdo con los territorios a los que sirven. Eso, argumentaron, provocaría despidos masivos en esas instituciones.

Luego de casi media hora de discursos, Serrano entró a la Asamblea y los prefectos se fueron, felices rumbo a Carondelet. Repletaron también la Plaza Grande. Ahí entregaron el manifiesto al presidente, Lenín Moreno, quien, pese a que aclaró que la reforma es una competencia de la Asamblea, cerró la jornada con esta frase: “No se puede dividir al país entre lo urbano y lo rural. (ASC)

Juntas parroquiales anuncian cierres viales

Por la tarde, horas después de la marcha, el presidente del Consejo de Gobiernos Parroquiales, Bolívar Armijos, rechazó la promesa hecha a los prefectos y anunció que ellos alistan su respuesta: una paralización de todas las carreteras del país.

“Si los prefectos, después de que la propuesta fue analizada por el CAL, hacen esta presión política, nosotros también vamos a luchar”, señaló, sin especificar fechas.

Negó que se esté pidiendo reducción presupuestaria o que se les quiten competencias a los consejos provinciales, por lo que no ve riesgos de despidos. “Ellos mismos reconocen que hace falta inversión en el sector rural y eso porque ellos han hecho poco por los campesinos. Por eso tienen miedo de ser elegidos por sus votos”, acotó.