Ecuador: Redescubren sapo andino del Carchi que se creía extinto

ANFIBIO. Sapo andino del Carchi encontrado en la Reserva Orquideológica Drácula, Carchi-Ecuador. (Foto: Gabriela Bittencourt, archivo USFQ)
ANFIBIO. Sapo andino del Carchi encontrado en la Reserva Orquideológica Drácula, Carchi-Ecuador. (Foto: Gabriela Bittencourt, archivo USFQ)

Científicos ecuatorianos y británicos lo encontraron en la Reserva Orquideológica Drácula, Carchi.

En julio de 2017 se volvió a reencontrar al Sapo Andino del Carchi (Rhaebo colomai), especie que se la creía extinta, porque no se había tenido registros durante más de 30 años en territorio ecuatoriano, mientras que en Colombia se halló una población de la especie en 2005. Esta información se la dio a conocer ayer de manera oficial.

En una expedición, científicos del Laboratorio de Zoología Terrestre de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), el Museo de Historia Natural de Londres y el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) encontraron una pequeña población en la Reserva Orquideológica Drácula, Carchi.

“Hallamos a estos sapitos cerca de arroyos de agua cristalina con frondosa vegetación circundante. Cuando vimos el primer individuo supimos inmediatamente que estábamos frente a una especie que se pensaba extinta”, dijo Carolina Reyes-Puig, profesora e investigadora de la USFQ.

Área de conservación

EL DATO
El sapo andino del Carchi está clasificado como una especie en Peligro Crítico de Extinción y Posiblemente Extinta en la Lista Roja de Especies Amenazadas.La Reserva Drácula, manejada por la Fundación Ecominga, es la única área protegida en Ecuador que podría mantener poblaciones de esta amenazada especie y de otra biodiversidad rara y amenazada, como orquídeas y osos andinos, manifiesta un comunicado de prensa de la USFQ.

Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de UICN, el sapo andino del Carchi estaba posiblemente extinto en el país por la grave destrucción y fragmentación de los bosques nativos donde habita.

“Este descubrimiento es un mensaje increíble de esperanza, puesto que algunas especies persisten incluso ante las crecientes amenazas a su supervivencia y confirma nuestro mandato de proteger sus hábitats y planificar su conservación a largo plazo”, indicó Jennifer Luedtke, Coordinadora Global de la Lista Roja de Especies Amenazadas de Anfibios de la UICN.

Continuarán las investigaciones

Los siguientes pasos luego del redescubrimiento incluyen el desarrollo de monitoreos para mejorar el conocimiento sobre el estado de las poblaciones del sapo andino del Carchi en la Reserva Drácula y la búsqueda de otras poblaciones que quizás sobrevivan en pequeños parches de bosques en áreas circundantes.

Este ejemplar pertenece a la familia Bufonidae, grupo donde se incluyen a todos los sapos verdaderos, indica la información de la USFQ. Fue descubierto para la ciencia en 1984 en las cabeceras del Río Baboso y en Chical, ambas localidades en Carchi. En 2005, una pequeña población fue encontrada en la Reserva Río Ñambí, en el departamento de Nariño, Colombia.

Los machos de este sapo son pequeños, miden alrededor de 4 cm y las hembras pueden alcanzar los 6 cm. Habita en quebradas y los bordes de riachuelos rodeados de bosque primario en una angosta franja altitudinal entre 1.100 y 1.500 m.s.n.m. Se mueve en el suelo y en las ramas bajas de arbustos y está activo tanto por la noche como en el día. Al parecer su dieta es principalmente de hormigas. (CM)

Los anfibios están amenazados

A escala mundial, los anfibios enfrentan un alto riesgo de extinción. Solo en Ecuador, cientos de especies se encuentran en peligro de desaparecer por la deforestación indiscriminada, la contaminación ambiental, el aumento de enfermedades infecciosas y los cambios climáticos locales, regionales y globales.

“Es importante recordar la importancia de los anfibios para el planeta y para los humanos. Se alimentan de una gran cantidad de insectos y a su vez son presa de aves, serpientes y mamíferos, por lo que tienen un impacto significativo en los ciclos de nutrientes de los ecosistemas”, afirmó Diego F. Cisneros-Heredia, director del Laboratorio de Zoología Terrestre de la USFQ.

Muchos de los insectos que son alimento de los anfibios son plagas de cultivos agrícolas, por lo que prestan un servicio ambiental a los humanos. Los anfibios son importantes indicadores de la salud ambiental, aseguró.