Parte de una pared del cementerio de Tulcán se fue al piso

Afectación. El desplome de parte del cerramiento generó preocupación en los vecinos del sector.
Afectación. El desplome de parte del cerramiento generó preocupación en los vecinos del sector.

Redacción TULCÁN

Un fragmento de un muro con medio siglo de existencia que es parte del cerramiento del cementerio Azael Franco de Tulcán se fue a tierra. El boquete provocado en la estructura puso al descubierto cerca de 34 féretros.

El suceso que conmocionó a los vecinos del sector se produjo la tarde del miércoles a las 17:15, en las calles Los Ríos y Ambato, según información proporcionada por los encargados del cuidado del camposanto.

Ventajosamente cuando se produjo el desplome de un fragmento de la pared por el lugar no circulaba persona alguna. El tiempo, la humedad y probables filtraciones de agua, podrían ser las causas que deterioraron la infraestructura, sostienen técnicos municipales.

Grieta

Frente al nada usual escenario que presentaba la grieta que dejó el desprendimiento, los técnicos municipales colocaron un plástico de color negro para que no sean avistadas las cajas mortuorias.

Además se dispuso la presencia de policías municipales para que sean los encargados de resguardar el lugar, que con los minutos después del desprendimiento fue visitado por más de un centenares de curiosos y familiares de los fallecidos que yacen en ese bloque del campo santo.

Alex López, director de Obras Públicas del Municipio de Tulcán señaló que el muro habría sido construido sin las más elementales normas técnicas. “Tiene una altura de seis metros y habría sido levantado antitécnicamente, razón por la que hemos previsto un reforzamiento estructural”.

Uno de las recomendaciones es que se coloquen columnas de hormigón armado y vigas trasversales para brindarle resistencia a la pared. López, indicó que los nichos no fueron afectados; al tiempo de aclarar que la pared servía como tapa.

Trabajos

Las bóvedas datan de hace 50 años atrás, por lo que las estructuras se han ido deteriorando. Ayer, iniciaron los trabajos de rehabilitación y reforzamiento estructural bajo medidas de seguridad.

Los técnicos analizarán toda la pared, que fue construida sobre un trecho de 100 metros (una cuadra), en la parte posterior del cementerio. Buscan determinar las partes afectadas, tomar los correctivos necesarios y si es necesario reforzar la tapia.

El problema –dice López- es por la topografía de la ciudad, ya que en ese lugar tiene niveles más altos, algo que habría obligado a construir paredes altas. La parte superior está en el aire, creando el desmoronamiento un hueco en la parte central, teniendo dispuesto Obras Públicas realizar un apuntalamiento previo.

Los trabajos que iniciaron con obreros municipales tendrán una duración de un mes aproximadamente. Se espera dejar seguros todos los muros para tranquilidad de la ciudadanía, han señalado los técnicos. (CMRV)