Familiares de los soldados rescatados vivieron un verdadero drama

Arribo. Los familiares de los militares desaparecidos esperaron su regreso ayer en Tulcán.
Arribo. Los familiares de los militares desaparecidos esperaron su regreso ayer en Tulcán.

TULCÁN.

Una emoción indescriptible embargó a los familiares de los ocho militares que se extraviaron en el sector de cerro Negro – Arenillas, en la parroquia de Maldonado, a 80 km de Tulcán, cuando les informaron que habían sido rescatados.

Algunas familias, después de recorrer más de 400 y 500 km, recién a las 10:00 arribaron a la capital carchense, donde conocieron sobre la información que ofreció el Ejército ecuatoriano.

En medio de sollozos y lágrimas, los parientes que viajaron desde Riobamba y Latacunga agradecían a Dios porque sus hijos, esposos, hermanos, y hasta vecinos estaban vivos.

Carmen Guanolema, oriunda de Riobamba y madre del militar Edison Ismael Guallán, uno de los ocho extraviados, emocionada tras conocer la buena noticia comentó que pensó que se lo había llevado a su hijo la guerrilla de Colombia.

Ella se enteró en Cuenca, desde donde viajó durante 16 horas. Sin embargo, hasta las 17:00 de ayer continuaba inquieta y tensa, ya que todavía no llegaba su vástago desde el noroccidente, lugar donde se extravió la patrulla.

Difícil comunicarse

Juan Guallán, otro de los progenitores de los soldados que se perdieron, sostiene que resulta difícil comunicarse con los destacamentos de Maldonado y Chical, ya que la telefonía convencional es deficiente y no hay acceso a celulares.

Cree que debe garantizarse la comunicación porque están en una zona de riesgo, muy cerca al conflicto colombiano.

“Las zona de frontera tras los últimos sucesos deberían contar con un buen servicio de comunicaciones”, agrega.

La única alternativa es el WhatsApp, pero cuando están en las unidades.

“Cuando están en los patrullajes, que duran entre uno o dos días, es imposible saber cómo están los nuestros”, agrega María Pinaluisa.

Carmen Guanolema cuenta que todos los días pide a Dios para que proteja a Edison Ismael porque está convencida que trabaja en una zona peligrosa, que se recalentó con los incidentes que se han registrado en San Lorenzo.

“Pido al Gobierno Nacional que reubique a nuestros hijos, quienes están en constante peligro”, dice esta mujer que contaba los minutos para reencontrarse con el uniformado que cumple sus servicios en el destacamento de Maldonado.

Como ella, más de una veintena de familiares esperaban impacientes en los exteriores del Batallón Motorizado Mayor Galo Molina, ubicado en el sur de la ciudad. Un camión que llegó con los rescatistas generó expectativas. Pensaron que eran ellos.

Estos elementos militares estaban con los uniformes sucios y enlodados, evidenciando que tuvieron que ingresar a un territorio agreste y húmedo. Uno de los oficiales comentó que se perdieron quizás porque con la densa neblina se desorientaron.

Ernesto Flores, conocido montañista de Tulcán, indicó que en la zona de Santa María existe espesa vegetación y hay una alta nubosidad que hace que se extravíen los caminantes o escaladores. “El sector tiene lugares donde se pierde los puntos de orientación, especialmente entre cerro Negro y el volcán Chiles, en la línea de frontera”.

Entretanto, varias de las personas que llegaron desde las provincias de Chimborazo y Cotopaxi comentaban que una vez se reencuentren con los efectivos saldrán inmediatamente a sus lugares de origen, donde iban a participar de una misa de acción de gracias para luego ofrecer una fiesta para celebrar que los suyos estaban sanos y salvos. (CMRV)

Comunicado del Ministerio de Defensa

El Ministerio de Defensa Nacional informó que ayer, en la mañana, fueron encontrados los ocho integrantes de la patrulla militar que se encontraba extraviada desde el miércoles pasado.

“El personal, gracias a su preparación militar y pese a las condiciones adversas al clima, se encuentran en buen estado de salud y solamente presentan signos de deshidratación; los mismos que fueron trasladados inmediatamente al destacamento militar de Maldonado”, sigue el comunicado.

“La institución se congratula que el personal haya regresado sano y salvo; este hecho pone de manifiesto el riesgo al que está expuesto el personal de las Fuerzas Armadas en el cumplimiento de su misión y el grado de preparación de los militares ecuatorianos”, cierra el informe oficial.