Redacción BOLIVAR
La población de Piquiucho, en el cantón Bolívar, ubicada en el límite entre las provincias de Carchi e Imbabura recibió durante dos días a 190 docentes afro-ecuatorianos, que fueron parte del encuentro nacional de experiencias etnoeducativas.
La cita se realizó en la Unidad Educativa del Milenio “San Gabriel”, donde los formadores abordaron temas relacionados con saberes y tradiciones, y vigorizaron la comprensión de la etnoeducación afro ecuatoriana.
Objetivo
A través del intercambio de experiencias exitosas se busca fortalecer las prácticas pedagógicas orientadas a la consolidación de una educación con identidad y calidad, explico Wilmer Revelo, rector de la UEM “San Gabriel”.
En el Ecuador existen ocho instituciones que son guardianas de los saberes y tradiciones, donde se rescata la gastronomía, cultura, medicina ancestral.., establecimientos donde se motiva a las nuevas generaciones para que no pierdan sus reales raíces.
Uno de los propósitos es que en el campo educativo todos los maestros dominen la etnoeducación; es decir que el maestro de matemáticas utilice semillas de frejol, yucas o limones para enseñar a contar.
O que los profesores de estudios sociales enseñen cómo y desde dónde vinieron los primeros afros a América. Uno de los debates que provocó esta cita es el relacionado con el apelativo que reciben; mientras a un sector le gusta que le digan negros, a otro, afros.
Discriminación
Para Luis Germánico Chalá, rector de la Unidad Educativa “Valle del Chota”, es importante que los estudiantes se sientan orgullosos de su etnia y conozcan más sobre sus abuelos y ancestros.
Jessica Andrango, estudiante mestiza de la UE “Valle del Chota” considera que en su plantel no hay exclusión y que afros y mestizos mantienen buenas relaciones. Joel Padilla, escolar afrodescendiente coincide con esta apreciación y afirma que son taras del pasado. (CMRV)