Pastaza, un paraíso de la Amazonía para explorar

COMPARTIR. A los turistas se les enseña a usar la cerbatana, instrumento utilizado para la cacería.
COMPARTIR. A los turistas se les enseña a usar la cerbatana, instrumento utilizado para la cacería.

Vida, naturaleza, aventura, gastronomía y costumbres se juntan para hacer que el visitante se sienta en casa.

Desde Quito hasta Puyo, la capital de Pastaza, provincia amazónica, lleva aproximadamente 4 horas y 30 minutos de viaje, tiempo y distancia que permiten disfrutar de la transformación de paisaje, clima y vegetación.

Y es desde Puyo desde donde el turista puede emprender varios rumbos, caminar por senderos, viajar por el río que lleva el mismo nombre de la ciudad y llegar a las comunidades indígenas para compartir sus bailes, tradiciones y costumbres.

Esos caminos también llevan a conocer la flora y la fauna propias de la Amazonía ecuatoriana o acercarse a las hábiles manos de sus artesanos, que en sus obras reflejan los colores de la vida silvestre en libertad.

Acercamiento a la ciudad
En el Zoo Refugio Tarqui el visitante se acerca mucho a los 350 animales silvestres que allí se encuentran. Este lugar más que un centro de exhibición de fauna silvestre es un sitio donde se educa, investiga y preserva la vida de mamíferos, aves, reptiles, que han sido recuperados del tráfico ilegal y que son rehabilitados para el regreso a su hábitat.

Visitar el Zoo requiere de por lo menos una mañana completa. Se recomienda al visitante tomarse el tiempo necesario para observar a los animales, leer la información de cada uno de ellos para reflexionar sobre su situación. El objetivo, dicen los guías del centro, es llegar con mensajes de respeto a la vida.

Al salir de este centro, la siguiente parada es en el barrio El Dorado, donde se concentran emprendimientos en base a la caña de azúcar y en el cual sus integrantes no guardan secretos. Tras brindar un refrescante jugo de caña con limón, cuentan que también realizan macerados de sabores, un licor que se pide consumir con moderación.

En el mismo sector, solo cruzando la calle, se aprecia las artesanías en balsa, como loros, tucanes que elaboran otro grupo de habitantes.

Turismo comunitario
Los andoas, los záparas, los huaoranis, los achuar, los shiwiar y los shuar son pueblos que han habitado en las selvas de Pastaza, y en la actualidad varias de sus comunidades han emprendido en el turismo comunitario.

Wayuri es uno de ellos, y está a cargo de los habitantes de la comunidad Vencedores, ubicada en la vía a Pomona.

Con una refrescante chicha de yuca dan la bienvenida a los visitantes, con quienes comparten danzas y a los que pintan sus rostros con figuras y diseños ancestrales, usando tintes que los obtienen de los árboles, semillas y plantas. También enseñan a usar la cerbatana, instrumento que utilizan para la cacería.

Más adelante está la comunidad kichwa amazónica de los Indichuris, que está en el kilómetro 35 de la vía a Pomona. El ingreso se lo hace a pie, se camina aproximadamente por 15 minutos por un sendero rodeado de árboles y puentes que cruzan unos riachuelos hasta prácticamente las orillas del río Puyo, donde se asienta la comunidad.

Aquí está la ‘soga de tarzán’, un columpio instalado en un mirador natural desde donde se avista la unión de los ríos Pastaza y Puyo. Quien se atreve a lanzarse en el columpio, experimenta pura adrenalina. (CM)

Gastronomía
° Aunque en Pastaza existe una gran oferta gastronómica, el paiche, un pez gigante que habita en los ríos amazónicos, se ha convertido en el principal ingrediente de una serie de platos que se ofertan en los restaurantes de la provincia. También se degusta del maito, el uchu mango (caldo de pescado con ají y sal), caldo de bagre, el chontacuro, ceviche de palmito, papa china y mucho más.

Invitación
° El presidente de la Cámara de Turismo de Pastaza, Jaime Vera, manifestó que la provincia tiene muchos más atractivos y que en cada comunidad los habitantes están preparados para proporcionar hospedaje, guía y alimentación. Las vías de acceso están en buen estado, se disponde de por lo menos 2.000 plazas para alojamiento y el costo de hospedaje por persona va desde los 10 dólares, mencionó.