Para Tulcán y el Ecuador con botas y sombrero

Canto. Kevin repasa de dos a tres horas diarias para perfeccionar su técnica.
Canto. Kevin repasa de dos a tres horas diarias para perfeccionar su técnica.

Tulcán

El canto es un poema hacia el alma. Cada una de sus elaboradas y delicadas notas transmite todo un abanico de sentimientos, emociones y pensamientos. Es un talento, un don, la manera en que se traducen las pasiones, venturas y abatimientos propios de esta existencia.

En la ciudad de Tulcán, cerca del barrio Tajamar del Puente, se encuentra un muchacho que ha hecho del canto una virtud y su estilo de vida.

Kevin Mateo Chapi Pernía nació el 9 de junio del 2004. En su tiempo libre disfruta de cantar y también practicar deporte. Anteriormente se encontraba entrenando el arte marcial del taekwondo, pero ahora dedica la mayor parte de su tiempo al canto. Estudia en la Unidad Educativa Cristóbal Colón, cursando el décimo año de educación básica.

Su amor por el canto nació cuando tenía cuatro años de edad. “Estaba en la guardería y enviaron un oficio a mi casa en el que me pedían que cantara”.

La primera canción que aprendió Kevin fue “La mochila azul”. Posterior realizaba presentaciones para su familia. Con el pasar del tiempo, le interesó más el ambiente musical y dio paso a presentaciones en público.

“Me abrieron las puertas en la Casa de la Juventud y quiero agradecer al prefecto del Carchi por brindarme su ayuda”, expresa.

Kevin manifiesta que recibe además el apoyo de sus profesores y de su familia. Cada día busca ser mejor pero anhela además recibir el apoyo de todas las autoridades y las personas que quieran aportar a cumplir sus sueños.

En TV nacional

El pequeño ‘charro’ interpreta algunos géneros musicales, pero disfruta sobretodo entonar las rancheras, especialmente las de Pedro Fernández.

Sin embargo, también gusta de cantar algunas del ‘Ruiseñor de América’, Julio Jaramillo. “Mi anhelo más grande es seguir en la música. No la voy a dejar así existan cosas difíciles. La música siempre estará allí”.

Actualmente Kevin está participando en el Festival Intercolegial Viva la Paz, transmitido por Ecuavisa. El 10 de mayo fue su primera presentación a nivel nacional y espera pasar a la siguiente fase. El resultado se conocerá esta semana, 15 días después de su emisión televisiva.

Su padre, Mauricio Chapi, manifiesta que Kevin tiene todo el apoyo de la familia si quiere seguir participando en otros concursos. “Igualmente para el estudio cuenta conmigo. Mi hijo dijo que quería ser ingeniero en sistemas, pero él no dejará la música”.

“Me siento alegre de tener un hijo con ese don. Le pedía antes que me cantara un poco y ahora me dedica todo un repertorio. Me gusta escucharlo cuando practica y cuando lo veo por la televisión lloro de alegría”, menciona, con los ojos brillantes y un nudo en la garganta, Mauricio Chapi.

Alexandra Pernía, madre de Kevin, expresa por su parte que siente mucha emoción cuando mira a su hijo presentarse en distintos escenarios.

¡A cantar se ha dicho!

El perfeccionamiento del canto se logra a través de la constancia. De esta manera Kevin repasa de lunes a viernes y los fines de semana realiza sus presentaciones.

Dispone de las instalaciones de la Casa de la Juventud para su práctica, a la que asiste de 15:00 a 17:00, pero si tiene muchas tareas la realiza en su hogar.

Además, cuida muy bien de su voz, usando ropa abrigada y evitando comer cosas frías. “Cuando me enfermo mi mami me cuida con remedios caseritos. Me da jugo de naranja o cola caliente con jengibre y gelatinas”.

Expresa que a diario busca superarse. Su reto es aumentar su repertorio de presentación y le gustaría, en algún momento, seguir los pasos de Vicente Fernández o Javier Solís.

“Conozco casi todo el Carchi desde que tenía nueve años cuando iba a cantar a los pueblos. Compartí escenario en Tulcán con Jessi Uribe y en Julio Andrade con Paulina Tamayo”, afirma el pequeño talento de Tulcán.

Por otra parte, en su tiempo libre Kevin también juega con su hermano menor, quien incluso dice que quiere seguir sus pasos. “Mi hermana mayor trabaja y con mi ñaño jugamos a la pelota, con la computadora o inventamos algún juego”.

Para su abuelo, Luis Chapi, Kevin es su orgullo. “Nos sentimos bien grandes. Parece que la vida en medio de la pobreza nos ha prestado algo bonito”.

Finalmente, este pequeño y a la vez gran cantante busca hacer su mejor esfuerzo y dejar en el escenario todo su talento, de la mano de su familia, amigos y la gente que lo apoya. (APRN)

TOME NOTA

En una ocasión tuvo un percance en la pierna y fue a presentarse en silla de ruedas.