Redacción TULCÁN
Uno de los afluentes que posee la capital de Carchi es el Río Bobo, sin embargo en el devenir de los años, el accionar humano dejó secuelas en esta fuente de agua, especialmente por el tema de contaminación.
Tras arrojar desperdicios, como basura común, en el río ahora incluso se ha evidenciado animales muertos o llantas de vehículos, además del derrame de aguas servidas en su caudal.
Giovanna Polo, directora de Gestión Ambiental y Riesgos del cabildo tulcaneño, manifestó que no se realizó un estudio profundo de contaminación sobre este río, no obstante comentó que se ejecutaron análisis e inspecciones a este lugar para determinar la polución presente, donde se pudo constatar que en algunos sitios del afluente existe presencia de residuos, especialmente llantas.
Al iniciar el presente mes, mediante denuncias ciudadanas, se encontraron cinco terneros que fueron arrojados a un terreno baldío del barrio Ejido Sur de la ciudad de Tulcán, cerca del río.
Polo manifestó que la dirección de ambiente procedió a retirar a los animales, que se encontraban en estado de putrefacción. Posterior los trasladaron al relleno sanitario de la ciudad.
“Pedimos apoyo de la ciudadanía para que seamos conscientes con los residuos. Deben preguntar en el Municipio el procedimiento adecuado para disponer de estos restos”, dijo.
Soluciones
La funcionaria indicó que la municipalidad deberá contar con una planificación para el manejo de residuos sólidos, además la realización de un plan maestro para el tratamiento adecuado de estos residuos.
Polo dijo que los primeros esbozos de este proyecto se realizarán durante este semestre o a inicios del nuevo año.
Con la ejecución de este cometido se buscará orientar a la ciudadanía para el manejo adecuado de estos desechos, además se buscará mermar la cantidad de producción de los mismos.
“Entrarán políticas fuertes de reciclaje, aprovechamiento de residuos y que sea ligado al cuidado de las fuentes hídricas”, sostuvo Giovanna Polo.
Para buscar la recuperación de estos espacios, la personera de esta dirección ambiental explicó que también será necesario invertir una significativa cantidad de dinero para devolver a su estado natural el afluente, argumentando que algunos tramos del río se encuentran degradados, como producto de la acumulación de daños desde tiempo atrás.
Con respecto al destino final de las llantas usadas, Polo indicó que existen políticas nacionales promulgadas por el Ministerio del Ambiente sobre responsabilidad extendida del productor y distribuidor de los neumáticos luego de su uso, es decir estos materiales deben retornar hacia donde se expendieron y posterior los productores o distribuidores deben contratar a un gestor ambiental, o en su defecto trabajar con la municipalidad para realizar una recolección diferenciada y llevar las llantas a un gestor que pueda aprovechar el material.
¿Qué dice la ciudadanía?
El tulcaneño Enrique Salgado manifestó que es lamentable la contaminación del río. “No podemos mantener bien los ríos y bosques, y el Río Bobo se va deteriorando más porque no hacemos nada; y no hacemos nada porque no queremos. Este río necesita una ayuda inmediata, pido al alcalde, prefecto y concejales que salgamos a una minga para recuperar este río”.
Oswaldo Andrade, por su parte, indicó que la contaminación en la amplitud de su término es negativa. “Este es un río del Ecuador y pasa a Colombia, por su contaminación la gente puede enfermarse. Eso es malo. Sería bueno que se pueda purificar el río con los reservorios. Deben colaborar las autoridades pero también nosotros para no contaminar”.
Visita
El Ministerio del Ambiente tenía planificado evaluar el estado actual del relleno sanitario y contenerización en el marco del Programa Nacional para Residuos Sólidos.
Esta visita deviene por solicitud de la municipalidad tulcaneña, donde se analizarán los procesos de recolección de los desechos y su disposición final. (APRN)