Ecologistas ecuatorianos se manifiestan ante embajada de Brasil en Quito

Ecologistas ecuatorianos se manifiestan ante embajada de Brasil en Quito.
Ecologistas ecuatorianos se manifiestan ante embajada de Brasil en Quito.

EFE/ Quito

Varios cientos de personas se manifestaron este viernes frente a la embajada de Brasil en Quito contra los incendios que consumen la Amazonía desde hace más de 15 días y en rechazo a las polémicas respuestas del presidente de ese país, Jair Bolsonaro, ante la crisis ambiental.

Como en otros países, la intensificación de los incendios provocados por la fuerte sequía, las altas temperaturas y el avance de la deforestación en la Amazonía brasileña, despertaron la reacción de grupos ecologistas e indígenas ecuatorianos, que piden medidas internacionales contra el desastre.

«Estamos en plena emergencia climática, y el gobierno irresponsable de Jair Bolsonaro lleva más de 20 días sin apagar el incendio en el Amazonas», dijo a Efe Daniel Villamar, portavoz del movimiento «Rebelión o Extinción Ecuador».

Y agregó que «este incendio nos implica a todos los ciudadanos del mundo», y que, a su vez, el gobierno de Ecuador debe tener «una conciencia climática global».

Por su parte, Vincent Solorzano, de la ONG «Todo por el Mundo», señaló que «el gobierno de Brasil, de Bolivia, en general de Sudamérica y del mundo, no se han manifestado contra un incendio que estaba acabando con nuestro con nuestro pulmón, con nuestro oxígeno, con nuestra naturaleza».

Con pancartas en las que se leía «Todos somos Amazonía», «Cuidemos el agua, cuidemos el aire», «Rebelión» o «El capitalismo y el especismo matan a la Amazonía», los manifestantes se concentraron a primera hora de la tarde frente a la entrada de la legación diplomática en una céntrica avenida de la capital ecuatoriana.

«Hoy es Brasil, mañana el Yasuní», gritaban los activistas en referencia a la principal reserva natural del país, en la Amazonía ecuatoriana y donde hace unos seis años comenzó la extracción de petróleo.

«No es fuego, es capitalismo«, gritaban otros al atribuir el deterioro de la cuenca amazónica a la explotación con intereses comerciales.

Después de una hora y media frente a la legación, de la que no salió ningún representante a recibir un manifiesto redactado por los activistas, estos iniciaron una marcha por la Avenida Amazonas bloqueando la circulación de vehículos.

Al presidente brasileño una pancarta lo declaraba «Enemigo público n° 1″, y le exigían poner fin a los incendios y a la deforestación.

Ecuador alberga un 2 por ciento de la cuenca Amazónica y, según los expertos, no está exenta de amenazas, aunque en su caso no son los incendios porque ésta se sitúa a los pies de los Andes en una zona de mucha lluvia que evita que los bosques se sequen.

A la región amazónica ecuatoriana, que ocupa la mitad del territorio nacional, amenazan más la explotación petrolífera, la extracción minera, la expansión de las fronteras agrícola y ganadera y la contaminación, entre otros factores.

Los manifestantes también evocaron en su protesta el extractivismo de recursos naturales, que afecta no solo a la naturaleza sino también a los pueblos indígenas de la zona.

«La selva no se vende, se ama y se defiende», decía otra de las proclamas de la concentración, convocada por una veintena de organizaciones ecologistas, entre ellas, Yasunidos, que se dedica a la protección de esa reserva de Ecuador.

En una carta difundida este viernes a los medios, la Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas e la Cuenca Amazónica y la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, calificaron el abuso de este espacio como «un genocidio».

También denunciaron «las conductas de los Gobiernos de Evo Morales y de Jair Bolsonaro» que «por su acción y omisión han desahuciado todas las estrategias ambientales y sociales para fortalecer la gobernanza ambiental de la Amazonía, yendo en contra del ejercicio de gobierno que desde los conocimientos ancestrales y tradicionales indígenas le han conservado desde milenios».

Asimismo, aseguran que estas políticas «contrarían los objetivos planteados en la agenda internacional climática», y que «flagrantemente, la falta de capacidades de estos gobiernos y su falta de voluntad política, causan la grave tragedia ambiental que desde hace semanas, y sin precedentes, ya muestra tener repercusiones ambientales irreparables para la humanidad». EFE