En el sur de Quito exigen mayor presencia policial

Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.
Moradores salen con palos para apoyar a la policía y ahuyentar a los saqueadores.

Redacción QUITO

El toque de queda no ha terminado con las amenzas y saqueos. En Solanda un grupo de manifestantes amanecieron para obligar a los moradores a cerrar sus locales bajo amenzas con palos y piedras.

La respuesta de la vecindad fue unierse a la policía, sin embargo, eso no pudo evitar que haya un intercambio de bombas lacrimógenas, en la esquina de la calle J.

«No son indígenas, son vándalos que se están aprovechando de la situación», dice Marina Andrade, dueña de una tienda.

Los moradores señalan que falta presencia policial, ya que inclusive ayer con el toque de queda, hubo quienes salieron a seguir quemando llantas.

Así lo confirma, Santiago Lucero, morador de Solanda, quién salió con su familia para caminar y hacer compras. «Pensé que hoy sería más tranquilo, pero siguen lanzando piedras y cerrando calles» (AVV)

Redacción QUITO

El toque de queda no ha terminado con las amenzas y saqueos. En Solanda un grupo de manifestantes amanecieron para obligar a los moradores a cerrar sus locales bajo amenzas con palos y piedras.

La respuesta de la vecindad fue unierse a la policía, sin embargo, eso no pudo evitar que haya un intercambio de bombas lacrimógenas, en la esquina de la calle J.

«No son indígenas, son vándalos que se están aprovechando de la situación», dice Marina Andrade, dueña de una tienda.

Los moradores señalan que falta presencia policial, ya que inclusive ayer con el toque de queda, hubo quienes salieron a seguir quemando llantas.

Así lo confirma, Santiago Lucero, morador de Solanda, quién salió con su familia para caminar y hacer compras. «Pensé que hoy sería más tranquilo, pero siguen lanzando piedras y cerrando calles» (AVV)

Redacción QUITO

El toque de queda no ha terminado con las amenzas y saqueos. En Solanda un grupo de manifestantes amanecieron para obligar a los moradores a cerrar sus locales bajo amenzas con palos y piedras.

La respuesta de la vecindad fue unierse a la policía, sin embargo, eso no pudo evitar que haya un intercambio de bombas lacrimógenas, en la esquina de la calle J.

«No son indígenas, son vándalos que se están aprovechando de la situación», dice Marina Andrade, dueña de una tienda.

Los moradores señalan que falta presencia policial, ya que inclusive ayer con el toque de queda, hubo quienes salieron a seguir quemando llantas.

Así lo confirma, Santiago Lucero, morador de Solanda, quién salió con su familia para caminar y hacer compras. «Pensé que hoy sería más tranquilo, pero siguen lanzando piedras y cerrando calles» (AVV)

Redacción QUITO

El toque de queda no ha terminado con las amenzas y saqueos. En Solanda un grupo de manifestantes amanecieron para obligar a los moradores a cerrar sus locales bajo amenzas con palos y piedras.

La respuesta de la vecindad fue unierse a la policía, sin embargo, eso no pudo evitar que haya un intercambio de bombas lacrimógenas, en la esquina de la calle J.

«No son indígenas, son vándalos que se están aprovechando de la situación», dice Marina Andrade, dueña de una tienda.

Los moradores señalan que falta presencia policial, ya que inclusive ayer con el toque de queda, hubo quienes salieron a seguir quemando llantas.

Así lo confirma, Santiago Lucero, morador de Solanda, quién salió con su familia para caminar y hacer compras. «Pensé que hoy sería más tranquilo, pero siguen lanzando piedras y cerrando calles» (AVV)