Con gráficos en una pizarra, el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín fue enfático en señalar que en las recientes movilizaciones lideradas por agrupaciones indígenas se aplicaron estrategias de guerrilla urbana, jamás antes vista en este tipo convocatorias.
Jarrín hizo ayer estas aseveraciones en su comparecencia ante la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad de la Asamblea Nacional, conjuntamente con la ministra del Interior, María Paula Romo.
Jarrín aseguró que hubo claras intenciones de derrocamiento al Régimen por parte de agrupaciones que tuvieron el apoyo de algunas gobiernos locales e instituciones que les proporcionaron albergue como centros de paz, en la capital ecuatoriana.
Su afán, comentó, fue crear caos, violencia y desabastecimiento en el país. Para eso contaron con una gran logística que provino de distintos sectores. Tuvieron abastecimiento “hasta en exceso”, comentó.
Acción mesurada
Según Jarrín, unas 35.000 personas participaron en los 11 días las movilizaciones, en varias ciudades del país.
Hizo hincapié en que los militares actuaron con prudencia y por tanto no usaron armas de fuego, en cumplimiento con el Estado de Excepción, sobre todo cuando se trata de proteger instalaciones estratégicas como las petroleras, telecomunicaciones, agua potable, etc.
En adelante, relató, las Fuerzas Armadas trabajarán para detectar e impedir que ese tipo de estrategias se apoderen de los legítimos derechos ciudadanos de manifestarse.
Guerra informática
En criterio de la ministra María Paula Romo, la violencia que experimentó el país en las calles, también se vivió en las redes sociales. “Sobre todo con instigaciones y noticias falsas”.
Esto también merece ser investigado, dice la funcionaria. “Se incluyeron fotografías y videos de eventos pasados como accidentes de tránsito, con el fin de estigmatizar a la fuerza pública”, señaló.
Ante cuestionamientos de algunos legisladores sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes policiales, una vez más, Romo defendió su tesis de que los uniformados, en su mayoría, actuaron bajo los parámetros legales en defensa de la seguridad interna. (SE)
Garras políticas
Para la ministra del Interior, María Paula Romo, no es una sorpresa que estas movilizaciones se hayan dado cuando las instancias judiciales tenían previsto una audiencia de casación de Jorge Glas y la preparatoria de juicio en el caso Sobornos 2012-2016.
También habló de la presencia de 65 detenidos extranjeros, entre ellos 45 venezolanos y varios colombianos.
Con gráficos en una pizarra, el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín fue enfático en señalar que en las recientes movilizaciones lideradas por agrupaciones indígenas se aplicaron estrategias de guerrilla urbana, jamás antes vista en este tipo convocatorias.
Jarrín hizo ayer estas aseveraciones en su comparecencia ante la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad de la Asamblea Nacional, conjuntamente con la ministra del Interior, María Paula Romo.
Jarrín aseguró que hubo claras intenciones de derrocamiento al Régimen por parte de agrupaciones que tuvieron el apoyo de algunas gobiernos locales e instituciones que les proporcionaron albergue como centros de paz, en la capital ecuatoriana.
Su afán, comentó, fue crear caos, violencia y desabastecimiento en el país. Para eso contaron con una gran logística que provino de distintos sectores. Tuvieron abastecimiento “hasta en exceso”, comentó.
Acción mesurada
Según Jarrín, unas 35.000 personas participaron en los 11 días las movilizaciones, en varias ciudades del país.
Hizo hincapié en que los militares actuaron con prudencia y por tanto no usaron armas de fuego, en cumplimiento con el Estado de Excepción, sobre todo cuando se trata de proteger instalaciones estratégicas como las petroleras, telecomunicaciones, agua potable, etc.
En adelante, relató, las Fuerzas Armadas trabajarán para detectar e impedir que ese tipo de estrategias se apoderen de los legítimos derechos ciudadanos de manifestarse.
Guerra informática
En criterio de la ministra María Paula Romo, la violencia que experimentó el país en las calles, también se vivió en las redes sociales. “Sobre todo con instigaciones y noticias falsas”.
Esto también merece ser investigado, dice la funcionaria. “Se incluyeron fotografías y videos de eventos pasados como accidentes de tránsito, con el fin de estigmatizar a la fuerza pública”, señaló.
Ante cuestionamientos de algunos legisladores sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes policiales, una vez más, Romo defendió su tesis de que los uniformados, en su mayoría, actuaron bajo los parámetros legales en defensa de la seguridad interna. (SE)
Garras políticas
Para la ministra del Interior, María Paula Romo, no es una sorpresa que estas movilizaciones se hayan dado cuando las instancias judiciales tenían previsto una audiencia de casación de Jorge Glas y la preparatoria de juicio en el caso Sobornos 2012-2016.
También habló de la presencia de 65 detenidos extranjeros, entre ellos 45 venezolanos y varios colombianos.
Con gráficos en una pizarra, el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín fue enfático en señalar que en las recientes movilizaciones lideradas por agrupaciones indígenas se aplicaron estrategias de guerrilla urbana, jamás antes vista en este tipo convocatorias.
Jarrín hizo ayer estas aseveraciones en su comparecencia ante la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad de la Asamblea Nacional, conjuntamente con la ministra del Interior, María Paula Romo.
Jarrín aseguró que hubo claras intenciones de derrocamiento al Régimen por parte de agrupaciones que tuvieron el apoyo de algunas gobiernos locales e instituciones que les proporcionaron albergue como centros de paz, en la capital ecuatoriana.
Su afán, comentó, fue crear caos, violencia y desabastecimiento en el país. Para eso contaron con una gran logística que provino de distintos sectores. Tuvieron abastecimiento “hasta en exceso”, comentó.
Acción mesurada
Según Jarrín, unas 35.000 personas participaron en los 11 días las movilizaciones, en varias ciudades del país.
Hizo hincapié en que los militares actuaron con prudencia y por tanto no usaron armas de fuego, en cumplimiento con el Estado de Excepción, sobre todo cuando se trata de proteger instalaciones estratégicas como las petroleras, telecomunicaciones, agua potable, etc.
En adelante, relató, las Fuerzas Armadas trabajarán para detectar e impedir que ese tipo de estrategias se apoderen de los legítimos derechos ciudadanos de manifestarse.
Guerra informática
En criterio de la ministra María Paula Romo, la violencia que experimentó el país en las calles, también se vivió en las redes sociales. “Sobre todo con instigaciones y noticias falsas”.
Esto también merece ser investigado, dice la funcionaria. “Se incluyeron fotografías y videos de eventos pasados como accidentes de tránsito, con el fin de estigmatizar a la fuerza pública”, señaló.
Ante cuestionamientos de algunos legisladores sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes policiales, una vez más, Romo defendió su tesis de que los uniformados, en su mayoría, actuaron bajo los parámetros legales en defensa de la seguridad interna. (SE)
Garras políticas
Para la ministra del Interior, María Paula Romo, no es una sorpresa que estas movilizaciones se hayan dado cuando las instancias judiciales tenían previsto una audiencia de casación de Jorge Glas y la preparatoria de juicio en el caso Sobornos 2012-2016.
También habló de la presencia de 65 detenidos extranjeros, entre ellos 45 venezolanos y varios colombianos.
Con gráficos en una pizarra, el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín fue enfático en señalar que en las recientes movilizaciones lideradas por agrupaciones indígenas se aplicaron estrategias de guerrilla urbana, jamás antes vista en este tipo convocatorias.
Jarrín hizo ayer estas aseveraciones en su comparecencia ante la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad de la Asamblea Nacional, conjuntamente con la ministra del Interior, María Paula Romo.
Jarrín aseguró que hubo claras intenciones de derrocamiento al Régimen por parte de agrupaciones que tuvieron el apoyo de algunas gobiernos locales e instituciones que les proporcionaron albergue como centros de paz, en la capital ecuatoriana.
Su afán, comentó, fue crear caos, violencia y desabastecimiento en el país. Para eso contaron con una gran logística que provino de distintos sectores. Tuvieron abastecimiento “hasta en exceso”, comentó.
Acción mesurada
Según Jarrín, unas 35.000 personas participaron en los 11 días las movilizaciones, en varias ciudades del país.
Hizo hincapié en que los militares actuaron con prudencia y por tanto no usaron armas de fuego, en cumplimiento con el Estado de Excepción, sobre todo cuando se trata de proteger instalaciones estratégicas como las petroleras, telecomunicaciones, agua potable, etc.
En adelante, relató, las Fuerzas Armadas trabajarán para detectar e impedir que ese tipo de estrategias se apoderen de los legítimos derechos ciudadanos de manifestarse.
Guerra informática
En criterio de la ministra María Paula Romo, la violencia que experimentó el país en las calles, también se vivió en las redes sociales. “Sobre todo con instigaciones y noticias falsas”.
Esto también merece ser investigado, dice la funcionaria. “Se incluyeron fotografías y videos de eventos pasados como accidentes de tránsito, con el fin de estigmatizar a la fuerza pública”, señaló.
Ante cuestionamientos de algunos legisladores sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes policiales, una vez más, Romo defendió su tesis de que los uniformados, en su mayoría, actuaron bajo los parámetros legales en defensa de la seguridad interna. (SE)
Garras políticas
Para la ministra del Interior, María Paula Romo, no es una sorpresa que estas movilizaciones se hayan dado cuando las instancias judiciales tenían previsto una audiencia de casación de Jorge Glas y la preparatoria de juicio en el caso Sobornos 2012-2016.
También habló de la presencia de 65 detenidos extranjeros, entre ellos 45 venezolanos y varios colombianos.