Independiente del Valle se prepara para el duelo final por la Copa Sudamericana 2019

Quito, EFE

El Independiente del Valle (IDV) llega a la final de la Copa Sudamericana tras una trayectoria en la que ha saltado, en sólo una década, desde la segunda división a lo más alto del fútbol continental, y lo ha hecho gracias a una portentosa cantera inspirada en la Masía del FC Barcelona.

La ‘Masía ecuatoriana’ saltará el sábado al terreno de juego del estadio General Pablo Rojas, en Asunción, con una única intención: traerse el trofeo a la pequeña ciudad de Sangolquí, unos 30 kilómetros al sureste de Quito.

Una voz, un sentimiento

Luis León es capitán de un equipo que existe desde 1958, pero que sólo en los últimos diez años ha empezado a brillar gracias a una nueva cultura, casi sin parangón en Ecuador, de formación deportiva y valores, y que se inspira en la del FC Barcelona, en la que el IDV ve su ejemplo a seguir.

«Este equipo se caracteriza por los jóvenes, por los jugadores que vienen de la cantera. ¡Imagínate llegar a una final (continental) con 24 o 25 años!», resalta quien entró a los 15 en un entonces desconocido equipo llamado «Independiente José Terán».

Su carrera profesional es paralela a la de un club renacido en 2009, que enarbola el eslogan «¡Nunca dejes de soñar!», grabado en las paredes de su Centro de Alto Rendimiento en Sangolquí.

Allí, entre sus numerosas canchas de entrenamiento, se gesta el alma y espíritu de una apuesta que su entonces nuevo equipo directivo, encabezado por el empresario Michel Deller, lanzó hace diez años.

El surgimiento de un grande

El club, que hasta ese entonces sólo había jugado a nivel local y provincial, disputó su primera Serie A en su país en 2010, tres años después fue subcampeón, y en 2016 ya se había situado en la final de la Libertadores, que perdió ante el Atlético Nacional de Medellín.
Memoria viva del nuevo equipo, León recuerda con nostalgia aquella clasificación, y afirma que llegar ahora a la final de la Sudamericana «habla mucho del equipo, de la institución, de los jugadores», y de que «poco a poco, el equipo se ha ido consolidando bien como para ganar a rivales muy complicados».

«El secreto está en la confianza que tienen en nosotros los directivos», asegura al recordar las temporadas de 2010 y 2011, en las que el equipo se jugaba bajar de categoría y, aun así, la Directiva resolvió seguir dándole la oportunidad a los jóvenes.

En el torneo local y aporte a la ‘Tri’

Esta temporada ha entrado en la fase de playoffs desde la quinta posición.
Pero la apuesta por la cantera sigue tan vigente hoy como entonces, lo que es claramente apreciable en las canchas de un Centro donde lo social y lo deportivo se entrelazan para dar vida a un proyecto en el que participan alrededor de 120 jóvenes, muchos de ellos afrodescendientes de la provincia de Esmeraldas (noroeste).

El éxito del proyecto lo demuestra también el alto porcentaje de jugadores del IDV que llegan a las selecciones menores del país. Una década de transformación y de ese «sueño» por el que, como reivindica el eslogan del club, nunca hay que dejar de luchar.

DATO

Independiente del Valle ha disputado cinco Copas Libertadores y tres Sudamericanas.

«¡Apuesto a quedarme con la Copa! sea el resultado que sea. Me conformo así sea ganando 1-0. ¡Quiero traerme la copa porque es el sueño de todos nosotros!».

Luis León

Defensa IDV

Independiente pasó del desencanto a la ilusión con dos entrenadores españoles

El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas. Apostó por la entrega de su equipo joven respaldado por una rica cantera a Ismael Rescalvo pero perdió, ya que el valenciano, de 37 años, no resistió en abril a una oferta del Emelec.

Sin mucho tiempo para las despedidas, el exdefensor partió a Guayaquil y los directivos del Independiente del Valle debieron moverse rápido para llenar el vacío en su banquillo. A la mano estaba un joven de 35 años nacido en Las Palmas, con un doctorado en Ciencias de la Actividad Física que, a diferencia de Rescalvo, no llegó a jugar profesionalmente al fútbol.

Lo que en principio generó pánico entre la pequeña pero fiel hinchada del Independiente fue tomada después con alivio ya que Ramírez pronto alcanzó con sus pupilos una velocidad de crucero mientras que el Guayaquil de Rescalvo sólo en la última jornada, el pasado sábado, alcanzó el último cupo a la liguilla final.

Casi siete meses después de haber llegado al banquillo del equipo que disputará este sábado con el Colón argentino la Copa Sudamericana de 2019, Ramírez insiste en que la oportunidad de dirigir un equipo profesional en Ecuador ni la buscó ni la quiso.

Quito, EFE

El Independiente del Valle (IDV) llega a la final de la Copa Sudamericana tras una trayectoria en la que ha saltado, en sólo una década, desde la segunda división a lo más alto del fútbol continental, y lo ha hecho gracias a una portentosa cantera inspirada en la Masía del FC Barcelona.

La ‘Masía ecuatoriana’ saltará el sábado al terreno de juego del estadio General Pablo Rojas, en Asunción, con una única intención: traerse el trofeo a la pequeña ciudad de Sangolquí, unos 30 kilómetros al sureste de Quito.

Una voz, un sentimiento

Luis León es capitán de un equipo que existe desde 1958, pero que sólo en los últimos diez años ha empezado a brillar gracias a una nueva cultura, casi sin parangón en Ecuador, de formación deportiva y valores, y que se inspira en la del FC Barcelona, en la que el IDV ve su ejemplo a seguir.

«Este equipo se caracteriza por los jóvenes, por los jugadores que vienen de la cantera. ¡Imagínate llegar a una final (continental) con 24 o 25 años!», resalta quien entró a los 15 en un entonces desconocido equipo llamado «Independiente José Terán».

Su carrera profesional es paralela a la de un club renacido en 2009, que enarbola el eslogan «¡Nunca dejes de soñar!», grabado en las paredes de su Centro de Alto Rendimiento en Sangolquí.

Allí, entre sus numerosas canchas de entrenamiento, se gesta el alma y espíritu de una apuesta que su entonces nuevo equipo directivo, encabezado por el empresario Michel Deller, lanzó hace diez años.

El surgimiento de un grande

El club, que hasta ese entonces sólo había jugado a nivel local y provincial, disputó su primera Serie A en su país en 2010, tres años después fue subcampeón, y en 2016 ya se había situado en la final de la Libertadores, que perdió ante el Atlético Nacional de Medellín.
Memoria viva del nuevo equipo, León recuerda con nostalgia aquella clasificación, y afirma que llegar ahora a la final de la Sudamericana «habla mucho del equipo, de la institución, de los jugadores», y de que «poco a poco, el equipo se ha ido consolidando bien como para ganar a rivales muy complicados».

«El secreto está en la confianza que tienen en nosotros los directivos», asegura al recordar las temporadas de 2010 y 2011, en las que el equipo se jugaba bajar de categoría y, aun así, la Directiva resolvió seguir dándole la oportunidad a los jóvenes.

En el torneo local y aporte a la ‘Tri’

Esta temporada ha entrado en la fase de playoffs desde la quinta posición.
Pero la apuesta por la cantera sigue tan vigente hoy como entonces, lo que es claramente apreciable en las canchas de un Centro donde lo social y lo deportivo se entrelazan para dar vida a un proyecto en el que participan alrededor de 120 jóvenes, muchos de ellos afrodescendientes de la provincia de Esmeraldas (noroeste).

El éxito del proyecto lo demuestra también el alto porcentaje de jugadores del IDV que llegan a las selecciones menores del país. Una década de transformación y de ese «sueño» por el que, como reivindica el eslogan del club, nunca hay que dejar de luchar.

DATO

Independiente del Valle ha disputado cinco Copas Libertadores y tres Sudamericanas.

«¡Apuesto a quedarme con la Copa! sea el resultado que sea. Me conformo así sea ganando 1-0. ¡Quiero traerme la copa porque es el sueño de todos nosotros!».

Luis León

Defensa IDV

Independiente pasó del desencanto a la ilusión con dos entrenadores españoles

El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas. Apostó por la entrega de su equipo joven respaldado por una rica cantera a Ismael Rescalvo pero perdió, ya que el valenciano, de 37 años, no resistió en abril a una oferta del Emelec.

Sin mucho tiempo para las despedidas, el exdefensor partió a Guayaquil y los directivos del Independiente del Valle debieron moverse rápido para llenar el vacío en su banquillo. A la mano estaba un joven de 35 años nacido en Las Palmas, con un doctorado en Ciencias de la Actividad Física que, a diferencia de Rescalvo, no llegó a jugar profesionalmente al fútbol.

Lo que en principio generó pánico entre la pequeña pero fiel hinchada del Independiente fue tomada después con alivio ya que Ramírez pronto alcanzó con sus pupilos una velocidad de crucero mientras que el Guayaquil de Rescalvo sólo en la última jornada, el pasado sábado, alcanzó el último cupo a la liguilla final.

Casi siete meses después de haber llegado al banquillo del equipo que disputará este sábado con el Colón argentino la Copa Sudamericana de 2019, Ramírez insiste en que la oportunidad de dirigir un equipo profesional en Ecuador ni la buscó ni la quiso.

Quito, EFE

El Independiente del Valle (IDV) llega a la final de la Copa Sudamericana tras una trayectoria en la que ha saltado, en sólo una década, desde la segunda división a lo más alto del fútbol continental, y lo ha hecho gracias a una portentosa cantera inspirada en la Masía del FC Barcelona.

La ‘Masía ecuatoriana’ saltará el sábado al terreno de juego del estadio General Pablo Rojas, en Asunción, con una única intención: traerse el trofeo a la pequeña ciudad de Sangolquí, unos 30 kilómetros al sureste de Quito.

Una voz, un sentimiento

Luis León es capitán de un equipo que existe desde 1958, pero que sólo en los últimos diez años ha empezado a brillar gracias a una nueva cultura, casi sin parangón en Ecuador, de formación deportiva y valores, y que se inspira en la del FC Barcelona, en la que el IDV ve su ejemplo a seguir.

«Este equipo se caracteriza por los jóvenes, por los jugadores que vienen de la cantera. ¡Imagínate llegar a una final (continental) con 24 o 25 años!», resalta quien entró a los 15 en un entonces desconocido equipo llamado «Independiente José Terán».

Su carrera profesional es paralela a la de un club renacido en 2009, que enarbola el eslogan «¡Nunca dejes de soñar!», grabado en las paredes de su Centro de Alto Rendimiento en Sangolquí.

Allí, entre sus numerosas canchas de entrenamiento, se gesta el alma y espíritu de una apuesta que su entonces nuevo equipo directivo, encabezado por el empresario Michel Deller, lanzó hace diez años.

El surgimiento de un grande

El club, que hasta ese entonces sólo había jugado a nivel local y provincial, disputó su primera Serie A en su país en 2010, tres años después fue subcampeón, y en 2016 ya se había situado en la final de la Libertadores, que perdió ante el Atlético Nacional de Medellín.
Memoria viva del nuevo equipo, León recuerda con nostalgia aquella clasificación, y afirma que llegar ahora a la final de la Sudamericana «habla mucho del equipo, de la institución, de los jugadores», y de que «poco a poco, el equipo se ha ido consolidando bien como para ganar a rivales muy complicados».

«El secreto está en la confianza que tienen en nosotros los directivos», asegura al recordar las temporadas de 2010 y 2011, en las que el equipo se jugaba bajar de categoría y, aun así, la Directiva resolvió seguir dándole la oportunidad a los jóvenes.

En el torneo local y aporte a la ‘Tri’

Esta temporada ha entrado en la fase de playoffs desde la quinta posición.
Pero la apuesta por la cantera sigue tan vigente hoy como entonces, lo que es claramente apreciable en las canchas de un Centro donde lo social y lo deportivo se entrelazan para dar vida a un proyecto en el que participan alrededor de 120 jóvenes, muchos de ellos afrodescendientes de la provincia de Esmeraldas (noroeste).

El éxito del proyecto lo demuestra también el alto porcentaje de jugadores del IDV que llegan a las selecciones menores del país. Una década de transformación y de ese «sueño» por el que, como reivindica el eslogan del club, nunca hay que dejar de luchar.

DATO

Independiente del Valle ha disputado cinco Copas Libertadores y tres Sudamericanas.

«¡Apuesto a quedarme con la Copa! sea el resultado que sea. Me conformo así sea ganando 1-0. ¡Quiero traerme la copa porque es el sueño de todos nosotros!».

Luis León

Defensa IDV

Independiente pasó del desencanto a la ilusión con dos entrenadores españoles

El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas. Apostó por la entrega de su equipo joven respaldado por una rica cantera a Ismael Rescalvo pero perdió, ya que el valenciano, de 37 años, no resistió en abril a una oferta del Emelec.

Sin mucho tiempo para las despedidas, el exdefensor partió a Guayaquil y los directivos del Independiente del Valle debieron moverse rápido para llenar el vacío en su banquillo. A la mano estaba un joven de 35 años nacido en Las Palmas, con un doctorado en Ciencias de la Actividad Física que, a diferencia de Rescalvo, no llegó a jugar profesionalmente al fútbol.

Lo que en principio generó pánico entre la pequeña pero fiel hinchada del Independiente fue tomada después con alivio ya que Ramírez pronto alcanzó con sus pupilos una velocidad de crucero mientras que el Guayaquil de Rescalvo sólo en la última jornada, el pasado sábado, alcanzó el último cupo a la liguilla final.

Casi siete meses después de haber llegado al banquillo del equipo que disputará este sábado con el Colón argentino la Copa Sudamericana de 2019, Ramírez insiste en que la oportunidad de dirigir un equipo profesional en Ecuador ni la buscó ni la quiso.

Quito, EFE

El Independiente del Valle (IDV) llega a la final de la Copa Sudamericana tras una trayectoria en la que ha saltado, en sólo una década, desde la segunda división a lo más alto del fútbol continental, y lo ha hecho gracias a una portentosa cantera inspirada en la Masía del FC Barcelona.

La ‘Masía ecuatoriana’ saltará el sábado al terreno de juego del estadio General Pablo Rojas, en Asunción, con una única intención: traerse el trofeo a la pequeña ciudad de Sangolquí, unos 30 kilómetros al sureste de Quito.

Una voz, un sentimiento

Luis León es capitán de un equipo que existe desde 1958, pero que sólo en los últimos diez años ha empezado a brillar gracias a una nueva cultura, casi sin parangón en Ecuador, de formación deportiva y valores, y que se inspira en la del FC Barcelona, en la que el IDV ve su ejemplo a seguir.

«Este equipo se caracteriza por los jóvenes, por los jugadores que vienen de la cantera. ¡Imagínate llegar a una final (continental) con 24 o 25 años!», resalta quien entró a los 15 en un entonces desconocido equipo llamado «Independiente José Terán».

Su carrera profesional es paralela a la de un club renacido en 2009, que enarbola el eslogan «¡Nunca dejes de soñar!», grabado en las paredes de su Centro de Alto Rendimiento en Sangolquí.

Allí, entre sus numerosas canchas de entrenamiento, se gesta el alma y espíritu de una apuesta que su entonces nuevo equipo directivo, encabezado por el empresario Michel Deller, lanzó hace diez años.

El surgimiento de un grande

El club, que hasta ese entonces sólo había jugado a nivel local y provincial, disputó su primera Serie A en su país en 2010, tres años después fue subcampeón, y en 2016 ya se había situado en la final de la Libertadores, que perdió ante el Atlético Nacional de Medellín.
Memoria viva del nuevo equipo, León recuerda con nostalgia aquella clasificación, y afirma que llegar ahora a la final de la Sudamericana «habla mucho del equipo, de la institución, de los jugadores», y de que «poco a poco, el equipo se ha ido consolidando bien como para ganar a rivales muy complicados».

«El secreto está en la confianza que tienen en nosotros los directivos», asegura al recordar las temporadas de 2010 y 2011, en las que el equipo se jugaba bajar de categoría y, aun así, la Directiva resolvió seguir dándole la oportunidad a los jóvenes.

En el torneo local y aporte a la ‘Tri’

Esta temporada ha entrado en la fase de playoffs desde la quinta posición.
Pero la apuesta por la cantera sigue tan vigente hoy como entonces, lo que es claramente apreciable en las canchas de un Centro donde lo social y lo deportivo se entrelazan para dar vida a un proyecto en el que participan alrededor de 120 jóvenes, muchos de ellos afrodescendientes de la provincia de Esmeraldas (noroeste).

El éxito del proyecto lo demuestra también el alto porcentaje de jugadores del IDV que llegan a las selecciones menores del país. Una década de transformación y de ese «sueño» por el que, como reivindica el eslogan del club, nunca hay que dejar de luchar.

DATO

Independiente del Valle ha disputado cinco Copas Libertadores y tres Sudamericanas.

«¡Apuesto a quedarme con la Copa! sea el resultado que sea. Me conformo así sea ganando 1-0. ¡Quiero traerme la copa porque es el sueño de todos nosotros!».

Luis León

Defensa IDV

Independiente pasó del desencanto a la ilusión con dos entrenadores españoles

El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas. Apostó por la entrega de su equipo joven respaldado por una rica cantera a Ismael Rescalvo pero perdió, ya que el valenciano, de 37 años, no resistió en abril a una oferta del Emelec.

Sin mucho tiempo para las despedidas, el exdefensor partió a Guayaquil y los directivos del Independiente del Valle debieron moverse rápido para llenar el vacío en su banquillo. A la mano estaba un joven de 35 años nacido en Las Palmas, con un doctorado en Ciencias de la Actividad Física que, a diferencia de Rescalvo, no llegó a jugar profesionalmente al fútbol.

Lo que en principio generó pánico entre la pequeña pero fiel hinchada del Independiente fue tomada después con alivio ya que Ramírez pronto alcanzó con sus pupilos una velocidad de crucero mientras que el Guayaquil de Rescalvo sólo en la última jornada, el pasado sábado, alcanzó el último cupo a la liguilla final.

Casi siete meses después de haber llegado al banquillo del equipo que disputará este sábado con el Colón argentino la Copa Sudamericana de 2019, Ramírez insiste en que la oportunidad de dirigir un equipo profesional en Ecuador ni la buscó ni la quiso.