Fantasmas y río revuelto

Es escandaloso que el SRI nos diga ahora que de 2010 a 2018, 871 empresas fantasmas realizaron compras ficticias por 2.724,603 millones de dólares. ¿Por qué debieron pasar tantos años para que una defraudación fiscal tan abultada se develara? Es evidente: la corrupción es un monstruo de mil cabezas que opera de mil maneras y que cuando se le corta una cabeza por un lado, salen otras casi de inmediato.

La denuncia apunta a quienes crearon estas empresas fantasmas, desde luego, pero también cuestiona a los organismos de control que debieron prevenirlas, detectarlas y sancionarlas a tiempo. La pelota pasa a seguidas a la cancha del sector privado, donde hay mucha exigencia por la transparencia en el manejo del Estado y del gobierno de turno, pero que es incapaz, por ignorancia o conveniencia, de mirarse por dentro.

Durante ocho años tuvimos deficiencias en rendición de cuentas, separación de poderes, justicia y democracia. Estos negocios ilícitos contribuyen en gran medida al déficit fiscal que padece el país, a la pobreza con la que cargamos, al malestar social que se palpa, al desempleo y el subempleo, a la marginación y la desesperanza social. En el río revuelto de la revolución ciudadana, muchos “humildes pescadores” se hicieron millonarios.

No pocos “fantasmas” de entonces, aún siguen pescando. El 73,55% están en Guayaquil y Quito, 15,55% en El Oro, Manabí y Cuenca, y 10,88% en las otras provincias. Toca a la justicia actuar con prontitud y ponerles nombres y apellidos a los gestores y beneficiarios de estas empresas fde este tipo. La prevaricación, por robo y peculado, el atraco y el cohecho están a la vista.


La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar”. Brian Weiss Médico psiquiatra estadounidense (1944)

La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín”. Alphonse Karr Escritor francés (1808-1890)

Es escandaloso que el SRI nos diga ahora que de 2010 a 2018, 871 empresas fantasmas realizaron compras ficticias por 2.724,603 millones de dólares. ¿Por qué debieron pasar tantos años para que una defraudación fiscal tan abultada se develara? Es evidente: la corrupción es un monstruo de mil cabezas que opera de mil maneras y que cuando se le corta una cabeza por un lado, salen otras casi de inmediato.

La denuncia apunta a quienes crearon estas empresas fantasmas, desde luego, pero también cuestiona a los organismos de control que debieron prevenirlas, detectarlas y sancionarlas a tiempo. La pelota pasa a seguidas a la cancha del sector privado, donde hay mucha exigencia por la transparencia en el manejo del Estado y del gobierno de turno, pero que es incapaz, por ignorancia o conveniencia, de mirarse por dentro.

Durante ocho años tuvimos deficiencias en rendición de cuentas, separación de poderes, justicia y democracia. Estos negocios ilícitos contribuyen en gran medida al déficit fiscal que padece el país, a la pobreza con la que cargamos, al malestar social que se palpa, al desempleo y el subempleo, a la marginación y la desesperanza social. En el río revuelto de la revolución ciudadana, muchos “humildes pescadores” se hicieron millonarios.

No pocos “fantasmas” de entonces, aún siguen pescando. El 73,55% están en Guayaquil y Quito, 15,55% en El Oro, Manabí y Cuenca, y 10,88% en las otras provincias. Toca a la justicia actuar con prontitud y ponerles nombres y apellidos a los gestores y beneficiarios de estas empresas fde este tipo. La prevaricación, por robo y peculado, el atraco y el cohecho están a la vista.


La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar”. Brian Weiss Médico psiquiatra estadounidense (1944)

La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín”. Alphonse Karr Escritor francés (1808-1890)

Es escandaloso que el SRI nos diga ahora que de 2010 a 2018, 871 empresas fantasmas realizaron compras ficticias por 2.724,603 millones de dólares. ¿Por qué debieron pasar tantos años para que una defraudación fiscal tan abultada se develara? Es evidente: la corrupción es un monstruo de mil cabezas que opera de mil maneras y que cuando se le corta una cabeza por un lado, salen otras casi de inmediato.

La denuncia apunta a quienes crearon estas empresas fantasmas, desde luego, pero también cuestiona a los organismos de control que debieron prevenirlas, detectarlas y sancionarlas a tiempo. La pelota pasa a seguidas a la cancha del sector privado, donde hay mucha exigencia por la transparencia en el manejo del Estado y del gobierno de turno, pero que es incapaz, por ignorancia o conveniencia, de mirarse por dentro.

Durante ocho años tuvimos deficiencias en rendición de cuentas, separación de poderes, justicia y democracia. Estos negocios ilícitos contribuyen en gran medida al déficit fiscal que padece el país, a la pobreza con la que cargamos, al malestar social que se palpa, al desempleo y el subempleo, a la marginación y la desesperanza social. En el río revuelto de la revolución ciudadana, muchos “humildes pescadores” se hicieron millonarios.

No pocos “fantasmas” de entonces, aún siguen pescando. El 73,55% están en Guayaquil y Quito, 15,55% en El Oro, Manabí y Cuenca, y 10,88% en las otras provincias. Toca a la justicia actuar con prontitud y ponerles nombres y apellidos a los gestores y beneficiarios de estas empresas fde este tipo. La prevaricación, por robo y peculado, el atraco y el cohecho están a la vista.


La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar”. Brian Weiss Médico psiquiatra estadounidense (1944)

La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín”. Alphonse Karr Escritor francés (1808-1890)

Es escandaloso que el SRI nos diga ahora que de 2010 a 2018, 871 empresas fantasmas realizaron compras ficticias por 2.724,603 millones de dólares. ¿Por qué debieron pasar tantos años para que una defraudación fiscal tan abultada se develara? Es evidente: la corrupción es un monstruo de mil cabezas que opera de mil maneras y que cuando se le corta una cabeza por un lado, salen otras casi de inmediato.

La denuncia apunta a quienes crearon estas empresas fantasmas, desde luego, pero también cuestiona a los organismos de control que debieron prevenirlas, detectarlas y sancionarlas a tiempo. La pelota pasa a seguidas a la cancha del sector privado, donde hay mucha exigencia por la transparencia en el manejo del Estado y del gobierno de turno, pero que es incapaz, por ignorancia o conveniencia, de mirarse por dentro.

Durante ocho años tuvimos deficiencias en rendición de cuentas, separación de poderes, justicia y democracia. Estos negocios ilícitos contribuyen en gran medida al déficit fiscal que padece el país, a la pobreza con la que cargamos, al malestar social que se palpa, al desempleo y el subempleo, a la marginación y la desesperanza social. En el río revuelto de la revolución ciudadana, muchos “humildes pescadores” se hicieron millonarios.

No pocos “fantasmas” de entonces, aún siguen pescando. El 73,55% están en Guayaquil y Quito, 15,55% en El Oro, Manabí y Cuenca, y 10,88% en las otras provincias. Toca a la justicia actuar con prontitud y ponerles nombres y apellidos a los gestores y beneficiarios de estas empresas fde este tipo. La prevaricación, por robo y peculado, el atraco y el cohecho están a la vista.


La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar”. Brian Weiss Médico psiquiatra estadounidense (1944)

La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín”. Alphonse Karr Escritor francés (1808-1890)