Sentenciado tras ser atrapado con marihuana

DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.
DETENIDO. El ciudadano fue acompañado de seguridad penitenciaria hasta la Corte de Justicia y de regreso al centro penitenciario de Tulcán.

Redacciòn TULCÁN

En total, 10 años de privación de libertad y el pago de 40 salarios mínimos, como multa por la infracción cometida, es lo que Freddy Uriel Pinto Almeida deberá purgar y cancelar, respectivamente, tras haber sido determinado como autor del delito de tráfico y tenencia de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.

La audiencia de juzgamiento se llevó a cabo en la Corte Provincial de Justicia de Carchi, donde los jueces del Tribunal de Garantías Penales determinaron la responsabilidad del implicado, sobre quien aseguraron cometió el delito con voluntad y conociendo del ilícito, por lo que dictaminaron su veredicto acusatorio.

Droga en una caleta

El procesado fue capturado en un control policial situado en San Gabriel, el 18 de mayo de este año, portando dentro de un automotor, marca KIA, miles de dosis de estupefaciente.

El personal policial de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi detuvo la marcha del automotor, en Montúfar, en el control sur de la localidad, donde notaron que en la guantera del vehículo existía una manipulación.

Esta parte fue revisada, de donde un olor a estupefaciente emanaba.

El vehículo y el sospechoso fueron llevados hasta la oficina de la Unidad Antinarcóticos, donde realizaron una inspección minuciosa al carro, hallándole varias caletas de almacenaje, que guardaban envoltorios con una sustancia verdosa.

Guardachoque, asientos, piso, todo, estaba repleto de alucinógeno, escondido para burlar a los policías. Pero no lo consiguió.

Era marihuana

A la sustancia se le realizó la prueba preliminar de campo, que arrojó que se trataba de marihuana.

El sujeto fue privado de su libertad y, desde entonces, permaneció interno en la penitenciaría de Tulcán, donde continuará recluido por el grave delito cometido, hasta por lo menos el año 2029.

La sustancia tenía como fin fomentar el tráfico de consumo interno en varias provincias del Ecuador, pero gracias a la intervención de los policías de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi, el implicado no pudo lograr su cometido y las dosis no llegaron a ser comercializadas.

Dentro del proceso se conoció, además, que el carro en el que se encontró el estupefaciente había sido robado en Quito, en el cual el chasis e identificación numérica habrían sido también adulterados. (MAGC)

Redacciòn TULCÁN

En total, 10 años de privación de libertad y el pago de 40 salarios mínimos, como multa por la infracción cometida, es lo que Freddy Uriel Pinto Almeida deberá purgar y cancelar, respectivamente, tras haber sido determinado como autor del delito de tráfico y tenencia de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.

La audiencia de juzgamiento se llevó a cabo en la Corte Provincial de Justicia de Carchi, donde los jueces del Tribunal de Garantías Penales determinaron la responsabilidad del implicado, sobre quien aseguraron cometió el delito con voluntad y conociendo del ilícito, por lo que dictaminaron su veredicto acusatorio.

Droga en una caleta

El procesado fue capturado en un control policial situado en San Gabriel, el 18 de mayo de este año, portando dentro de un automotor, marca KIA, miles de dosis de estupefaciente.

El personal policial de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi detuvo la marcha del automotor, en Montúfar, en el control sur de la localidad, donde notaron que en la guantera del vehículo existía una manipulación.

Esta parte fue revisada, de donde un olor a estupefaciente emanaba.

El vehículo y el sospechoso fueron llevados hasta la oficina de la Unidad Antinarcóticos, donde realizaron una inspección minuciosa al carro, hallándole varias caletas de almacenaje, que guardaban envoltorios con una sustancia verdosa.

Guardachoque, asientos, piso, todo, estaba repleto de alucinógeno, escondido para burlar a los policías. Pero no lo consiguió.

Era marihuana

A la sustancia se le realizó la prueba preliminar de campo, que arrojó que se trataba de marihuana.

El sujeto fue privado de su libertad y, desde entonces, permaneció interno en la penitenciaría de Tulcán, donde continuará recluido por el grave delito cometido, hasta por lo menos el año 2029.

La sustancia tenía como fin fomentar el tráfico de consumo interno en varias provincias del Ecuador, pero gracias a la intervención de los policías de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi, el implicado no pudo lograr su cometido y las dosis no llegaron a ser comercializadas.

Dentro del proceso se conoció, además, que el carro en el que se encontró el estupefaciente había sido robado en Quito, en el cual el chasis e identificación numérica habrían sido también adulterados. (MAGC)

Redacciòn TULCÁN

En total, 10 años de privación de libertad y el pago de 40 salarios mínimos, como multa por la infracción cometida, es lo que Freddy Uriel Pinto Almeida deberá purgar y cancelar, respectivamente, tras haber sido determinado como autor del delito de tráfico y tenencia de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.

La audiencia de juzgamiento se llevó a cabo en la Corte Provincial de Justicia de Carchi, donde los jueces del Tribunal de Garantías Penales determinaron la responsabilidad del implicado, sobre quien aseguraron cometió el delito con voluntad y conociendo del ilícito, por lo que dictaminaron su veredicto acusatorio.

Droga en una caleta

El procesado fue capturado en un control policial situado en San Gabriel, el 18 de mayo de este año, portando dentro de un automotor, marca KIA, miles de dosis de estupefaciente.

El personal policial de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi detuvo la marcha del automotor, en Montúfar, en el control sur de la localidad, donde notaron que en la guantera del vehículo existía una manipulación.

Esta parte fue revisada, de donde un olor a estupefaciente emanaba.

El vehículo y el sospechoso fueron llevados hasta la oficina de la Unidad Antinarcóticos, donde realizaron una inspección minuciosa al carro, hallándole varias caletas de almacenaje, que guardaban envoltorios con una sustancia verdosa.

Guardachoque, asientos, piso, todo, estaba repleto de alucinógeno, escondido para burlar a los policías. Pero no lo consiguió.

Era marihuana

A la sustancia se le realizó la prueba preliminar de campo, que arrojó que se trataba de marihuana.

El sujeto fue privado de su libertad y, desde entonces, permaneció interno en la penitenciaría de Tulcán, donde continuará recluido por el grave delito cometido, hasta por lo menos el año 2029.

La sustancia tenía como fin fomentar el tráfico de consumo interno en varias provincias del Ecuador, pero gracias a la intervención de los policías de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi, el implicado no pudo lograr su cometido y las dosis no llegaron a ser comercializadas.

Dentro del proceso se conoció, además, que el carro en el que se encontró el estupefaciente había sido robado en Quito, en el cual el chasis e identificación numérica habrían sido también adulterados. (MAGC)

Redacciòn TULCÁN

En total, 10 años de privación de libertad y el pago de 40 salarios mínimos, como multa por la infracción cometida, es lo que Freddy Uriel Pinto Almeida deberá purgar y cancelar, respectivamente, tras haber sido determinado como autor del delito de tráfico y tenencia de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.

La audiencia de juzgamiento se llevó a cabo en la Corte Provincial de Justicia de Carchi, donde los jueces del Tribunal de Garantías Penales determinaron la responsabilidad del implicado, sobre quien aseguraron cometió el delito con voluntad y conociendo del ilícito, por lo que dictaminaron su veredicto acusatorio.

Droga en una caleta

El procesado fue capturado en un control policial situado en San Gabriel, el 18 de mayo de este año, portando dentro de un automotor, marca KIA, miles de dosis de estupefaciente.

El personal policial de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi detuvo la marcha del automotor, en Montúfar, en el control sur de la localidad, donde notaron que en la guantera del vehículo existía una manipulación.

Esta parte fue revisada, de donde un olor a estupefaciente emanaba.

El vehículo y el sospechoso fueron llevados hasta la oficina de la Unidad Antinarcóticos, donde realizaron una inspección minuciosa al carro, hallándole varias caletas de almacenaje, que guardaban envoltorios con una sustancia verdosa.

Guardachoque, asientos, piso, todo, estaba repleto de alucinógeno, escondido para burlar a los policías. Pero no lo consiguió.

Era marihuana

A la sustancia se le realizó la prueba preliminar de campo, que arrojó que se trataba de marihuana.

El sujeto fue privado de su libertad y, desde entonces, permaneció interno en la penitenciaría de Tulcán, donde continuará recluido por el grave delito cometido, hasta por lo menos el año 2029.

La sustancia tenía como fin fomentar el tráfico de consumo interno en varias provincias del Ecuador, pero gracias a la intervención de los policías de la Unidad Subzonal de Antinarcóticos de Carchi, el implicado no pudo lograr su cometido y las dosis no llegaron a ser comercializadas.

Dentro del proceso se conoció, además, que el carro en el que se encontró el estupefaciente había sido robado en Quito, en el cual el chasis e identificación numérica habrían sido también adulterados. (MAGC)