Personajes de un cuento local cobran vida para entretener y enseñar a los infantes

Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.
Iniciativa. Rosem Tamayo dio vida a los personajes del cuento ‘Meibi y Neibi’, a manera de juguetes para las niñas y niños.

Redacción TULCÁN

Quien está detrás de la ejecución de esta iniciativa es Rosem Tamayo, una editora y publicista, quien decidió trasladar a las interlocutoras del cuento ‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ (escrito por el gestor cultural carchense Ramiro Cabrera) a manera de juguetes para las niñas y niños.

La iniciativa

La idea le vino posterior a mirar que las grandes marcas, después de estrenar sus películas, tienden a producir juguetes o muñecos, los cuales alientan a los infantes a leer las historias basadas en el filme.

Por conversatorios mantenidos, Tamayo recurrió a una institución educativa local para ejecutar la tarea de confección de las muñecas.

“Yo no soy diseñadora y buscando una manera de que me apoyen me dirigí hacia la Unidad Educativa 1 de Mayo”, explicó.

Fue de esta manera que cinco estudiantes del tercer año de bachillerato, junto a su maestra, realizaron el diseño del vestido y la producción.

Detalles de las muñecas

Lourdes Paguay, docente del área técnica de la unidad educativa, explicó que las muñecas están confeccionadas en fieltro.

La vestimenta se realizó en lino estampado, el cabello se hizo con lana y la cara es bordada. “Los chicos, bajo la dirección mía, crearon el prototipo tanto de la muñeca como de la ropa. Utilizamos 10 metros de tela para las muñecas y también 10 metros para la ropa”.

Estas muñecas, las cuales son afrodescendientes, poseen su indumentaria, incluida la ropa interior.

Los infantes que jueguen con ellas, pueden intercambiar las prendas o en su defecto comprar otros vestidos, para de esa forma tener una gala de vestuario para los juguetes.

Sin embargo, tanto para el diseño del rostro como para el bordado, Rosem Tamayo resaltó que se realizaron gracias al trabajo local. “Andrea Rosero realizó el diseño de las caritas de las muñecas y Juan Carlos Herrera el bordado, en su local denominado ‘El Garaje’”.

Producción y costos

Este proyecto, de acuerdo a Tamayo, planteó la producción de 60 parejas de muñecas, sin embargo actualmente se confeccionan 24 pares, las cuales están disponibles para su venta, tanto en la Papelería Mantilla, Papelería Española, Bazar Mericita y uno de los locales en las carpas del Parque Ayora, en Tulcán.

El producto consta de las dos muñecas, acompañadas de una funda ecológica. A esto se suma también la entrega del libro. Todo este paquete cuesta 32 dólares.

“Las fundas las hicimos para que el niño tenga su muñeca en una funda de tela y no una de plástico”, dijo.

Apoyo a los estudiantes

Por su parte, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, indicó que gracias a este proyecto se busca que los estudiantes realicen emprendimientos.

“Queremos que las estudiantes que salen como bachilleres, salgan a generar una fuente de trabajo y no pedir un cargo en alguna fábrica, sino que ellas de a poco generen sus ingresos”, destacó.

Añadió que conjuntamente con la ejecución de esta labor, se brinda un apoyo para la cultura, recreación de infantes y también la obtención de recursos económicos, según su criterio, para avanzar en proyectos productivos e integrar a los demás cursos de bachillerato. (APRN)

La historia de las muñecas

‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ es un cuento escrito por el gestor cultural y antropólogo carchense Ramiro Cabrera.

Esta redacción narra la historia sobre la llegada del pueblo afro al norte del país, especialmente a la parroquia de La Concepción (cantón Mira).

La presentación del libro se realizó el 10 de abril del presente. Mediante una investigación en campo, se recopiló los antecedentes históricos y las voces de las personas, para conjugarlas a manera de homenaje tanto del saber ancestral de los afro como de su lucha contra la esclavitud.

Redacción TULCÁN

Quien está detrás de la ejecución de esta iniciativa es Rosem Tamayo, una editora y publicista, quien decidió trasladar a las interlocutoras del cuento ‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ (escrito por el gestor cultural carchense Ramiro Cabrera) a manera de juguetes para las niñas y niños.

La iniciativa

La idea le vino posterior a mirar que las grandes marcas, después de estrenar sus películas, tienden a producir juguetes o muñecos, los cuales alientan a los infantes a leer las historias basadas en el filme.

Por conversatorios mantenidos, Tamayo recurrió a una institución educativa local para ejecutar la tarea de confección de las muñecas.

“Yo no soy diseñadora y buscando una manera de que me apoyen me dirigí hacia la Unidad Educativa 1 de Mayo”, explicó.

Fue de esta manera que cinco estudiantes del tercer año de bachillerato, junto a su maestra, realizaron el diseño del vestido y la producción.

Detalles de las muñecas

Lourdes Paguay, docente del área técnica de la unidad educativa, explicó que las muñecas están confeccionadas en fieltro.

La vestimenta se realizó en lino estampado, el cabello se hizo con lana y la cara es bordada. “Los chicos, bajo la dirección mía, crearon el prototipo tanto de la muñeca como de la ropa. Utilizamos 10 metros de tela para las muñecas y también 10 metros para la ropa”.

Estas muñecas, las cuales son afrodescendientes, poseen su indumentaria, incluida la ropa interior.

Los infantes que jueguen con ellas, pueden intercambiar las prendas o en su defecto comprar otros vestidos, para de esa forma tener una gala de vestuario para los juguetes.

Sin embargo, tanto para el diseño del rostro como para el bordado, Rosem Tamayo resaltó que se realizaron gracias al trabajo local. “Andrea Rosero realizó el diseño de las caritas de las muñecas y Juan Carlos Herrera el bordado, en su local denominado ‘El Garaje’”.

Producción y costos

Este proyecto, de acuerdo a Tamayo, planteó la producción de 60 parejas de muñecas, sin embargo actualmente se confeccionan 24 pares, las cuales están disponibles para su venta, tanto en la Papelería Mantilla, Papelería Española, Bazar Mericita y uno de los locales en las carpas del Parque Ayora, en Tulcán.

El producto consta de las dos muñecas, acompañadas de una funda ecológica. A esto se suma también la entrega del libro. Todo este paquete cuesta 32 dólares.

“Las fundas las hicimos para que el niño tenga su muñeca en una funda de tela y no una de plástico”, dijo.

Apoyo a los estudiantes

Por su parte, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, indicó que gracias a este proyecto se busca que los estudiantes realicen emprendimientos.

“Queremos que las estudiantes que salen como bachilleres, salgan a generar una fuente de trabajo y no pedir un cargo en alguna fábrica, sino que ellas de a poco generen sus ingresos”, destacó.

Añadió que conjuntamente con la ejecución de esta labor, se brinda un apoyo para la cultura, recreación de infantes y también la obtención de recursos económicos, según su criterio, para avanzar en proyectos productivos e integrar a los demás cursos de bachillerato. (APRN)

La historia de las muñecas

‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ es un cuento escrito por el gestor cultural y antropólogo carchense Ramiro Cabrera.

Esta redacción narra la historia sobre la llegada del pueblo afro al norte del país, especialmente a la parroquia de La Concepción (cantón Mira).

La presentación del libro se realizó el 10 de abril del presente. Mediante una investigación en campo, se recopiló los antecedentes históricos y las voces de las personas, para conjugarlas a manera de homenaje tanto del saber ancestral de los afro como de su lucha contra la esclavitud.

Redacción TULCÁN

Quien está detrás de la ejecución de esta iniciativa es Rosem Tamayo, una editora y publicista, quien decidió trasladar a las interlocutoras del cuento ‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ (escrito por el gestor cultural carchense Ramiro Cabrera) a manera de juguetes para las niñas y niños.

La iniciativa

La idea le vino posterior a mirar que las grandes marcas, después de estrenar sus películas, tienden a producir juguetes o muñecos, los cuales alientan a los infantes a leer las historias basadas en el filme.

Por conversatorios mantenidos, Tamayo recurrió a una institución educativa local para ejecutar la tarea de confección de las muñecas.

“Yo no soy diseñadora y buscando una manera de que me apoyen me dirigí hacia la Unidad Educativa 1 de Mayo”, explicó.

Fue de esta manera que cinco estudiantes del tercer año de bachillerato, junto a su maestra, realizaron el diseño del vestido y la producción.

Detalles de las muñecas

Lourdes Paguay, docente del área técnica de la unidad educativa, explicó que las muñecas están confeccionadas en fieltro.

La vestimenta se realizó en lino estampado, el cabello se hizo con lana y la cara es bordada. “Los chicos, bajo la dirección mía, crearon el prototipo tanto de la muñeca como de la ropa. Utilizamos 10 metros de tela para las muñecas y también 10 metros para la ropa”.

Estas muñecas, las cuales son afrodescendientes, poseen su indumentaria, incluida la ropa interior.

Los infantes que jueguen con ellas, pueden intercambiar las prendas o en su defecto comprar otros vestidos, para de esa forma tener una gala de vestuario para los juguetes.

Sin embargo, tanto para el diseño del rostro como para el bordado, Rosem Tamayo resaltó que se realizaron gracias al trabajo local. “Andrea Rosero realizó el diseño de las caritas de las muñecas y Juan Carlos Herrera el bordado, en su local denominado ‘El Garaje’”.

Producción y costos

Este proyecto, de acuerdo a Tamayo, planteó la producción de 60 parejas de muñecas, sin embargo actualmente se confeccionan 24 pares, las cuales están disponibles para su venta, tanto en la Papelería Mantilla, Papelería Española, Bazar Mericita y uno de los locales en las carpas del Parque Ayora, en Tulcán.

El producto consta de las dos muñecas, acompañadas de una funda ecológica. A esto se suma también la entrega del libro. Todo este paquete cuesta 32 dólares.

“Las fundas las hicimos para que el niño tenga su muñeca en una funda de tela y no una de plástico”, dijo.

Apoyo a los estudiantes

Por su parte, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, indicó que gracias a este proyecto se busca que los estudiantes realicen emprendimientos.

“Queremos que las estudiantes que salen como bachilleres, salgan a generar una fuente de trabajo y no pedir un cargo en alguna fábrica, sino que ellas de a poco generen sus ingresos”, destacó.

Añadió que conjuntamente con la ejecución de esta labor, se brinda un apoyo para la cultura, recreación de infantes y también la obtención de recursos económicos, según su criterio, para avanzar en proyectos productivos e integrar a los demás cursos de bachillerato. (APRN)

La historia de las muñecas

‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ es un cuento escrito por el gestor cultural y antropólogo carchense Ramiro Cabrera.

Esta redacción narra la historia sobre la llegada del pueblo afro al norte del país, especialmente a la parroquia de La Concepción (cantón Mira).

La presentación del libro se realizó el 10 de abril del presente. Mediante una investigación en campo, se recopiló los antecedentes históricos y las voces de las personas, para conjugarlas a manera de homenaje tanto del saber ancestral de los afro como de su lucha contra la esclavitud.

Redacción TULCÁN

Quien está detrás de la ejecución de esta iniciativa es Rosem Tamayo, una editora y publicista, quien decidió trasladar a las interlocutoras del cuento ‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ (escrito por el gestor cultural carchense Ramiro Cabrera) a manera de juguetes para las niñas y niños.

La iniciativa

La idea le vino posterior a mirar que las grandes marcas, después de estrenar sus películas, tienden a producir juguetes o muñecos, los cuales alientan a los infantes a leer las historias basadas en el filme.

Por conversatorios mantenidos, Tamayo recurrió a una institución educativa local para ejecutar la tarea de confección de las muñecas.

“Yo no soy diseñadora y buscando una manera de que me apoyen me dirigí hacia la Unidad Educativa 1 de Mayo”, explicó.

Fue de esta manera que cinco estudiantes del tercer año de bachillerato, junto a su maestra, realizaron el diseño del vestido y la producción.

Detalles de las muñecas

Lourdes Paguay, docente del área técnica de la unidad educativa, explicó que las muñecas están confeccionadas en fieltro.

La vestimenta se realizó en lino estampado, el cabello se hizo con lana y la cara es bordada. “Los chicos, bajo la dirección mía, crearon el prototipo tanto de la muñeca como de la ropa. Utilizamos 10 metros de tela para las muñecas y también 10 metros para la ropa”.

Estas muñecas, las cuales son afrodescendientes, poseen su indumentaria, incluida la ropa interior.

Los infantes que jueguen con ellas, pueden intercambiar las prendas o en su defecto comprar otros vestidos, para de esa forma tener una gala de vestuario para los juguetes.

Sin embargo, tanto para el diseño del rostro como para el bordado, Rosem Tamayo resaltó que se realizaron gracias al trabajo local. “Andrea Rosero realizó el diseño de las caritas de las muñecas y Juan Carlos Herrera el bordado, en su local denominado ‘El Garaje’”.

Producción y costos

Este proyecto, de acuerdo a Tamayo, planteó la producción de 60 parejas de muñecas, sin embargo actualmente se confeccionan 24 pares, las cuales están disponibles para su venta, tanto en la Papelería Mantilla, Papelería Española, Bazar Mericita y uno de los locales en las carpas del Parque Ayora, en Tulcán.

El producto consta de las dos muñecas, acompañadas de una funda ecológica. A esto se suma también la entrega del libro. Todo este paquete cuesta 32 dólares.

“Las fundas las hicimos para que el niño tenga su muñeca en una funda de tela y no una de plástico”, dijo.

Apoyo a los estudiantes

Por su parte, Winston Erazo, rector de la Unidad Educativa Municipal 1 de Mayo, indicó que gracias a este proyecto se busca que los estudiantes realicen emprendimientos.

“Queremos que las estudiantes que salen como bachilleres, salgan a generar una fuente de trabajo y no pedir un cargo en alguna fábrica, sino que ellas de a poco generen sus ingresos”, destacó.

Añadió que conjuntamente con la ejecución de esta labor, se brinda un apoyo para la cultura, recreación de infantes y también la obtención de recursos económicos, según su criterio, para avanzar en proyectos productivos e integrar a los demás cursos de bachillerato. (APRN)

La historia de las muñecas

‘Meibi y Neibi y el Árbol de las Palabras’ es un cuento escrito por el gestor cultural y antropólogo carchense Ramiro Cabrera.

Esta redacción narra la historia sobre la llegada del pueblo afro al norte del país, especialmente a la parroquia de La Concepción (cantón Mira).

La presentación del libro se realizó el 10 de abril del presente. Mediante una investigación en campo, se recopiló los antecedentes históricos y las voces de las personas, para conjugarlas a manera de homenaje tanto del saber ancestral de los afro como de su lucha contra la esclavitud.