Silbidos, miradas intensas, comentarios obscenos y persecución son algunas de las cosas con las que las mujeres deben lidiar a diario.
El simple hecho de salir a la calle se convierte en un fastidio para miles de mujeres, que desde temprana edad comienzan a ser víctimas de acoso callejero.
Joselyn López, es una estudiante de Ingeniería en Alimentos, quien viaja constantemente a estudiar en la Universidad Técnica de Ambato, pero siempre debe hacerlo con cuidado, porque la sociedad le recuerda constantemente que “una mujer sola es peligroso”.
Además Joselyn explica que en múltiples ocasiones ha sido víctima de acosos en los buses y en las calles.
“Siempre te dicen mamacita, o hacen sonidos raros y cosas peores que es difícil decirlas y los hombres se creen con todo el derecho”, afirma.
Para Joselyn este no es el único problema a veces la han tocado y al reclamar solo recibe insultos.
“No soy la única y creo que si preguntas a casi todas las chicas alguna vez les han gritado algo o les ‘mandan mano’”, asegura Joselyn.
Esta es una realidad que mujeres de todas las edades viven en las calles, ya que no pueden andar sin recibir un ‘piropo de mal gusto’ o una grosería.
“Si a una no le da la gana no deberían acercársele las personas para decirle cosas, y lo peor es que si te quejas con el Policía o con el conductor no te dicen nada e incluso ellos mismos son los que pasan por las calles molestándote”, expresa.
Este tema en Latacunga no es abordado por las autoridades y no existe una ordenanza que sanciones este tipo de actividades, por ello las mujeres se limitan.
“Si hace sol uno prefiere no ponerse una falda o un vestido porque ya tienes que estar dispuesta a escuchar patanadas”, dijo Joselyn.
¿Qué lo provoca?
Según el psicólogo clínico Diego Aguilera, este problema se contextualiza como violencia a la mujer por el hecho de que existe un abordaje imprudente o de tipo drástico, y en ocasiones al querer expresar lo bello de una mujer se violenta la integridad de esta persona.
EL DATO
Al menos 7 de cada 10 mujeres en el mundo han sufrido alguna forma de acoso sexual callejero, según stopstreetharrasment.orgSe afecta el desarrollo de la sexualidad de las mujeres porque al hablar de esto, no es solo un acto íntimo, “la sexualidad es todo lo que involucra al accionar del ser humano, su forma de vestir, de expresarse de caminar de actuar”, comentó.
Al momento de existir un acoso hay una cohibición del desarrollo de esta persona, es decir, la joven, niña o adulta piensa: si me visto de una forma me van a molestar, si digo algo o si hago algo que me gusta, me salgo del límite o voy a impactar demasiado y la persona empieza a cohibirse y frustrarse.
Causas
La cultura machista es el primer factor que influye en este problema “vemos que no se puede romper pese a las luchas de equidad de género y vemos que el estereotipo de que el hombre puede decir o hacer lo que quiera sigue latente”, resaltó el Psicólogo.
Otro hecho es que la mayoría de las mujeres prefiere callar y otro porcentaje cría a sus hijas para aceptar este comportamiento como algo normal.
¿Cómo eliminarlo?
“La única forma en la que se puede parar el acoso es generar asertividad al momento que existe el estímulo, no hay porque callar ni reprimir las emociones y bajo ningún punto de vista es la forma de bloquear este tipo de comportamientos”, recomendó.
En Quito existe la Ordenanza Metropolitana 235, que establece las políticas hacia la erradicación de la violencia de género, además otras medidas similares se instalan en países de Latinoamérica. (NA)