Clamamos por seguridad

POR: PAULINA CORONEL PÁEZ

La seguridad ciudadana se ha convertido en una necesidad básica de los ciudadanos ecuatorianos y del mundo. Así, como necesitamos alimentarnos y exigimos se cumpla el derecho a la salud, a la educación; es una prioridad sentirnos seguros y no amenazados por la delincuencia como ocurre en los actuales momentos. Es muy triste para las familias latacungueñas que han sido víctimas de robos, asaltos y agresiones de todo tipo, recordar este tipo de hechos.

Y en la mayoría de los casos, el sabor amargo es más fuerte porque no se identifica a los responsables. Hace pocos días varios domicilios en sectores como Locoa y Salache fueron visitados por los antisociales, quienes se llevaron artículos de incalculable valor material y sentimental.

En algunos casos, incluso con daños a la persona.¿Qué hacer? ¿Encerrarnos más. Colocar alarmas y cercas eléctricas, guardias. Armar un plan de prevención? En definitiva vivir en permanente zozobra. Y lo mismo ocurre en la zona rural, en donde los robos de ganado y también de viviendas no cesan. Las autoridades y la Policía se defienden mostrando cifras, acciones ejecutadas, planes de acción, montos de inversión. Está bien. Pero, seguimos en las mismas.

No se puede consolar con ese discurso a quién fue víctima de un hecho delictivo.

En esa persona, solo está el deseo de que no vuelva a suceder y menos a sus seres queridos. Lamentablemente el deterioro social avanza a pasos agigantados. Y no se puede culpar a la pobreza. Existen múltiples factores como el narcotráfico, la organización delictiva convertida en una empresa lucrativa y el afán por conseguir dinero fácil hacen que los delincuentes no midan el daño que hacen a la humanidad. La seguridad debe ser una prioridad.