Bono de campaña

PAULINA CORONEL PÁEZ

El incremento del Bono de Desarrollo Humano, de $50 hasta $150, según el número de hijos de los beneficiarios se implementa en el país, conforme el ofrecimiento de campaña del presidente Lenin Moreno.

Es de esperarse, que además del dinero que se entrega se haga un seguimiento de cada familia; para que no solo se mejore sus niveles de ingreso, sino que se eleve su calidad de vida. En la mayoría de los casos son madres solteras, con hijos de diferentes padres, con pocos años de escolaridad, que experimentan violencia doméstica; y cuyos pequeños sufren las consecuencias, pues les hace falta la estabilidad del hogar, educación continua, no ser utilizados para pedir limosna….

En fin una serie de problemas derivados de la pobreza y de la descomposición social. No se trata de oponerse a la entrega de estos recursos, pero siempre será mejor un trabajo estable para los beneficiarios, exceptuando a las personas de la tercera edad; éste último grupo prioritario, que necesita no solo un bono sino una mejor atención de salud y procesos de integración, para que la soledad, no sea su última compañera de camino. Por qué no se crea una sistema laboral complementario a la entrega del Bono? Así, quienes lo reciben lo devengan con su trabajo en el mismo sistema estatal, o en convenio con la empresa privada, o con la red de salud y educación.

Incluso, se puede apoyar a este grupo humano con capacitación no solo en la labor que puede realizar, sino en autoestima, en la importancia de ver crecer a los hijos sin maltrato y sin vicios. Que se dignifique el trabajo, para lograr un mejor futuro para todos. Se dice que no hay trabajo, pero el rato que se ofrece hay comodidad e irresponsabilidad. Justo porque acogerse al paternalismo y al Bono es más rentable.