Juan José Padilla, el ‘torero milagro’ se convierte en leyenda

Madrid. Juan José Padilla en la Plaza de Toros de Las Ventas. (Las Ventas)
Madrid. Juan José Padilla en la Plaza de Toros de Las Ventas. (Las Ventas)

El ‘Pirata’ en su última campaña toreará en la feria de Ambato.

Por: Santiago Aguilar

El ya legendario matador de toros Juan José Padilla anunció su retiro de la actividad profesional al término de la temporada del presente año. El ya legendario lidiador dejará el toreo activo al cabo de casi un cuarto de siglo de ejemplar carrera profesional caracterizada por el esfuerzo, el sufrimiento y el valor.

Juan José Padilla nació en la ciudad andaluza de Jerez en 1973. Como suele suceder en estos casos su precoz afición dio lugar a que tome muy pronto el camino del toreo llegando a llamar la atención desde novillero por su arrojo e intensa tauromaquia hasta alcanzar la alternativa en junio de 1994 en la plaza de Algeciras y su posterior presentación en Madrid, en septiembre de 1995.

La entrega y el sacrificio marcaron su carrera profesional pues, temporada a temporada, debió enfrentar a toros de las denominadas ganaderías duras. Es decir, aquellas reses complicadas y peligrosas procedente de divisas marginadas por las figuras; en una arriesgada apuesta que le permitió sumar corridas al alto costo de más de 30 heridas, dolorosas todas, algunas de ellas hicieron peligrar su vida como la propinada por un toro de Miura en Pamplona en 2001, las sufridas en Zaragoza en 2011 y en Valencia en marzo del año pasado.

El primer lustro como matador
Le permitió mostrar su valentía y dominio de todas las suertes, al punto que desde el año 2000 los contratos se incrementaron llegando a cumplir campañas muy importantes, en aquel lapso contabilizó 57 paseíllos que le aproximaron a la élite profesional, dos años más tarde acumuló 80 tardes que le instalaron en el top ten del toreo, grupo en el que se mantuvo cinco temporadas. En 2007 su actividad pierde inercia reflejándose durante los periodos posteriores en un menor registro de festejos hasta el terrible percance sufrido durante la Feria del Pilar de Zaragoza la tarde del 7 de octubre de 2011.

La espeluznante cogida le quitó la vista y el oído del lado izquierdo, dañó el nervio facial y produjo una severa oclusión mandibular. En el doloroso trance de su recuperación expresó que trabajaría lo indecible para volver a los ruedos; pocos días antes de su reaparición en la plaza de Olivenza en marzo de 2012 pidió que nadie sienta pena por él: “Quiero que me exijan como a otros compañeros porque eso será motivo de superación” apuntó, al tiempo de sentirse agradecido e impresionado por el interés de los empresarios por incluirle en decenas de corridas; de manera estoica llegó a decir: “el sufrimiento es parte de la gloria y ahora empiezo a recibirla”.

Tras una sorprendente recuperación se volvió a vestir de torero, apenas cinco meses después del percance, para emprender en emocionantes campañas que le ha llevado por las ferias más importantes de Europa y América en una suerte de resurrección del torero y del hombre.

Espectáculo. Juan José Padilla en un emocionante par de banderillas. (Foto: Crédito: 6 Toros 6)
Espectáculo. Juan José Padilla en un emocionante par de banderillas. (Foto: Crédito: 6 Toros 6)

A la vanguardia
En pocos meses sumó 71 actuaciones que le ubicaron en el segundo lugar del escalafón taurino mundial al que coronaría el año 2013 al acumular 64 tardes como número uno de las estadísticas, sitial que repitió en 2014 al apuntarse a 68 presentaciones; en 2015 fueron 52, en el 16 sumaron 46 y finalmente en la temporada pasada volvió a la cima del toreo al contabilizar 56 tardes.

Su nueva y boyante situación profesional ya consagrado como figura anunciado en los carteles con toros de mayor garantía en plazas de máxima importancia le llevaron a manifestar con humor: “Después de todo, no puedo quejarme, he recuperado la vida y estoy disfrutando de todo lo que pasa a mi alrededor, en lo profesional y en lo personal. ¡No te puedes imaginar lo que veo con un solo ojo, mucho más claro que antes!”.

Durante las últimas seis campañas, el Ciclón de Jerez reconvertido en el Pirata logró facturar medio millar de corridas en arenas de todo el mundo, asegurándose un espacio notable en la nueva historia de la fiesta de los toros.

Lo cierto es que el torero milagro dentro de unos meses se marchará de los ruedos, el pasado noviembre en los salones de un hotel sevillano, cargado de emoción dijo: “Anuncio mi retirada con tanta ilusión como anuncié mis comienzos. Me voy con la emoción y la ilusión de haber conseguido más de lo que había soñado. Será una temporada bonita dedicada a agradecer, con toda la fuerza del Ciclón, el inmenso cariño, respeto y apoyo que he recibido todos estos años”.

La campaña de 2018 terminará en octubre en la Plaza La Misericordia de Zaragoza; las vueltas de la vida imponen que en el mismo coso en el que casi pierde la vida, en la misma arena de la que renació como hombre y como torero, deba decir adiós a su profesión, quimera así referida en sus sentidas palabras: “En esa plaza pudo haber acabado todo y, sin embargo, fue donde todo empezó”.