Los convenios de desarrollo infantil, protección especial, discapacidades, adultos mayores que se firmaron ayer entre el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y las instituciones cooperantes tienen la vigencia de sesis meses y un año. El MIES aporta con el 80% y las instituciones con el 20%.
Daniel Chávez, director provincial del MIES, informó que cuentan con un presupuesto de 8 millones y medio de dólares para atender a los centros infantiles del buen vivir, centros geriátricos, adultos mayores, unidades de atención para personas con discapacidad y unidades de erradicación del trabajo infantil y algunos centros de acogimiento familiar.
Destacó que durante su gestión se trabaja para una nueva distribución de recursos de manera equitativa y que en este año se incrementó el presupuesto entre 500 mil y un millón de dólares.
Mónica Guilcaso, directora del Instituto Estupiñán, agradeció por este aporte anual que reciben para los dos proyectos el de los ancianos residentes y de los ancianos externos. Para el primero reciben 157 mil dólares y para el segundo 12 mil.
Detalló que con estos recursos se paga al personal que labora en la institución y como contraparte se encargan de la alimentación, el cuidado y la vestimenta para los ancianos.
Paulina Calvopiña, representante legal de la Fundación Saquisilí, que maneja los centros infantiles del buen vivir y el proyecto de discapacidad, informó que los convenios son de seis meses donde los centros infantiles recibirán 300 mil dólares para atender a 480 niños, la contraparte será de 80 mil dólares. Con lo que les entrega el MIES se asegura la alimentación de los niños y el pago del personal. El material didáctico y los implementos para el cuidado de los niños va por cuenta de la institución cooperante.
Para el proyecyo de discapacidad que dura todo el año, recibirán 46 mil 620 dólares y servirán para pagar al personal técnico ya que las actividades y material didáctico corren por cuenta de la fundación.
Milton Pullotasig, padre de familia dijo que los centros infantiles constituyen una ayuda para los padres que trabajan y no tienen con quien dejar a sus hijos, además en estos lugares se garantiza un adecuado aprendizaje de los niños. (VHG)