ALEJANDRO FABARA TORRES
¿Qué entienden por humanizar la ciudad? Para mi es entender y pensar que el progreso de nuestra ciudad no se basa solo en las grandes obras e inversión en infraestructuras; se necesita una gestión inteligente e integrada del espacio urbano pensado desde las necesidades de los ciudadanos para caminar por la calle, pasear, trasladarse, comprar, descansar y disfrutar de la ciudad. La fórmula no es un misterio: veredas anchas, señalización, ajardinamiento, arbolado, mobiliario, bancas, iluminación, plazas, contenedores de basura subterráneos o empotrados, etc.
El proyecto de ensanchamiento de las veredas del centro de la ciudad causa mucha polémica estos días. Y la solución no va a dejar satisfechos a todos. Pero el tema no es tan complicado como parece, un poco de sentido común nos basta para dar seis claves que deben tomarse en cuenta en el diseño de mejores veredas y ciudades más activas.
La primera clave es la señalización. No solo los conductores necesitan señalética, los peatones también necesitan saber que lugares tienen cerca y por donde moverse. La segunda clave es la seguridad. Mientras más ojos tengas en la calle durante el día más seguro será transitar; los negocios pueden ayudar con sus cámaras de vigilancia. Y en las noches, la iluminación es fundamental. La tercera es repensar los espacios para que inviten a permanecer en ellos, bancas y árboles hacen de una vereda un atractivo bulevar. La cuarta clave es la accesibilidad universal para que todo usuario, independientemente de su situación, pueda transitar sin problema. La quinta es tener superficies de calidad.
Y por último, el tamaño adecuado. En una vereda existen tres zonas: central, considerada como libre y que es por donde circulan los peatones; de servicios, ubicada en un costado de la calzada y que se caracteriza por tener asientos y basureros, y de transición, en donde se conecta el área libre con las construcciones. Todo esto sería posible si cada quien deja sus intereses y piensa en el bien común.