Escuelas rurales siguen sin respuesta

Problema. Muchos niños ya no tienen cerca su escuela.  (Foto archivo)
Problema. Muchos niños ya no tienen cerca su escuela. (Foto archivo)

En Cotopaxi, más de 100 instituciones educativas cerraron sus puertas desde 2008 hasta 2017, lo que según los dirigentes de las comunidades y padres de familia, ha generado problemas en el desempeño escolar de los menores por tener que trasladarse a lugares alejados.

Manuel Vega, dirigente de educación del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), destacó que el sistema de educación intercultural se vio afectado por estos cambios “aún no se han dado respuestas concretas sobre cuál es la realidad de las escuelas que fueron cerradas”, dijo Vega.

En agosto del año anterior cuando se dio la etapa de diálogo entre el presidente de la República, Lenín Moreno y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) se presentaron varias propuestas para el cambio en la educación bilingüe y para los jóvenes que deben viajar largas distancias para llegar. Entre estas propuestas estaba que se vea la posibilidad de reabrir algunas instituciones y centros de salud que fueron cerrados en comunidades alejadas.

Esto debido a que solo en Pujilí desde 2008 hasta 2014 se cerraron 27 escuelas y en Latacunga 74, estos cierres hacen que los niños que antes tenían su escuela a dos o tres calles, ahora deban tomar dos buses y arriesgarse a varios peligros.

“No todos los padres tienen dinero para pagar un recorrido y cuando se dieron estos cierres debieron preveer esta problemática”, dijo Vega.

Por su parte Leonidas Iza, dirigente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), explicó que en la zona urbana instituciones educativas como Ana Páez, Jorge Icaza, Once de Noviembre, y Juan Abel Echeverria, tienen el 90% de población indígena “por lo que deben regresar a sus comunidades o mejorar la educación intercultural”.

Agregó que esta migración de una escuela a la otra ha generado cambios en la cultura de los niños y jovenes, “ellos aprenden cosas que en el campo no habían, y son víctimas de bullying, maltrato y a veces caen en pandillas”, acotó Iza.

Mariana Chipe, madre de familia, tiene un hijo en segundo año de bachillerato y asegura que para su hijo quien estudia cuatro años en el colegio Vicente León fue difícil pasar de una pequeña escuela en Colatoa a la ciudad, “no hay transporte para tantos menores y las vías son pésimas por lo que las camionetas y taxis no quieren llevar”.

Ahora padres de familia, maestros y el MICC están a la espera de que se den respuestas a estos problemas que prometieron ser solucionados hace un año.

En su última visita a Cotopaxi, el presidente de la República, Lenín Moreno, manifestó que el anterior gobierno por tratar de estructurar centros educativos de calidad cerró 4.000 escuelas unidocentes y no se las reemplazó.

El Primer Mandatario afirmó que esos planteles no serán sustituidos por nuevos establecimientos unidocentes, durante su administración, sino “por escuelas que sean pequeñas pero que revistan la misma calidad y la misma excelencia”. (NA)