Unito de vez en cuando no hace daño…

Ricardo Viera Navarrete

Es común escuchar esta frase en los espacios más diversos, como la cena familiar, reuniones de trabajo, escuelas, parques, en fin…, por lo que, podemos concluir inicialmente que es algo socialmente aceptado. Pero, ¿qué significa realmente esta frase? “unito” equivale a un golpe, sea con la mano, una correa, una sandalia o sus análogos, “de vez en cuando” implica frecuencia y, “no hace daño”, que educa; dicho en otras palabras, golpear físicamente de forma frecuente educa.

Establecido el significado introduzcamos algunas reflexiones. El educar, es desarrollar facultades y capacidades intelectuales, morales y afectivas, sus mejores herramientas son la creatividad, el estímulo y el ejemplo. El golpear físicamente, es el acto de causar dolor corporal. La frecuencia es un patrón, algo que se repite regularmente.

Ahora demos un paso más adelante. El educar tiene como fin generar autonomía, y como tal, libertad para decidir adecuadamente. El dolor irrogado por una persona a otra, es un ejercicio de poder llamado violencia. Los patrones forman sistemas de comportamiento. Con estos elementos propongamos algunas conclusiones. La violencia no educa, daña y vulnera. Cuando la violencia se produce en la familia, es violencia intrafamiliar. La violencia ejercida sistemáticamente causa profundas afectaciones a la autoestima, a las facultades cognoscitivas, a la empatía, a la capacidad de transmitir afecto, por ende al proyecto de vida de las personas.

El castigo, la violencia o el dolor en cualquiera de sus formas no es una solución ni una herramienta de formación, si fuera así, las niñas, niños o adolescentes más castigados serían los más exitosos académicamente, pero más que nada emocionalmente, en su toma de decisiones; está comprobado que lamentablemente es al contrario.