Las autoridades de la coordinación zonal del Ministeiro de Justicia, organizaron un recorrido con los medios de comunicación para dar a conocer los programas que se manejan al interior de la cárcel.
María José Morales, encargada de la Coordinación zonal del Ministerio de Justicia Derechos Humanos y Cultos, comentó que dentro del centro hay hasta el momento 5.170 internos en las etapas de mínima, mediana y máxima seguridad, y en cada una existen 10 talleres distintos para el trabajo.
El recorrido inició en la zona de scanners en donde se inspecciona a las personas que llegan por diversos motivos y no se permite el ingreso de celulares, sustancias estupefacientes, dinero u objetos cortopunzantes.
Después se siguió por el cuarto de monitoreo donde se vigilan 538 cámaras instaladas dentro y fuera de los pabellones para mantener la seguridad.
Comedor
La visita continuó en el área de la cocina en donde se preparan los alimentos que llegan hasta la mesa de los reos y que previa a su elaboración pasan por un escáner para verificar que no contengan artículos o sustancias prohibidas.
A diario en la cocina se preparan alrededor de 5.250 platos de comida y se sirven tres veces al día.
En la cocina trabajan 94 personas y 10 privados de la libertad en la panadería.
Xavier Vinueza, administrador de la zona de comida, dijo que el desayuno consiste en una colada, un pan, una rodaja de queso y en ocasiones frutas.
El almuerzo es una sopa y el segundo incluye proteína y carbohidratos y un jugo al igual que la cena.
Producción agrícola
Dentro del centro se trabaja en tres granjas de producción agrícola en máxima, mediana y mínima seguridad, aquí se siembran productos orgánicos porque no se pueden utilizar químicos ni fungicidas, por lo que cultivan con la lombricultura y a futuro se busca implementar la crianza de cuyes.
Educación
Ayer, al igual que muchos estudiantes, los reos que estudian dentro de la cárcel terminaron su estudios y se acogen al periodo de vacaciones.
Al respecto, Juan Ulloa, rector de la unidad educativa Leonidas Proaño, explicó que como parte del Ministerio de Educación dentro de la cárcel se cuenta con la educación básica superior, bachillerato y alfabetización, en todos los niveles se tiene 1.800 personas que están estudiando. “Siguen el mismo proceso que las instituciones regulares y dura el mismo tiempo”.
En este programa participan 54 docentes y este año 39 personas obtendrán el título de bachilleres como la cuarta promoción de la cárcel.
Carpintería
Así también se manejan los talleres de carpintería en donde actualmente trabajan 64 personas y realizan toda clase de artículos en madera, la que es donada por el Ministerio del Ambiente.
Diego Cárdenas, promotor laboral, informó que existen varias alternativas para que los reos tengan una rehabilitación y puedan reinsertarse en la sociedad, además los trabajos pueden hacerse bajo pedido y son de calidad.
Deportes
Indor, baloncesto, acondicionamiento físico y fuerza muscular, son varias de las actividades que desarrollan los internos para mantenerse en forma y cuidar su estado físico.
André Catota, coordinador deportivo de la etapa de mínima seguridad comentó que entrenan los lunes miércoles, jueves y viernes.
“Aquí se ingenian para armar las pesas con las que trabajan las que son hechas con palos de escoba y botellas llenas de agua”, dijo Catota.
Oportunidades
Eduardo N. Privado de libertad que trabaja desde hace tres años en la panadería de la cárcel explicó que tiene una condena de 16 años y ya ha cumplido 10, con lo que ha podido aprender varias técnicas. En la panadería gana 385 dólares lo que se distribuyen a sus familiares, a sus ahorros y al seguro del IESS.
Con este dinero Eduardo ha logrado ahorrar 11 mil dólares y ahora su sueño es salir de la prisión para instalar su propia panadería, “ya tengo todo planeado y así puedo demostrar que soy una persona valiosa que puede salir adelante’.
El otro lado
Desde hace un mes se instalaron los inhibidores de señal dentro del centro carcelario por lo que ahora los reos deben comunicarse por cabinas telefónicas.
Sin embargo hay zonas específicas en donde se permite el ingreso a internet para los presos que acceden a la educación en las computadoras con acceso restringido a ciertas páginas.
Al respecto Paulina T. esposa de un interno expresó su malestar “cuando uno sale no puede ni llamar a la familia para contarles algo, o comunicarse con el abogado”. También se quejó del trato que recibe al hacer las visitas a su esposo, “nos controlan con perros y a veces no tenemos ni donde dejar encargadas las cosas”, comentó.
Al finalizar el recorrido Morales explicó que todas las actividades que se desarrollan dentro del centro permiten que mantengan su mente ocupada y empiecen a proyectarse a un mejor futuro. (NA)