Fuente de inspiración

ALEJANDRO FABARA TORRES

Con solo 21 años, Frank Wilczek, hizo el descubrimiento de su vida: la libertad asintótica, una fuerza de atracción que actúa en el microscópico mundo de los quarks (los ladrillos indivisibles de la materia). La libertad asintótica es, por ejemplo, la razón para que los cuatrillones de átomos de oxígeno, hidrógeno, nitrógeno y carbono que forman el cuerpo humano se mantengan juntos. En 2004, a los 53 años Wilczek ganó el premio Nobel de Física por este hallazgo.

En 2016, junto a otros premios Nobel, escribió una carta abierta lamentando que nadie represente a la humanidad en general en el sistema global de gobernanza, dominado por los estados nación. «El gobierno de cada país representa sus propios intereses nacionales», criticaron. Este grupo de intelectuales ve esto como un gran problema. El mundo está muy interconectado: económicamente, culturalmente, a través de la información, etc. El concepto de estados nación que compiten entre sí es cada vez más injustificable y se convierte en algo muy peligroso.

Una de las ideas más destacadas de su critica es que la mayoría de personas que ahora están tomando las decisiones sobre nuestro futuro no estarán aquí en 30 años. Creen que es el momento de crear un país simbólico de gente joven, de millennials, para participar en las cumbres políticas internacionales que toman decisiones sobre el cambio climático, por ejemplo.

«Mostrarían su opinión, debatirían y, con suerte, influirían en las persona que toman esas decisiones» dice Wilczek. Este premio Nobel cree que el hecho de tener una especie de autoridad que nos de voz para compartir nuestros intereses a largo plazo puede ser una fuerza positiva.

Muchas veces, hablan de nosotros como si fuéramos persona muy jóvenes que no tenemos mucha idea de cómo funciona el mundo. Pero Wilczek, por ejemplo, con 21 años hizo los descubrimientos por los que ganaría el Nobel. Estamos aquí para hacer cosas grandes, somos una fuente de inspiración para el mundo del futuro.