El futuro ‘Iron Man’ camina en la ribera del Esmeraldas

FORTÍN. El cuarto de Jossie Quintero es el espacio donde él, todos los días dedica un tiempo para la lectura o investigar en el internet.
FORTÍN. El cuarto de Jossie Quintero es el espacio donde él, todos los días dedica un tiempo para la lectura o investigar en el internet.

Sueña con inventos tecnológicos. Vive donde predomina la droga, peor él no cayó en adicción.

El tiro mortal ya había hecho su trabajo, pero él quería más. Lo intentó una y otra vez, pero la pistola se encasquilló. Luego se fue sin prisa entre los oscuros callejones ribereños. Todo ocurrió ante la incrédula mirada de Jossie, estudiante nocturno de 15 años.

Jossie empuñó sus cuadernos y siguió su andar fingiendo no haber visto nada. Ya son casi 2.000 noches de la tragedia, y el recuerdo de ese crimen todavía lo perturba, pese a que ahora ya tiene 20 años y ha leído decenas de libros de liderazgo, de Dios, de ciencia ficción, no ficción, aventura, acción, informática…

La tragedia la relata con tono bajito como cuando se entrega un secreto. Lo hace sentado en su cuarto de 7,5 metros cuadrados con paredes blancas. Ese asesinato, a sus 15 años, le hizo cuestionar la fragilidad de vida, y desde ese día se escudó en la lectura para no ser ni el verdugo ni la víctima.

Jossie Quintero ahora cursa el cuatro semestre de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Técnica ‘Luis Vargas Torres’ de Esmeraldas, antes del asesinato no era bachiller, pero sí vivía en ‘La olla’, uno de los barrios de la ribera del Esmeraldas donde la droga nunca falta.

La Policía Nacional desde su Unidad de Narcóticos reporta el decomiso al menos medio kilo de drogas cada mes extraída casas y vecinos cercanos al hogar de Jossie. Los vigías de la zona alertan cuando llegan los ‘pacos’. Pero en ocasiones los uniformados son más hábiles que los expendedores y logran quitarle la mercancía que tiene alta demanda especialmente los fines de semana.

A favor del medioambiente

Las noches de viernes y sábados la estridencia del vallenato, la salsa, reggaetón y el olor a marihuana de los trasnochadores impiden que la lectura sea posible en el cuarto de Jossie. Pero el introvertido Jossie optó por una solución inteligente: leer en las mañanas cuando los trasnochadores recuperan fuerza.

Y así lo hace desde hace cinco años. Y así hasta que sea Ingeniero en Sistemas y con orgullo le digan que es uno de los pocos de su edad que vive en ‘La olla’, y que logró un título de tercer nivel sin consumir drogas.

Encontrarlo a Jossie en medio de un tumultos de adolescentes y jóvenes atrapados por los placeres de la calle, no fue fácil. Para algunos ribereños la pregunta: ¿conoce a un adolescente o joven que no consuma drogas y estudie acá en ‘La Olla’? carecía de sentido, tomando como referencia que el consumo y venta de drogas y alcohol es la constante en la zona.

“No está bien que piensen que todos somos malos o consumimos”, cuestiona. Lo hace con tono aplomado pero respetuoso. Y pide que las autoridades vuelquen su mirada en los que ya están en consumo para rehabilitarlo, y en los valientes que el estudio bloquean la tentación.

Jossie tiene sueños. Aspira a ser un programador de sistemas capaz de crear paneles solares que hagan de la energía sostenible un factor común no contaminante, y con ello contraponerse al excesivo uso de combustibles fósiles: petróleo, carbón, gas natural y gas licuado del petróleo.

Su héroe

En su mente está inventar. Por ahora piensa crear en una aplicación amiga del medioambiente, todavía no sabe bien cómo, pero cuando ve a su héroe favorito, Iron Man (hombre de hierro), se convence que sí es posible, ya el personaje ficticio que nace de un empresario e ingeniero, utilizando lo mejor de la tecnología logra ser un gran superhéroe. Él quiere ser ese Iron Man.

Y por ese lee y lee, su novia lo sabe, sus profesores también, por eso le regalan libros. Con su contado grupo de amigos universitarios intercambian textos. Con los del barrio en ocasiones juega pelota. Está claro que no todo es estudio.

A los amigos recién llegado a su vida les omite cierta información personal como la dirección del lugar de residencia: sector Isla Piedad, ribera del Esmeraldas, barrio ‘La Olla’.

Anhela aprender inglés

Lo hace –confiesa- no porque se avergüence del lugar que lo vio nacer, que lo ve caminar hacia la Universidad, que en su adolescencia lo hizo testigo de un asesinato, de velorios de amigos caídos en combates callejeros, de rechazar ofertas de droga, sino que no desea someterse al prejuicio social de que “todos los de la ribera son fumones, ladrones o pandilleros”.

Jossie Quintero sabe que hablar de su barrio inicialmente le va a pesar negativamente al momento de buscar formalmente trabajo. Pero tiene un plan. Hacer que su carpeta laboral sea tan buena académicamente, que sus contratantes no tengan más opción que aceptarlo.

Por eso desea aprender idiomas, inglés particularmente, por ahora solo lo desea de corazón, ya que la pobreza le recuerda sin piedad que su realidad económica es la de un pobre, dependiente un padre soldador, de una mamá ama de casa, de hermanos sin estudios universitarios, y de él que se aferra a sus sueños: dominar inglés, ser ingeniero, nunca consumir drogas y demostrar que leyendo sí es posible salir invicto de la zona cargada de prejuicios, vicios, vallenatos, salsa y reggaetón.

Mi opinión

Karla Montaño Jiménez, Psicóloga Clínica

El afecto estructura la personalidad

La resiliencia y factores protectores influyen positivamente en el ser humano. En el caso Jossie, su capacidad de salir adelante a pesar de los factores de riesgo que lo rodean (drogas, alcohol, inseguridad…) le permiten marcar la diferencia entre sus pares del entorno. Él no dejó que las necesidades del hogar, y los factores del entorno como vivir donde faltan algunos servicios básicos, el lodo y la inseguridad lo afecten, más bien fueron su motivación para decirse sí puedo.

Sus sueños son innatos del humano, sin importar su condición social o religiosa. En los sueños están los deseos y las metas que nos motivan a realizar acciones. En el caso de los factores protectores que lo rodean, podría ser el amor protector de su mamá, ese afecto ayuda a estructurar la personalidad desde su infancia.

Su admiración por otros (Iron Man) también es parte de sus factores protectores, esa imagen se convierte en referencia para no ser como determinadas personas con acciones negativas.

Frases

No todos los de la ribera son fumones, ladrones o pandilleros. Acá hay mucha, mucha gente buena.

Las drogas te destruyen, no solo el cuerpo sino como persona, lo sé porque lo leí y veo a gente con ese problema.

Mi refugio ha sido la lectura. Gracias a ella no caigo en vicios negativos.

Sí es posible vivir en medio de un sitio con drogas y no consumirla.

Sería bueno que las autoridades ayuden realmente aquellos que están en consumo, muchos desean cambiar, pero no tienen apoyo.