La paz necesita negociadoras

Paulina Coronel Páez

Un informe de del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) difundido hace pocos días resume que “cuando las mujeres negocian, la paz es más duradera”.

Es decir que cuando las mujeres están presentes en una negociación que busca destrabar un conflicto civil o armado, la posibilidad de que un pacto de paz se alargue más de 15 años, aumenta en un 35%. Así lo dijo António Guterres, secretario general de la ONU. Para quien es además, lamentable que pese a esa tasa de éxito, en los últimos 30 años, las mujeres solo representan el 2% en los equipos negociadores de paz, en el mundo; 5% de testigos y firmantes y 8% de los negociadores.

Y paradójicamente, y más triste aún, es que son las mismas mujeres que saben negociar la paz, las que sufren los mayores efectos de las guerras y guerrillas, como los 800 casos de violencia sexual en conflictos, documentados por la ONU, en 2017. Ante esta situación existen compromisos de los países, que en la práctica no se cumplen. El propio Guterres dice que “hay una brecha significativa entre los que decimos y lo que hacemos afuera”.

En nuestros países (latinoamericanos) las madres, esposas, jóvenes y niñas sufren al extremo cuando tienen que emigrar en busca de mejores días para su familia, todavía los abusos sexuales y femicidios están presentes en la agenda informativa de los medios de comunicación, no por dar prioridad a la crónica roja sino porque son el reflejo de la realidad que se vive a diario.

Esa dinámica violenta debe cambiar no porque lo dicen las feministas; sino porque la sociedad necesita de las madres, esposas, profesionales, estudiantes, maestras, policías, políticas…Todas viviendo en paz, con respeto a sus derechos y aportando para que el mundo sea mejor.