Esencias con aroma a navidad

Tradición. En el puesto de Rosa Pineda se expenden variedad de productos.
Tradición. En el puesto de Rosa Pineda se expenden variedad de productos.

La tradición de prender el palo santo el incienso y otras esencias no se ha perdido con los años.

Ya inicia la época del año en que las calles cercanas a las iglesias se inundan de un olor particular, un aroma dulce e inconfundible que invita a los fieles católicos a recordar las tradiciones navideñas. Es el aroma al sahumerio.

Esta es una practica antigua empleada para recuperar la armonía, atraer las buenas vibraciones, obtener paz y tranquilidad y fortalecer las energías positivas presentes en el hogar.

Rosa Pineda, comerciante de estas esencias en las afueras de la Iglesia de El Salto, explicó que la técnica del sahumerio consiste en la quema de distintas plantas o minerales con olores característicos que ayudan a conseguir el equilibrio a través del aroma que esparce el humo.

Pineda se dedica a esta actividad desde hace tres años, sin embargo heredó esta tradición de su padre quien se ubicó en este lugar por 30 años, y aprendió el arte de las esencias santas de seis generaciones pasadas.

Cada aroma tiene su significado, pero el más buscado es el palo santo, mismo que a decir de Pineda es un aroma natural que sale de la corteza del árbol y esto sirve para sahumar la casa, limpiar a los niños y sacar las malas vibras de las personas.

El árbol palo santo, se encuentra principalmente la costa del país y se conoce como “la madera sagrada” o bursera.

Lo que hace tan místico al palo santo es que sus propiedades solo se desarrollan después de su muerte, es decir deben pasar muchos años, luego de haberse secado el árbol, para que la madera tenga todos los componentes que generan el mágico olor y pueda ser talada y usada.

Mientras que el incienso es un término que viene del latín “incensum”, que significa “encender”, y es una preparación hecha a base de resinas aromáticas vegetales, a las cuales se les añaden aceites de esencias diversas, de manera que cuando arden desprenden un humo con distintos olores y fragancias.

Pineda agregó que parte del incienso se obtiene de la lagrima de los arboles que son encontrados en Sigchos, “al año nos traen dos quintales y se prepara la venta”.

En este pequeño puesto que consiste en una mesa y una sombrilla que soporta sol, viento y lluvia, se vende un sinnúmero de símbolos de fe católica y los preparados de las esencias que contienen romero, mirra, sándalo, palo santo e incienso.

El proceso que se sigue para vender estas esencias consiste en secar las ramas, palos y hojas y luego se arman las fundas y esto se va mezclando con el palo santo y la hoja de sándalo.

“La época en la que más se venden estos aromas son las misas de navidad, las bendiciones y los pases del niño, porque esta es una época de reflexión y purificación”.

Para quemar estas esencias Pineda recomienda utilizar un recipiente con techo de lata, lo que se quema con carbón o en un bracero para que siga saliendo el olor.

En su puesto tradicional la funda de palo santo cuesta 75 centavos y la mezcla de hierbas tiene el mismo precio.

Además se expenden las velas de distintos colores, y cada una tiene su significado: la blanca es paz, tranquilidad y pureza, la amarilla es el dinero, el rojo el amor, la verde es un anhelo, el azul es para la salud y la morada significa prosperidad.

Además en este lugar se pueden encontrar tradicionales pulseras rojas que son para los recién nacidos “estas previenen los malos espíritus y las malas vibras”.

Para Rosa esta es una tradición maravillosa que lleva la fe a las personas, “no se ha perdido con los años y los niños aprenden estos detalles que hacen que nos acerquemos a la fe”. (NA)