Termina la instrucción fiscal en el caso de Juliana Campoverde

La búsqueda por conocer la verdad y encontrar a la joven quiteña desparecida hace 7 años, Juliana Campoverde, no termina para sus familiares, a pesar que este 30 de diciembre vence el plazo de 120 días de “instrucción” que tiene la Fiscalía de Pichincha para recabar pruebas para solicitar o no el inicio de juicio contra el principal sospechoso, el pastor evangélico Johnatan Carrillo.

El plazo se vence tras dos diligencias clave que entre el martes y ayer no se cumplieron por falta de colaboración de Carrillo y su hermano. El primero por negarse a reconstruir los hechos de su propia confesión de como arrojó el cuerpo a una quebrada en el norte oriente de Quito y el segundo por no acudir a rendir su versión con la excusa que se encuentra fuera del país.

“Lo que exigimos tanto al Estado, a la Iglesia Evangélica y a Johnatan C. que nos devuelva a Juliana. Ese será mi pedido de reparación integral. Tienen que devolvernos el cuerpo de Juliana porque ese ha sido el pedido de todos los años que hemos venido haciendo como padres, porque tenemos todo el derecho a la justicia y a la verdad”, señaló Elizabeth Rodríguez, madre de la joven. Esto a pesar de notificación de “prevenciones de ley”, es decir con advertencia que si no se presenta será llevado por la Policía.

A tres días que concluya el plazo, la última diligencia de investigación cumplida fue la excavación en el patio del domicilio de pastor Carrillo, en el norte de Quito. Los peritos no encontraron evidencias a pesar que en una inspección previa, con escáneres especiales se detectó que hubo movimiento de tierras a un metro de profundidad.

En una lucha contra el reloj, los laboratorios de Fiscalía también intentan presentar resultados de sus exámenes a las muestras de sangre encontradas en el garage y el baño de Carrillo.

Lo que viene
A partir de la próxima semana empieza la etapa de preparación del juicio con la que se conocerá si la Fiscalía se mantiene en acusación contra Carrillo por “secuestro extorsivo” o si da paso a la acusación presentada por la madre por asesinato. En los más de 100 cuerpos de este caso que se reactivó en noviembre del 2017, luego de retrasos ocasionados por una decena de fiscales consta la prueba de que del celular de Carrillo se realizó la última llamada con el chip del teléfono de Juliana, desaparecida desde el 7 de julio de 2012.