Luces, cámara… cine en Latacunga

Cultura. Luis Pruna, director del taller de Cine.
Cultura. Luis Pruna, director del taller de Cine.

Quienes son parte del taller aprenden desde la creación de guiones, pasando por la actuación hasta llegar a la producción de cortometrajes.

En el Ecuador existe una larga historia de producción cinematográfica, en la que se incluyen cortos, largometrajes y documentales, sin embargo pocos de estos son conocidos por la ciudadanía, que en ocasiones prefiere la producción internacional.

Lo mismo ocurre en Latacunga, donde desde 2017 se desarrollan los talleres de cine con el objetivo de formar un grupo que cree producciones hechas en Latacunga y para los latacungueños.

Luis Alberto Pruna, director del ‘Taller de cine’, comenzó con esta idea desde 2013 cuando dio clases a grupos de personas vulnerables en Galápagos donde formó un proyecto de fotografía y video, después llevó el mensaje del cine hasta Santa Elena donde también conformó un grupo de trabajo.

En 2017 regresó a su natal Latacunga para formar el ‘taller de cine en la Casa de la Cultura’ en donde pudo conocer a varios de los miembros que hasta ahora lo acompañan en las producciones.

Sin embargo, no siempre ha contado con el apoyo de las entidades públicas, ni dedicadas a la cultura por lo que han optado por formar talleres en distintos barrios con la ayuda de miembros de las localidades y entidades privadas que dan su aporte.

En Cotopaxi se han hecho talleres en la Casa de la Cultura, El Calvario, El Salto y se analiza el sector donde se puede realizar el próximo taller de cine.

Actualmente cuentan con el apoyo de la Diócesis de Latacunga, quienes les ha facilitado una sala donde antes se daba catecismo para el cumplimiento del taller en El Salto, aquí se reúnen todos los viernes para planificar y ejecutar el trabajo.

Las producciones de este grupo son cortometrajes que ya se han proyectado en varios espacios: el primero habla sobre el personaje que más años ha estado con la mascara de la Mama Negra de septiembre , el segundo se llama ‘La muñeca triste de Sara’ que habla sobre la separación familiar, después siguen las ‘Crónicas de barrio El Calvario’ que es una remembranza a lo que sucedió el 15 de agosto con el volcán Cotopaxi, porque esto trajo cargas emocionales y problemas familiares y económicos, y después se hizo ‘Amor divina locura’ que es un guión hecho por los alumnos del taller con base en varios poemas.

En el taller hay 8 personas y para las producciones se unen otros jóvenes que contribuyen en acciones logísticas y de actuación.

Pruna comentó que el taller de cine tiene un costo, porque no cuentan con ayuda de instituciones públicas para pagar gastos de equipos, comida, hospedaje, y extras, por lo que los miembros pagan 40 dólares, además realizan muestras de cine en las que las ganancias sirven para ayudar a crecer al grupo.

El Director comentó que hace falta que la gente se dé cuenta de la importancia del cine independiente; ya que se abordan temas de los que la gente no comenta, “No somos un grupo homogéneo y es muy chévere porque se pueden aprender muchas cosas de todo y hay personajes de varios tipos”. Los instructores del taller son jóvenes de Latacunga que estudiaron cine y producción y con esto buscan que la ciudad crezca culturalmente y se puedan desarrollar más proyectos en conjunto con entidades educativas.

Los productos elaborados por el grupo se encuentran en plataformas virtuales y también se pueden adquirir por medio de la página de Facebook del taller de Cine El Salto.

Crecimiento

Angélica Vinueza tiene 17 años y ha estado dentro del taller desde que tenía 14 y a su corta edad escribió el guión del cortometraje ‘La muñeca triste de Sara’.

Angélica comunicó que quiere desenvolverse en proyectos cinematográficos, pues lo que prima es el trabajo en equipo.

Agregó que ya conoce de cerca lo que es un guión, una toma, un plano por lo que “el cine debe considerarse como importante ya que es una puerta para saber lo que pasa a nuestro alrededor y expresar las emociones o hacer una crítica social”.

Agregó que en la ciudad hace falta que se conozca más el cine local “la gente se concentra en grandes producciones y no ve nuestro cine”.

Así también Cristina Cásola, quien lleva un año en el taller de cine, aseguró que este espacio le ha enseñado la realidad desde otra perspectiva “buscamos que se rescate lo que está escondido, sin embargo hace falta más apoyo de las autoridades para estos proyectos”.

Finalmente, Pruna agregó que el cine es un mundo difícil , “pero quizá este es el momento de abrir el camino para que la gente crezca y lo valore y así en un futuro esta sea una actividad rentable”. (NA)