A lo largo de todo el Pastaza se cumplirán análisis para determinar el nivel de este elemento que está en el agua.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) donó equipos a la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) que consisten en un laboratorio móvil para analizar la calidad del agua en territorios alejados y poder dar una mejor calidad de vida.
Por ello, ayer se cumplió una capacitación con los técnicos de los gobiernos municipales de la Zona tres, para que puedan hacer uso de estos, se tomen muestras a lo largo de toda la cuenca hidrográfica y así determinar si existe o no la presencia de arsénico en las aguas que corresponden a esta demarcación.
Olmedo Iza, coordinador zonal de la Senagua, comentó que se organizará una hoja de ruta para que el laboratorio pueda llegar a los cantones de la provincia de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Puyo y Mera por donde pasa el río.
En Cotopaxi se ha identificado que hay contaminación de este elemento en el agua de las parroquias: Toacazo, Tanicuchí, Guaytacama y parte de Pastocalle, lo que podría afectar a cerca de 20 mil personas.
Sin embargo aún no se ha establecido si los niveles de este elemento que se produce por la presencia de los volcanes está dentro de los rangos permitidos.
Por lo que Héctor Reinoso, encargado del área de agua potable y saneamiento de la Senagua, comunicó que hay análisis que dicen que se tienen niveles muy bajos y otros que arrojan la presencia de este metal en niveles altos.
Y por esto se deberán realizar más estudios a lo largo de toda la cuenca y con varios laboratorios para determinar los resultados.
Sin embargo, Reinoso comunicó que no es algo para alarmarse pues hay personas que han vivido por muchos años en estas localidades y no han presentado enfermedades graves por el consumo del agua.
Iza agregó que se ha conformado el comité técnico provincial para la calidad del agua, que está integrado por investigadores de la Universidad Técnica de Cotopaxi, La Politécnica Nacional y la Senagua, el mismo que realizará un estudio a profundidad que durará un año, para conocer la prevalencia de este elemento en el agua y si afecta a los seres humanos y a las plantas, “se va a observar si hay indicio de arsénico en los seres humanos con toma de muestras de sangre”.
Mientras tanto ya se impulsa la toma de muestras en los 12 puntos por los que confluye el Pastaza para estar al tanto de los rangos y seguir buscando nuevas fuentes.
Reinoso comentó que la fuente de agua alternativa para este sector se denomina Quilloturo, la que en los análisis preliminares no tiene presencia de arsénico, sin embargo la extracción del agua y la instalación de nuevos sistemas podría bordear los 13 millones de dólares, pero esta es la opción más posible ya que la creación de una planta de tratamiento de arsénico podría triplicar este valor. Según la norma INEN 11-08 el rango máximo de arsénico que puede existir en el agua es de 10 micras por mililitro, es decir 0,01 partes por millón, y en algunos análisis este número es inferior y en otros se triplica. (NA)