Para muchos está cerca la prueba que permite ingresar a universidades públicas.
Hojas de cuaderno y copias con preguntas de opción múltiple cubren los pupitres de los estudiantes que asisten a los cursos de nivelación para rendir el examen ‘Ser Bachiller’, con esto los estudiantes se preparan para una de las pruebas más importantes de su vida académica ya que les permitirá elegir una carrera y también obtener un puntaje para graduarse.
“Estamos muy nerviosos yo doy el examen el jueves y a pesar de que me he preparado por 10 meses me pongo muy nervioso”, dijo Julián Arcos, estudiante que se prepara para dar el examen.
“Siento un nudo en el estomago y la garganta, espero que todo salga bien”, comentó Arcos y explicó que eligió un curso ya que no se sentía confiado de los conocimientos que ha recibido en el colegio.
Al igual que Julián, Kelly Maisincha quien espera poder estudiar enfermería en la Universidad Técnica de Ambato, dijo sentirse muy nerviosa por esta prueba, “me parece que estos exámenes ya no deberían seguirse realizando porque no definen con claridad si estamos listos para una carrera, esto se debería hacer como antes dentro de la misma carrera y con preguntas afines a lo que se ha elegido”.
A pesar de que es la última semana para dar el examen los estudiantes siguen asistiendo a los cursos desde la mañana hasta la noche, pues esperan que con esto se puedan solventar sus dudas y estar con los conocimientos más frescos.
Andrea Molina, relacionadora pública del centro de capacitación Fundel, comentó que en este lugar se busca dar al estudiante las herramientas para solucionar las preguntas que reciben en la prueba, destacó que en el último examen el centro de capacitación tuvo un estudiante que se ubicó en el Grupo de Alto Rendimiento (GAR), y obtuvo un puntaje de mil puntos, “para esto se requiere el compromiso de los estudiantes, dedicación y estudio”.
Los cursos inician desde septiembre y aquí los jóvenes de tercero de bachillerato y los bachilleres pueden asistir hasta el día del examen.
Los dominios son cinco y dentro de la programación de los cursos se revisan con detenimiento, para que los estudiantes puedan llenar vacíos, “hay alumnos que entran desde septiembre y reciben todas las clases pero también hay quienes se incluyen después y hay programas de estudio para ellos”, destacó Molina.
En este centro de capacitaciones se ha notado que hay muchos jóvenes que tienen dificultades para los dominios de matemática, y química y en el que más vacíos se tiene es razonamiento lógico por lo que con el curso aprenden tips para poder resolverlos.
Cuando los estudiantes llegan a este curso se les aplica una prueba de diagnostico para entregar la educación de forma personalizada según lo requieran.
Además se proporciona orientación vocacional ya que según Molina, la idea es que saquen un buen puntaje y apliquen a la carrera adecuada. (NA)