EDUARDO VARGAS SALAZAR
Latacunga, aún es una ciudad pequeña, con calles estrechas y todo nos queda cerca, sin embargo, existen pequeños detalles como el tránsito de la ciudad, aquella congestión vehicular que se ocasiona ya que para todo utilizamos el vehículo.
Otro problema irresuelto desde hace más de un lustro, es que la ciudad no es inclusiva por ningún lado, es decir, no es apta para personas con capacidades diferentes. Hay que mejorar la infraestructura general.
Las veredas de la ciudad, están por demás descuidadas y en muchos casos destruidas, es un latente atentado para cualquier ser humano y un espanto caminar, en especial en horas de la noche y no lo digo por la seguridad, sino por los enormes agujeros negros que tienen la veredas.
Por otro lado, y con cierto agrado se escucha que mejorará el SIMTEL que aun es anacrónico e inútil que, además, opera sin una legislación clara que lo respalde, no presta ningún servicio real a la ciudadanía, a pesar de que la pasada administración que como burla, asumió las competencias de tránsito sin tener ni la más minúscula idea, sería factible que sea una policía de tránsito municipal capacitada que ponga un real orden en esta maraña.
Otro pendiente es la legislación interna de la ciudad porque a más de estar desordenada, al parecer en su totalidad carece de una lógica jurídica y en algunos casos dejan de lado temas sin tratar; además que, este nuevo concejo municipal es el llamado a realizar una real fiscalización, derogación, reformación, creación y codificación de un cuerpo normativo sólido que permita reglas claras. Así se mejora el sistema, y la ciudad se volvería más atractiva para la inversión.
Y así podemos seguir, posiblemente sin alcanzarnos el espacio de esta página. Recordemos que la verdadera administración no solo se da por obras físicas sino por el modus vivendi de cada uno de sus administrados, es decir, sentirnos seguros y orgullos del lugar de dónde venimos, y decir somos LATACUNGUEÑOS.