Kishor: De joven rebelde a embajador del arte nacional

OBRA. ‘Unicornio’ demuestra la versatilidad del artista para manejar diversas temáticas, como lo fantástico.
OBRA. ‘Unicornio’ demuestra la versatilidad del artista para manejar diversas temáticas, como lo fantástico.

Era 1995 cuando el joven quiteño René Sánchez partió a descubrir el Viejo Mundo de la mano de sus colegas de música y rebeldía. Hoy, vuelve al país con un nombre que ya es famoso entre las galerías de élite de Europa: Kishor, el artista de los andes, regresa a su ‘llacta’ natal en la Mitad del Mundo, con el deseo de compartir su obra con su gente.

Hace poco abrió la Art Gallery Kishor en San Antonio de Pichincha y estableció su taller en Rumicucho, donde pinta en directa conexión con la energía de la naturaleza y del pasado ancestral de su tierra. Actualmente prepara su última colección de pinturas, con el fin de presentarlas a la comunidad quiteña.

Inicios

El arte lo acompañó desde joven, cuando formaba parte del colectivo Rumi Llacta (Pueblo de Piedra), con quienes hacía música y se manifestaba en contra de la injusticia social. “Por lo general, los artistas siempre tenemos una sensibilidad”, comenta Sánchez.

Hay mucho que denunciar a través de la pintura, el artista tiene que cumplir con esa función de plasmar, registrar las problemáticas sociales” René Sánchez ‘Kishor’, artista.
“En esa rebeldía, buscaba algo que me identifique, y encontré este grupo de jóvenes de Pomasqui”. Con ellos se acercó al conocimiento de otras culturas, como la oriental, que le aportó “amplitud en el pensamiento” y generó cambios radicales en su estilo de vida, como su conversión al vegetarianismo.

“Ahora todos nos dedicamos al arte, la pintura, la artesanía, la música”, dice. Sus compañeros continúan en Europa, trabajando por llevar la cultura ecuatoriana y latinoamericana al otro lado del Atlántico.

“Yo me quedé en Madrid, por cosas de la vida”, recuerda el pintor. Su necesidad de viajar se debió, sobre todo, a una curiosidad insaciable por “conocer el mundo” y mantenerse en “constante aprendizaje”. Como autodidacta, alimentó sus conocimientos en la pintura en las visitas a los museos más célebres del mundo. En el del Prado, el Reina Sofía y el Louvre descubrió a “los genios del arte mundial”.

“De cada cuadro yo sacaba algún aporte para seguir en ese proceso de investigación, entendiendo los conceptos de la pintura. Eso fue fundamental en mi desarrollo artístico. Así supe qué tenía que hacer para lograr un estilo propio, una pintura muy personal, que me identifique”.

El Dato
Art Gallery Kishor se encuentra en la Manuel Córdova Galarza y Moraspungo, en San Antonio de Pichincha.

Con la nostalgia por los paisajes y, sobre todo, por el brillo de los colores andinos, Kishor desarrolló un estilo múltiple, en donde todas las temáticas son un pretexto para el arte.

Proyectos

“Le debo mucho a Europa, porque me ayudó a crecer como artista y adquirí un nuevo mestizaje”, señala Sánchez, tras más de veinte años compartiendo la tradición nacional por medio de sus cuadros. Además, como parte de la asociación Raíces y Color en Movimiento, por una década ha puesto su esfuerzo en difundir la cultura ecuatoriana en el resto del mundo.

“Como embajador cultural que me he considerado, ese es el aporte hacia el arte y la cultura ecuatoriana”, añade.

Actualmente, tiene lista una serie de 80 obras realizadas desde el año pasado y está en busca de un espacio para exhibirlas. “Busco galerías, pero veo que no las hay. Hay espacios públicos interesantes, pero carecen de esa parte empresarial, de gente que verdaderamente apueste por el arte ecuatoriano, que se respete al artista”. (AA)