Un café cortado con Jorge Carriòn

Por Abril Altamirano

Es curioso y hasta irónicamente literario que Jorge Carrión, autor español que explora el mundo a través de sus librerías, no aparezca en el catálogo de las principales cadenas de venta de libros de Quito. A un escritor que reivindica la lectura en papel y las casas del libro como “espacios fundamentales de la experiencia humana”, aquí solo se lo puede leer en PDF.

Pero el instinto lector no falla; la tarde antes de su conferencia, el martes, Carrión la dedicó a rondar los rincones librescos de la ciudad: como días antes sucedió con la Biblioteca de las Artes, de Guayaquil, las librerías independientes Tolstói, Rayuela y Conde Mosca pasaron a formar parte de su extensa colección fotográfica en Instagram, que bien puede considerarse otro de sus relatos sobre los más bellos y particulares refugios de la literatura en los cinco continentes.

Un autor que no le teme al desafío de reinventar la ficción en la era de las series online, ni a expandir y quebrar los límites entre géneros y formatos narrativos, no puede, libreros, pasar por desapercibido. Que, aprovechando su corta visita, caiga en sus manos un ejemplar de ‘Contra Amazon’, para que dejemos de armar simulacros de librerías con mandalas para colorear y con los listados semanales de ‘los más vendidos’.

***

Se anunció que series de Netflix serán adaptadas a libros. ¿Hacia dónde están llevando las nuevas narrativas a la literatura?
Durante mucho tiempo va a ser una relación bidireccional. Basta con ver los últimos premios Emmy: las series que ganaron más rotundamente provienen de textos: ‘Juego de Tronos’, ‘Chernóbil’ y ‘Fleabag’. Al otro lado de la pantalla, hay una promiscuidad de adaptaciones que afecta a todos los formatos. La primera serie de televisión de Alejandro Amenábar iba a ser la adaptación de una novela gráfica de Paco Roca; ‘Homecoming’, la serie de Sam Esmail, se basa en el podcast de Eli Horowitz, de modo que estamos en una trasformación continua de un lenguaje a otro. Creo que la pantalla se sigue nutriendo de historias que fueron concebidas para el papel.

Entonces, ¿la escritura estaría cambiando al ser pensada para llevarse a la pantalla?
Hay miles de escritores que escriben pensando exclusivamente en el formato libro. Pero sí, evidentemente hay rastros de la influencia de los relatos seriales, digitales, en la propia literatura. Yo diría que, si hay algo ahora que pueda aspirar a ocupar la centralidad del libro en la cultura, esa plataforma sería la App. Pero todavía estamos muy lejos, creo, de la centralidad de las Apps como artefactos narrativos.

***

En sus textos de no-ficción, Carrión apuesta por formas de la llamada ‘literatura expandida’, que desdibuja la frontera entre géneros como, por ejemplo, en “la expansión de la crónica hacia el ensayo y viceversa”. El tono confidente es lo que atrapa al lector en ‘Librerías’, una autobiografía y un fascinante viaje por la literatura, que no deja de ser un estudio histórico con múltiples intertextualidades.

Por Abril Altamirano

Es curioso y hasta irónicamente literario que Jorge Carrión, autor español que explora el mundo a través de sus librerías, no aparezca en el catálogo de las principales cadenas de venta de libros de Quito. A un escritor que reivindica la lectura en papel y las casas del libro como “espacios fundamentales de la experiencia humana”, aquí solo se lo puede leer en PDF.

Pero el instinto lector no falla; la tarde antes de su conferencia, el martes, Carrión la dedicó a rondar los rincones librescos de la ciudad: como días antes sucedió con la Biblioteca de las Artes, de Guayaquil, las librerías independientes Tolstói, Rayuela y Conde Mosca pasaron a formar parte de su extensa colección fotográfica en Instagram, que bien puede considerarse otro de sus relatos sobre los más bellos y particulares refugios de la literatura en los cinco continentes.

Un autor que no le teme al desafío de reinventar la ficción en la era de las series online, ni a expandir y quebrar los límites entre géneros y formatos narrativos, no puede, libreros, pasar por desapercibido. Que, aprovechando su corta visita, caiga en sus manos un ejemplar de ‘Contra Amazon’, para que dejemos de armar simulacros de librerías con mandalas para colorear y con los listados semanales de ‘los más vendidos’.

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Se anunció que series de Netflix serán adaptadas a libros. ¿Hacia dónde están llevando las nuevas narrativas a la literatura?
Durante mucho tiempo va a ser una relación bidireccional. Basta con ver los últimos premios Emmy: las series que ganaron más rotundamente provienen de textos: ‘Juego de Tronos’, ‘Chernóbil’ y ‘Fleabag’. Al otro lado de la pantalla, hay una promiscuidad de adaptaciones que afecta a todos los formatos. La primera serie de televisión de Alejandro Amenábar iba a ser la adaptación de una novela gráfica de Paco Roca; ‘Homecoming’, la serie de Sam Esmail, se basa en el podcast de Eli Horowitz, de modo que estamos en una trasformación continua de un lenguaje a otro. Creo que la pantalla se sigue nutriendo de historias que fueron concebidas para el papel.

Entonces, ¿la escritura estaría cambiando al ser pensada para llevarse a la pantalla?
Hay miles de escritores que escriben pensando exclusivamente en el formato libro. Pero sí, evidentemente hay rastros de la influencia de los relatos seriales, digitales, en la propia literatura. Yo diría que, si hay algo ahora que pueda aspirar a ocupar la centralidad del libro en la cultura, esa plataforma sería la App. Pero todavía estamos muy lejos, creo, de la centralidad de las Apps como artefactos narrativos.

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En sus textos de no-ficción, Carrión apuesta por formas de la llamada ‘literatura expandida’, que desdibuja la frontera entre géneros como, por ejemplo, en “la expansión de la crónica hacia el ensayo y viceversa”. El tono confidente es lo que atrapa al lector en ‘Librerías’, una autobiografía y un fascinante viaje por la literatura, que no deja de ser un estudio histórico con múltiples intertextualidades.

Por Abril Altamirano

Es curioso y hasta irónicamente literario que Jorge Carrión, autor español que explora el mundo a través de sus librerías, no aparezca en el catálogo de las principales cadenas de venta de libros de Quito. A un escritor que reivindica la lectura en papel y las casas del libro como “espacios fundamentales de la experiencia humana”, aquí solo se lo puede leer en PDF.

Pero el instinto lector no falla; la tarde antes de su conferencia, el martes, Carrión la dedicó a rondar los rincones librescos de la ciudad: como días antes sucedió con la Biblioteca de las Artes, de Guayaquil, las librerías independientes Tolstói, Rayuela y Conde Mosca pasaron a formar parte de su extensa colección fotográfica en Instagram, que bien puede considerarse otro de sus relatos sobre los más bellos y particulares refugios de la literatura en los cinco continentes.

Un autor que no le teme al desafío de reinventar la ficción en la era de las series online, ni a expandir y quebrar los límites entre géneros y formatos narrativos, no puede, libreros, pasar por desapercibido. Que, aprovechando su corta visita, caiga en sus manos un ejemplar de ‘Contra Amazon’, para que dejemos de armar simulacros de librerías con mandalas para colorear y con los listados semanales de ‘los más vendidos’.

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Se anunció que series de Netflix serán adaptadas a libros. ¿Hacia dónde están llevando las nuevas narrativas a la literatura?
Durante mucho tiempo va a ser una relación bidireccional. Basta con ver los últimos premios Emmy: las series que ganaron más rotundamente provienen de textos: ‘Juego de Tronos’, ‘Chernóbil’ y ‘Fleabag’. Al otro lado de la pantalla, hay una promiscuidad de adaptaciones que afecta a todos los formatos. La primera serie de televisión de Alejandro Amenábar iba a ser la adaptación de una novela gráfica de Paco Roca; ‘Homecoming’, la serie de Sam Esmail, se basa en el podcast de Eli Horowitz, de modo que estamos en una trasformación continua de un lenguaje a otro. Creo que la pantalla se sigue nutriendo de historias que fueron concebidas para el papel.

Entonces, ¿la escritura estaría cambiando al ser pensada para llevarse a la pantalla?
Hay miles de escritores que escriben pensando exclusivamente en el formato libro. Pero sí, evidentemente hay rastros de la influencia de los relatos seriales, digitales, en la propia literatura. Yo diría que, si hay algo ahora que pueda aspirar a ocupar la centralidad del libro en la cultura, esa plataforma sería la App. Pero todavía estamos muy lejos, creo, de la centralidad de las Apps como artefactos narrativos.

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En sus textos de no-ficción, Carrión apuesta por formas de la llamada ‘literatura expandida’, que desdibuja la frontera entre géneros como, por ejemplo, en “la expansión de la crónica hacia el ensayo y viceversa”. El tono confidente es lo que atrapa al lector en ‘Librerías’, una autobiografía y un fascinante viaje por la literatura, que no deja de ser un estudio histórico con múltiples intertextualidades.

Por Abril Altamirano

Es curioso y hasta irónicamente literario que Jorge Carrión, autor español que explora el mundo a través de sus librerías, no aparezca en el catálogo de las principales cadenas de venta de libros de Quito. A un escritor que reivindica la lectura en papel y las casas del libro como “espacios fundamentales de la experiencia humana”, aquí solo se lo puede leer en PDF.

Pero el instinto lector no falla; la tarde antes de su conferencia, el martes, Carrión la dedicó a rondar los rincones librescos de la ciudad: como días antes sucedió con la Biblioteca de las Artes, de Guayaquil, las librerías independientes Tolstói, Rayuela y Conde Mosca pasaron a formar parte de su extensa colección fotográfica en Instagram, que bien puede considerarse otro de sus relatos sobre los más bellos y particulares refugios de la literatura en los cinco continentes.

Un autor que no le teme al desafío de reinventar la ficción en la era de las series online, ni a expandir y quebrar los límites entre géneros y formatos narrativos, no puede, libreros, pasar por desapercibido. Que, aprovechando su corta visita, caiga en sus manos un ejemplar de ‘Contra Amazon’, para que dejemos de armar simulacros de librerías con mandalas para colorear y con los listados semanales de ‘los más vendidos’.

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Se anunció que series de Netflix serán adaptadas a libros. ¿Hacia dónde están llevando las nuevas narrativas a la literatura?
Durante mucho tiempo va a ser una relación bidireccional. Basta con ver los últimos premios Emmy: las series que ganaron más rotundamente provienen de textos: ‘Juego de Tronos’, ‘Chernóbil’ y ‘Fleabag’. Al otro lado de la pantalla, hay una promiscuidad de adaptaciones que afecta a todos los formatos. La primera serie de televisión de Alejandro Amenábar iba a ser la adaptación de una novela gráfica de Paco Roca; ‘Homecoming’, la serie de Sam Esmail, se basa en el podcast de Eli Horowitz, de modo que estamos en una trasformación continua de un lenguaje a otro. Creo que la pantalla se sigue nutriendo de historias que fueron concebidas para el papel.

Entonces, ¿la escritura estaría cambiando al ser pensada para llevarse a la pantalla?
Hay miles de escritores que escriben pensando exclusivamente en el formato libro. Pero sí, evidentemente hay rastros de la influencia de los relatos seriales, digitales, en la propia literatura. Yo diría que, si hay algo ahora que pueda aspirar a ocupar la centralidad del libro en la cultura, esa plataforma sería la App. Pero todavía estamos muy lejos, creo, de la centralidad de las Apps como artefactos narrativos.

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En sus textos de no-ficción, Carrión apuesta por formas de la llamada ‘literatura expandida’, que desdibuja la frontera entre géneros como, por ejemplo, en “la expansión de la crónica hacia el ensayo y viceversa”. El tono confidente es lo que atrapa al lector en ‘Librerías’, una autobiografía y un fascinante viaje por la literatura, que no deja de ser un estudio histórico con múltiples intertextualidades.

TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
TRAYECTORIA. Es director de la maestría en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

***

El mundo te conoce como un cronista viajero. ¿Cómo hacer del viaje un camino hacia la escritura?
En mi caso no fue una decisión. Desde muy pequeño escribí y siempre tuve el deseo de viajar. Siempre conecté el viaje con la narración. En el camino me encontré con que el periodismo me podía ayudar a financiarlo y también a pulir mi mirada y estimular mi escritura. Empezó como una pura ambición de llegar a ser escritor, y como un instinto de leer, viajar y escribir constantemente. Cuando en 2012 escribo ‘Librerías’, me doy cuenta de que todos mis viajes tienen hilos conductores: la lectura, el perseguir huellas culturales -de escritores, de historias vinculadas con la literatura- y el buscar lugares librescos.

Sobre el comic de no-ficción, que has explorado con el artista Sagar Forniés: ¿por qué usar la ilustración para relatar realidades que pueden documentarse con medios audiovisuales?
Cuando Sagar y yo investigábamos para ‘Barcelona. Los vagabundos de la chatarra’, al principio íbamos con una cámara de fotos y con la grabadora del móvil, hasta que nos dimos cuenta de que era mucho más bienvenido por el entrevistado que él dibujara y yo anotara a mano. Hay una amabilidad del dibujo, que es un lenguaje que está en nuestra sicología desde niños, que te permite otro acercamiento a la realidad. Eso se da tanto en el proceso de documentación como después, en la recepción del libro. El comic conecta con la memoria emocional y suscita en el lector conmociones que no provocan la TV o el cine, porque ya estamos saturados de ese tipo de estética y difícilmente nos conmueve.

Eres un escritor que tiene la tecnología como aliado. ¿Qué debe y qué no hacer un escritor al auto-promocionarse en redes?
Lo más importante es que todo lo que hagas en el ámbito digital sea coherente con tu poética y natural. Aunque sea una práctica artificial, no debe ser artificiosa. Tienes que conocer a quien está al otro lado de la pantalla y dosificar tu presencia según lo que los lectores buscan en ti. Por otro lado, lo más bonito de tener seguidores en Twitter o Instagram es cuando presentas un libro y vienen a que se lo dediques. Es decir, la transformación de esa relación virtual en una física y real.

El género que más me interesa en términos de no-ficción es el ensayo que narra o la crónica que piensa”. Jorge Carrión, escritor.

Otros títulos
Recomendados

° ‘Las huellas’ (Trilogía) (2010-2015)

° ‘Teleshakespeare’ (2011)

° ‘Barcelona. Libro de los pasajes’ (2017)

° ‘Shakespeare y Cervantes’ (2018)

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El mundo te conoce como un cronista viajero. ¿Cómo hacer del viaje un camino hacia la escritura?
En mi caso no fue una decisión. Desde muy pequeño escribí y siempre tuve el deseo de viajar. Siempre conecté el viaje con la narración. En el camino me encontré con que el periodismo me podía ayudar a financiarlo y también a pulir mi mirada y estimular mi escritura. Empezó como una pura ambición de llegar a ser escritor, y como un instinto de leer, viajar y escribir constantemente. Cuando en 2012 escribo ‘Librerías’, me doy cuenta de que todos mis viajes tienen hilos conductores: la lectura, el perseguir huellas culturales -de escritores, de historias vinculadas con la literatura- y el buscar lugares librescos.

Sobre el comic de no-ficción, que has explorado con el artista Sagar Forniés: ¿por qué usar la ilustración para relatar realidades que pueden documentarse con medios audiovisuales?
Cuando Sagar y yo investigábamos para ‘Barcelona. Los vagabundos de la chatarra’, al principio íbamos con una cámara de fotos y con la grabadora del móvil, hasta que nos dimos cuenta de que era mucho más bienvenido por el entrevistado que él dibujara y yo anotara a mano. Hay una amabilidad del dibujo, que es un lenguaje que está en nuestra sicología desde niños, que te permite otro acercamiento a la realidad. Eso se da tanto en el proceso de documentación como después, en la recepción del libro. El comic conecta con la memoria emocional y suscita en el lector conmociones que no provocan la TV o el cine, porque ya estamos saturados de ese tipo de estética y difícilmente nos conmueve.

Eres un escritor que tiene la tecnología como aliado. ¿Qué debe y qué no hacer un escritor al auto-promocionarse en redes?
Lo más importante es que todo lo que hagas en el ámbito digital sea coherente con tu poética y natural. Aunque sea una práctica artificial, no debe ser artificiosa. Tienes que conocer a quien está al otro lado de la pantalla y dosificar tu presencia según lo que los lectores buscan en ti. Por otro lado, lo más bonito de tener seguidores en Twitter o Instagram es cuando presentas un libro y vienen a que se lo dediques. Es decir, la transformación de esa relación virtual en una física y real.

El género que más me interesa en términos de no-ficción es el ensayo que narra o la crónica que piensa”. Jorge Carrión, escritor.

Otros títulos
Recomendados

° ‘Las huellas’ (Trilogía) (2010-2015)

° ‘Teleshakespeare’ (2011)

° ‘Barcelona. Libro de los pasajes’ (2017)

° ‘Shakespeare y Cervantes’ (2018)

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El mundo te conoce como un cronista viajero. ¿Cómo hacer del viaje un camino hacia la escritura?
En mi caso no fue una decisión. Desde muy pequeño escribí y siempre tuve el deseo de viajar. Siempre conecté el viaje con la narración. En el camino me encontré con que el periodismo me podía ayudar a financiarlo y también a pulir mi mirada y estimular mi escritura. Empezó como una pura ambición de llegar a ser escritor, y como un instinto de leer, viajar y escribir constantemente. Cuando en 2012 escribo ‘Librerías’, me doy cuenta de que todos mis viajes tienen hilos conductores: la lectura, el perseguir huellas culturales -de escritores, de historias vinculadas con la literatura- y el buscar lugares librescos.

Sobre el comic de no-ficción, que has explorado con el artista Sagar Forniés: ¿por qué usar la ilustración para relatar realidades que pueden documentarse con medios audiovisuales?
Cuando Sagar y yo investigábamos para ‘Barcelona. Los vagabundos de la chatarra’, al principio íbamos con una cámara de fotos y con la grabadora del móvil, hasta que nos dimos cuenta de que era mucho más bienvenido por el entrevistado que él dibujara y yo anotara a mano. Hay una amabilidad del dibujo, que es un lenguaje que está en nuestra sicología desde niños, que te permite otro acercamiento a la realidad. Eso se da tanto en el proceso de documentación como después, en la recepción del libro. El comic conecta con la memoria emocional y suscita en el lector conmociones que no provocan la TV o el cine, porque ya estamos saturados de ese tipo de estética y difícilmente nos conmueve.

Eres un escritor que tiene la tecnología como aliado. ¿Qué debe y qué no hacer un escritor al auto-promocionarse en redes?
Lo más importante es que todo lo que hagas en el ámbito digital sea coherente con tu poética y natural. Aunque sea una práctica artificial, no debe ser artificiosa. Tienes que conocer a quien está al otro lado de la pantalla y dosificar tu presencia según lo que los lectores buscan en ti. Por otro lado, lo más bonito de tener seguidores en Twitter o Instagram es cuando presentas un libro y vienen a que se lo dediques. Es decir, la transformación de esa relación virtual en una física y real.

El género que más me interesa en términos de no-ficción es el ensayo que narra o la crónica que piensa”. Jorge Carrión, escritor.

Otros títulos
Recomendados

° ‘Las huellas’ (Trilogía) (2010-2015)

° ‘Teleshakespeare’ (2011)

° ‘Barcelona. Libro de los pasajes’ (2017)

° ‘Shakespeare y Cervantes’ (2018)

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El mundo te conoce como un cronista viajero. ¿Cómo hacer del viaje un camino hacia la escritura?
En mi caso no fue una decisión. Desde muy pequeño escribí y siempre tuve el deseo de viajar. Siempre conecté el viaje con la narración. En el camino me encontré con que el periodismo me podía ayudar a financiarlo y también a pulir mi mirada y estimular mi escritura. Empezó como una pura ambición de llegar a ser escritor, y como un instinto de leer, viajar y escribir constantemente. Cuando en 2012 escribo ‘Librerías’, me doy cuenta de que todos mis viajes tienen hilos conductores: la lectura, el perseguir huellas culturales -de escritores, de historias vinculadas con la literatura- y el buscar lugares librescos.

Sobre el comic de no-ficción, que has explorado con el artista Sagar Forniés: ¿por qué usar la ilustración para relatar realidades que pueden documentarse con medios audiovisuales?
Cuando Sagar y yo investigábamos para ‘Barcelona. Los vagabundos de la chatarra’, al principio íbamos con una cámara de fotos y con la grabadora del móvil, hasta que nos dimos cuenta de que era mucho más bienvenido por el entrevistado que él dibujara y yo anotara a mano. Hay una amabilidad del dibujo, que es un lenguaje que está en nuestra sicología desde niños, que te permite otro acercamiento a la realidad. Eso se da tanto en el proceso de documentación como después, en la recepción del libro. El comic conecta con la memoria emocional y suscita en el lector conmociones que no provocan la TV o el cine, porque ya estamos saturados de ese tipo de estética y difícilmente nos conmueve.

Eres un escritor que tiene la tecnología como aliado. ¿Qué debe y qué no hacer un escritor al auto-promocionarse en redes?
Lo más importante es que todo lo que hagas en el ámbito digital sea coherente con tu poética y natural. Aunque sea una práctica artificial, no debe ser artificiosa. Tienes que conocer a quien está al otro lado de la pantalla y dosificar tu presencia según lo que los lectores buscan en ti. Por otro lado, lo más bonito de tener seguidores en Twitter o Instagram es cuando presentas un libro y vienen a que se lo dediques. Es decir, la transformación de esa relación virtual en una física y real.

El género que más me interesa en términos de no-ficción es el ensayo que narra o la crónica que piensa”. Jorge Carrión, escritor.

Otros títulos
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° ‘Las huellas’ (Trilogía) (2010-2015)

° ‘Teleshakespeare’ (2011)

° ‘Barcelona. Libro de los pasajes’ (2017)

° ‘Shakespeare y Cervantes’ (2018)