Latacunga vuelve a la normalidad

Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.
Esperanza. Los comerciantes y ciudadanos limpiaron las calles de la urbe.

Una ciudad muy diferente a la de los últimos 11 días se despertó ayer, incluso la luz del sol ilumino con más fuerza y se sintió más movimiento de lo acostumbrado en la urbe.

De pronto el vacío y silencio se cambió por el sonido de las personas abriendo sus locales, andando en vehículo y niños jugando en los parques.

“Esta es nuestra ciudad y así la queremos ver siempre, nunca habíamos vivido momentos de tanta tensión y eso nos hace apreciar la paz”, comentó Virginia Huertas quien limpiaba el frente de su local en el centro de la ciudad.

Virginia comentó que fueron días severos para la economía de la ciudad y que perdió cerca de 200 dólares en la semana lo que le trae complicaciones para pagar sus obligaciones como el arriendo del local, su casa, y las necesidades de sus dos hijos a los que mantiene y cuida sola.

Al igual que Virginia decenas de latacungueños salieron a poner bonita la ciudad, con escoba en mano agua y jabón limpiaban lo negro de las calles que en los últimos días obscurecían la urbe.

“Esta movilización nos dejo preparados para protegernos, para aprender vivir en vecindad y conocer a quienes están a nuestro lado, ahora debemos ser más organizados porque aquí vimos que todos teníamos miedo y no pudimos defendernos de las agresiones y los saqueos”, acotó Ramiro López, ciudadano. (NA)

Una ciudad muy diferente a la de los últimos 11 días se despertó ayer, incluso la luz del sol ilumino con más fuerza y se sintió más movimiento de lo acostumbrado en la urbe.

De pronto el vacío y silencio se cambió por el sonido de las personas abriendo sus locales, andando en vehículo y niños jugando en los parques.

“Esta es nuestra ciudad y así la queremos ver siempre, nunca habíamos vivido momentos de tanta tensión y eso nos hace apreciar la paz”, comentó Virginia Huertas quien limpiaba el frente de su local en el centro de la ciudad.

Virginia comentó que fueron días severos para la economía de la ciudad y que perdió cerca de 200 dólares en la semana lo que le trae complicaciones para pagar sus obligaciones como el arriendo del local, su casa, y las necesidades de sus dos hijos a los que mantiene y cuida sola.

Al igual que Virginia decenas de latacungueños salieron a poner bonita la ciudad, con escoba en mano agua y jabón limpiaban lo negro de las calles que en los últimos días obscurecían la urbe.

“Esta movilización nos dejo preparados para protegernos, para aprender vivir en vecindad y conocer a quienes están a nuestro lado, ahora debemos ser más organizados porque aquí vimos que todos teníamos miedo y no pudimos defendernos de las agresiones y los saqueos”, acotó Ramiro López, ciudadano. (NA)

Una ciudad muy diferente a la de los últimos 11 días se despertó ayer, incluso la luz del sol ilumino con más fuerza y se sintió más movimiento de lo acostumbrado en la urbe.

De pronto el vacío y silencio se cambió por el sonido de las personas abriendo sus locales, andando en vehículo y niños jugando en los parques.

“Esta es nuestra ciudad y así la queremos ver siempre, nunca habíamos vivido momentos de tanta tensión y eso nos hace apreciar la paz”, comentó Virginia Huertas quien limpiaba el frente de su local en el centro de la ciudad.

Virginia comentó que fueron días severos para la economía de la ciudad y que perdió cerca de 200 dólares en la semana lo que le trae complicaciones para pagar sus obligaciones como el arriendo del local, su casa, y las necesidades de sus dos hijos a los que mantiene y cuida sola.

Al igual que Virginia decenas de latacungueños salieron a poner bonita la ciudad, con escoba en mano agua y jabón limpiaban lo negro de las calles que en los últimos días obscurecían la urbe.

“Esta movilización nos dejo preparados para protegernos, para aprender vivir en vecindad y conocer a quienes están a nuestro lado, ahora debemos ser más organizados porque aquí vimos que todos teníamos miedo y no pudimos defendernos de las agresiones y los saqueos”, acotó Ramiro López, ciudadano. (NA)

Una ciudad muy diferente a la de los últimos 11 días se despertó ayer, incluso la luz del sol ilumino con más fuerza y se sintió más movimiento de lo acostumbrado en la urbe.

De pronto el vacío y silencio se cambió por el sonido de las personas abriendo sus locales, andando en vehículo y niños jugando en los parques.

“Esta es nuestra ciudad y así la queremos ver siempre, nunca habíamos vivido momentos de tanta tensión y eso nos hace apreciar la paz”, comentó Virginia Huertas quien limpiaba el frente de su local en el centro de la ciudad.

Virginia comentó que fueron días severos para la economía de la ciudad y que perdió cerca de 200 dólares en la semana lo que le trae complicaciones para pagar sus obligaciones como el arriendo del local, su casa, y las necesidades de sus dos hijos a los que mantiene y cuida sola.

Al igual que Virginia decenas de latacungueños salieron a poner bonita la ciudad, con escoba en mano agua y jabón limpiaban lo negro de las calles que en los últimos días obscurecían la urbe.

“Esta movilización nos dejo preparados para protegernos, para aprender vivir en vecindad y conocer a quienes están a nuestro lado, ahora debemos ser más organizados porque aquí vimos que todos teníamos miedo y no pudimos defendernos de las agresiones y los saqueos”, acotó Ramiro López, ciudadano. (NA)