Ecuador al desnudo…

Alfonso Espín Mosquera

Moreno heredó de su “examigo” y binomio, un país quebrado, con alto índice de endeudamiento y corrupción sin parangón en la historia, fruto de las fechorías de Correa y los suyos, ¿en dónde están las empresas, la producción, el emprendimiento, el trabajo generado en la “década ganada”? Solo se vio deterioro y decepción en los sectores productivos privados y quiebras de las empresas que el Gobierno tomó a su cargo.

En estos días la ola de vandalismo en las calles se mantuvo por diez días y nunca como en esta vez se habían visto desmanes tales, lo que trajo un estado de indefensión para la vida de los ciudadanos comunes y sus bienes, sin contar con el daño irreparable al patrimonio de las ciudades.

Vivimos momentos lamentables, producto de una violencia engendrada desde antes, de las sabatinas llenas de prepotencia, de la persecución a periodistas, estudiantes y opositores, del comportamiento irrespetuoso de un presidente que se bajaba de sus caravanas a golpear a quienes lo contradecían.

La violencia en la época de Correa se colgó de los ideales socialistas para justificar sus actos bochornosos. Con el más grande cinismo y temeridad, arenga desde Europa y se las da de revolucionario, junto a sus inescrupulosos y prósperos amigos, quienes se aprendieron dos canciones y algún estribillo subversivo como coartada de sus botines.

¿Qué tiene que ver la eliminación de los subsidios con el incendio de la Contraloría? En el Gobierno anterior ningún sector lograba levantar su voz ante los atropellos. Correa dilapidó los fondos públicos a gusto y paciencia, y hasta nos acostumbramos al show populista en las tarimas, al derroche y a la compra de conciencias.

Después de las vidas perdidas, ¿cuál será el desenlace?

[email protected]

Alfonso Espín Mosquera

Moreno heredó de su “examigo” y binomio, un país quebrado, con alto índice de endeudamiento y corrupción sin parangón en la historia, fruto de las fechorías de Correa y los suyos, ¿en dónde están las empresas, la producción, el emprendimiento, el trabajo generado en la “década ganada”? Solo se vio deterioro y decepción en los sectores productivos privados y quiebras de las empresas que el Gobierno tomó a su cargo.

En estos días la ola de vandalismo en las calles se mantuvo por diez días y nunca como en esta vez se habían visto desmanes tales, lo que trajo un estado de indefensión para la vida de los ciudadanos comunes y sus bienes, sin contar con el daño irreparable al patrimonio de las ciudades.

Vivimos momentos lamentables, producto de una violencia engendrada desde antes, de las sabatinas llenas de prepotencia, de la persecución a periodistas, estudiantes y opositores, del comportamiento irrespetuoso de un presidente que se bajaba de sus caravanas a golpear a quienes lo contradecían.

La violencia en la época de Correa se colgó de los ideales socialistas para justificar sus actos bochornosos. Con el más grande cinismo y temeridad, arenga desde Europa y se las da de revolucionario, junto a sus inescrupulosos y prósperos amigos, quienes se aprendieron dos canciones y algún estribillo subversivo como coartada de sus botines.

¿Qué tiene que ver la eliminación de los subsidios con el incendio de la Contraloría? En el Gobierno anterior ningún sector lograba levantar su voz ante los atropellos. Correa dilapidó los fondos públicos a gusto y paciencia, y hasta nos acostumbramos al show populista en las tarimas, al derroche y a la compra de conciencias.

Después de las vidas perdidas, ¿cuál será el desenlace?

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Alfonso Espín Mosquera

Moreno heredó de su “examigo” y binomio, un país quebrado, con alto índice de endeudamiento y corrupción sin parangón en la historia, fruto de las fechorías de Correa y los suyos, ¿en dónde están las empresas, la producción, el emprendimiento, el trabajo generado en la “década ganada”? Solo se vio deterioro y decepción en los sectores productivos privados y quiebras de las empresas que el Gobierno tomó a su cargo.

En estos días la ola de vandalismo en las calles se mantuvo por diez días y nunca como en esta vez se habían visto desmanes tales, lo que trajo un estado de indefensión para la vida de los ciudadanos comunes y sus bienes, sin contar con el daño irreparable al patrimonio de las ciudades.

Vivimos momentos lamentables, producto de una violencia engendrada desde antes, de las sabatinas llenas de prepotencia, de la persecución a periodistas, estudiantes y opositores, del comportamiento irrespetuoso de un presidente que se bajaba de sus caravanas a golpear a quienes lo contradecían.

La violencia en la época de Correa se colgó de los ideales socialistas para justificar sus actos bochornosos. Con el más grande cinismo y temeridad, arenga desde Europa y se las da de revolucionario, junto a sus inescrupulosos y prósperos amigos, quienes se aprendieron dos canciones y algún estribillo subversivo como coartada de sus botines.

¿Qué tiene que ver la eliminación de los subsidios con el incendio de la Contraloría? En el Gobierno anterior ningún sector lograba levantar su voz ante los atropellos. Correa dilapidó los fondos públicos a gusto y paciencia, y hasta nos acostumbramos al show populista en las tarimas, al derroche y a la compra de conciencias.

Después de las vidas perdidas, ¿cuál será el desenlace?

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Alfonso Espín Mosquera

Moreno heredó de su “examigo” y binomio, un país quebrado, con alto índice de endeudamiento y corrupción sin parangón en la historia, fruto de las fechorías de Correa y los suyos, ¿en dónde están las empresas, la producción, el emprendimiento, el trabajo generado en la “década ganada”? Solo se vio deterioro y decepción en los sectores productivos privados y quiebras de las empresas que el Gobierno tomó a su cargo.

En estos días la ola de vandalismo en las calles se mantuvo por diez días y nunca como en esta vez se habían visto desmanes tales, lo que trajo un estado de indefensión para la vida de los ciudadanos comunes y sus bienes, sin contar con el daño irreparable al patrimonio de las ciudades.

Vivimos momentos lamentables, producto de una violencia engendrada desde antes, de las sabatinas llenas de prepotencia, de la persecución a periodistas, estudiantes y opositores, del comportamiento irrespetuoso de un presidente que se bajaba de sus caravanas a golpear a quienes lo contradecían.

La violencia en la época de Correa se colgó de los ideales socialistas para justificar sus actos bochornosos. Con el más grande cinismo y temeridad, arenga desde Europa y se las da de revolucionario, junto a sus inescrupulosos y prósperos amigos, quienes se aprendieron dos canciones y algún estribillo subversivo como coartada de sus botines.

¿Qué tiene que ver la eliminación de los subsidios con el incendio de la Contraloría? En el Gobierno anterior ningún sector lograba levantar su voz ante los atropellos. Correa dilapidó los fondos públicos a gusto y paciencia, y hasta nos acostumbramos al show populista en las tarimas, al derroche y a la compra de conciencias.

Después de las vidas perdidas, ¿cuál será el desenlace?

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