Daños al ambiente

LUIS REINOSO GARZON

Cuando se prende fuego a las llantas, cauchos, plásticos, durante las acciones de protesta, se genera la emanación de una mezcla visible de gases altamente contaminantes que contienen sustancias tóxicas como: dióxido de carbono, azufre, compuestos clorados, dioxinas, benzopireno, dibenzopireno y otros elementos químicos; los mismos que se desplazan en el aire como partículas en suspensión y se depositan en las calles, carreteras, caminos, en las casas y se movilizan continuamente por efecto del viento y la circulación de los vehículos; este humo altamente toxico o los gases, afectan la salud física de los manifestantes, así como de las demás personas que no forman parte de las protestas.

Las vías respiratorias son las primeras afectadas mediante la inhalación, generando la aparición inmediata o progresiva de afecciones bronco-respiratorias, ahogos, asma y hasta cáncer pulmonar; también generan enfermedades a la piel mediante el depósito de partículas, irritación a los ojos y con el pasar del tiempo se pueden producir también insuficiencias cardiacas.

Otro de los efectos, es la alteración del equilibrio atmosférico, ya que los elementos tóxicos que se desplazan con los gases provenientes de la quema de llantas, al reaccionar con el oxígeno del aire generan una mayor absorción de energía calorífica, la cual eleva la temperatura dando lugar al llamado efecto invernadero que viene produciendo el cambio climático a nivel mundial, que resultan perjudiciales a la sostenibilidad del planeta.

Al ingresar al organismo, estos gases se acumulan básicamente en el tejido graso; su efecto no es inmediato, sino por acumulación; que desencadenará un cáncer en cualquier parte de su cuerpo. Si a algún depósito de agua le cayeron las cenizas producto de la quema de neumáticos, lamentablemente tendrán que eliminarse, esa agua ya está contaminada. La quema de caucho genera también dioxinas, que son probados agentes cancerígenos que además producen infertilidad.

LUIS REINOSO GARZON

Cuando se prende fuego a las llantas, cauchos, plásticos, durante las acciones de protesta, se genera la emanación de una mezcla visible de gases altamente contaminantes que contienen sustancias tóxicas como: dióxido de carbono, azufre, compuestos clorados, dioxinas, benzopireno, dibenzopireno y otros elementos químicos; los mismos que se desplazan en el aire como partículas en suspensión y se depositan en las calles, carreteras, caminos, en las casas y se movilizan continuamente por efecto del viento y la circulación de los vehículos; este humo altamente toxico o los gases, afectan la salud física de los manifestantes, así como de las demás personas que no forman parte de las protestas.

Las vías respiratorias son las primeras afectadas mediante la inhalación, generando la aparición inmediata o progresiva de afecciones bronco-respiratorias, ahogos, asma y hasta cáncer pulmonar; también generan enfermedades a la piel mediante el depósito de partículas, irritación a los ojos y con el pasar del tiempo se pueden producir también insuficiencias cardiacas.

Otro de los efectos, es la alteración del equilibrio atmosférico, ya que los elementos tóxicos que se desplazan con los gases provenientes de la quema de llantas, al reaccionar con el oxígeno del aire generan una mayor absorción de energía calorífica, la cual eleva la temperatura dando lugar al llamado efecto invernadero que viene produciendo el cambio climático a nivel mundial, que resultan perjudiciales a la sostenibilidad del planeta.

Al ingresar al organismo, estos gases se acumulan básicamente en el tejido graso; su efecto no es inmediato, sino por acumulación; que desencadenará un cáncer en cualquier parte de su cuerpo. Si a algún depósito de agua le cayeron las cenizas producto de la quema de neumáticos, lamentablemente tendrán que eliminarse, esa agua ya está contaminada. La quema de caucho genera también dioxinas, que son probados agentes cancerígenos que además producen infertilidad.

LUIS REINOSO GARZON

Cuando se prende fuego a las llantas, cauchos, plásticos, durante las acciones de protesta, se genera la emanación de una mezcla visible de gases altamente contaminantes que contienen sustancias tóxicas como: dióxido de carbono, azufre, compuestos clorados, dioxinas, benzopireno, dibenzopireno y otros elementos químicos; los mismos que se desplazan en el aire como partículas en suspensión y se depositan en las calles, carreteras, caminos, en las casas y se movilizan continuamente por efecto del viento y la circulación de los vehículos; este humo altamente toxico o los gases, afectan la salud física de los manifestantes, así como de las demás personas que no forman parte de las protestas.

Las vías respiratorias son las primeras afectadas mediante la inhalación, generando la aparición inmediata o progresiva de afecciones bronco-respiratorias, ahogos, asma y hasta cáncer pulmonar; también generan enfermedades a la piel mediante el depósito de partículas, irritación a los ojos y con el pasar del tiempo se pueden producir también insuficiencias cardiacas.

Otro de los efectos, es la alteración del equilibrio atmosférico, ya que los elementos tóxicos que se desplazan con los gases provenientes de la quema de llantas, al reaccionar con el oxígeno del aire generan una mayor absorción de energía calorífica, la cual eleva la temperatura dando lugar al llamado efecto invernadero que viene produciendo el cambio climático a nivel mundial, que resultan perjudiciales a la sostenibilidad del planeta.

Al ingresar al organismo, estos gases se acumulan básicamente en el tejido graso; su efecto no es inmediato, sino por acumulación; que desencadenará un cáncer en cualquier parte de su cuerpo. Si a algún depósito de agua le cayeron las cenizas producto de la quema de neumáticos, lamentablemente tendrán que eliminarse, esa agua ya está contaminada. La quema de caucho genera también dioxinas, que son probados agentes cancerígenos que además producen infertilidad.

LUIS REINOSO GARZON

Cuando se prende fuego a las llantas, cauchos, plásticos, durante las acciones de protesta, se genera la emanación de una mezcla visible de gases altamente contaminantes que contienen sustancias tóxicas como: dióxido de carbono, azufre, compuestos clorados, dioxinas, benzopireno, dibenzopireno y otros elementos químicos; los mismos que se desplazan en el aire como partículas en suspensión y se depositan en las calles, carreteras, caminos, en las casas y se movilizan continuamente por efecto del viento y la circulación de los vehículos; este humo altamente toxico o los gases, afectan la salud física de los manifestantes, así como de las demás personas que no forman parte de las protestas.

Las vías respiratorias son las primeras afectadas mediante la inhalación, generando la aparición inmediata o progresiva de afecciones bronco-respiratorias, ahogos, asma y hasta cáncer pulmonar; también generan enfermedades a la piel mediante el depósito de partículas, irritación a los ojos y con el pasar del tiempo se pueden producir también insuficiencias cardiacas.

Otro de los efectos, es la alteración del equilibrio atmosférico, ya que los elementos tóxicos que se desplazan con los gases provenientes de la quema de llantas, al reaccionar con el oxígeno del aire generan una mayor absorción de energía calorífica, la cual eleva la temperatura dando lugar al llamado efecto invernadero que viene produciendo el cambio climático a nivel mundial, que resultan perjudiciales a la sostenibilidad del planeta.

Al ingresar al organismo, estos gases se acumulan básicamente en el tejido graso; su efecto no es inmediato, sino por acumulación; que desencadenará un cáncer en cualquier parte de su cuerpo. Si a algún depósito de agua le cayeron las cenizas producto de la quema de neumáticos, lamentablemente tendrán que eliminarse, esa agua ya está contaminada. La quema de caucho genera también dioxinas, que son probados agentes cancerígenos que además producen infertilidad.