En Bolivia se exige transparencia

PAULINA CORONEL PÁEZ

La concepción de Democracia tiene que cambiar en nuestros países latinoamericanos. La alternancia es lo más sensato y lo más parecido a los sistemas reales de participación ciudadana.

Somos miles. Y como tales, todos podemos aspirar a dirigir un Estado, naturalmente si existe la preparación, el equipo, el apoyo y sobre todo la convicción de que son los primeros servidores de su pueblo. Las nuevas ideas mejoran los procesos. Y si se habla de organizaciones políticas, hay muchos adherentes opcionados para ejercer diferentes funciones.

Entonces, no es posible que solo uno quiera perpetuarse en el poder, como ocurre en Bolivia, Nicaragua, Venezuela, y de cierta manera en el Ecuador. Siempre es el mismo cuento: “Es que la población me pide”. Son los líderes los llamados a ceder espacios, a formar nuevos cuadros, y mejores.

Y lo más grave. En el caso de las presidencias de los países, es que amarran desde arriba para manejar todas las funciones y no dejar espacio a los otros. Eso claramente está pasando en Bolivia, y pasó en el Ecuador. Nada está claro. No puede ser que los sistemas fallen, se apaguen, y cambien los resultados. Eso no es ni de lejos, democracia.

Evo Morales está al borde de una victoria en primera vuelta, después de que el sistema de conteo rápido se interrumpa durante casi un día. Con casi el 84% de las papeletas verificadas, había segunda vuelta; y ahora, con el 95% escrutado, resulta que no, con lo que Morales lograría una ventaja de más de 10 puntos sobre su contendor y volvería a ser presidente de Bolivia.

Y no es que, exista un marcado progreso. Los ciudadanos se expresan y se quejan del elevado costo de la vida, que ahora tienen, frente al privilegio de unos pocos. El mismo mal de toda Latinoamérica.

PAULINA CORONEL PÁEZ

La concepción de Democracia tiene que cambiar en nuestros países latinoamericanos. La alternancia es lo más sensato y lo más parecido a los sistemas reales de participación ciudadana.

Somos miles. Y como tales, todos podemos aspirar a dirigir un Estado, naturalmente si existe la preparación, el equipo, el apoyo y sobre todo la convicción de que son los primeros servidores de su pueblo. Las nuevas ideas mejoran los procesos. Y si se habla de organizaciones políticas, hay muchos adherentes opcionados para ejercer diferentes funciones.

Entonces, no es posible que solo uno quiera perpetuarse en el poder, como ocurre en Bolivia, Nicaragua, Venezuela, y de cierta manera en el Ecuador. Siempre es el mismo cuento: “Es que la población me pide”. Son los líderes los llamados a ceder espacios, a formar nuevos cuadros, y mejores.

Y lo más grave. En el caso de las presidencias de los países, es que amarran desde arriba para manejar todas las funciones y no dejar espacio a los otros. Eso claramente está pasando en Bolivia, y pasó en el Ecuador. Nada está claro. No puede ser que los sistemas fallen, se apaguen, y cambien los resultados. Eso no es ni de lejos, democracia.

Evo Morales está al borde de una victoria en primera vuelta, después de que el sistema de conteo rápido se interrumpa durante casi un día. Con casi el 84% de las papeletas verificadas, había segunda vuelta; y ahora, con el 95% escrutado, resulta que no, con lo que Morales lograría una ventaja de más de 10 puntos sobre su contendor y volvería a ser presidente de Bolivia.

Y no es que, exista un marcado progreso. Los ciudadanos se expresan y se quejan del elevado costo de la vida, que ahora tienen, frente al privilegio de unos pocos. El mismo mal de toda Latinoamérica.

PAULINA CORONEL PÁEZ

La concepción de Democracia tiene que cambiar en nuestros países latinoamericanos. La alternancia es lo más sensato y lo más parecido a los sistemas reales de participación ciudadana.

Somos miles. Y como tales, todos podemos aspirar a dirigir un Estado, naturalmente si existe la preparación, el equipo, el apoyo y sobre todo la convicción de que son los primeros servidores de su pueblo. Las nuevas ideas mejoran los procesos. Y si se habla de organizaciones políticas, hay muchos adherentes opcionados para ejercer diferentes funciones.

Entonces, no es posible que solo uno quiera perpetuarse en el poder, como ocurre en Bolivia, Nicaragua, Venezuela, y de cierta manera en el Ecuador. Siempre es el mismo cuento: “Es que la población me pide”. Son los líderes los llamados a ceder espacios, a formar nuevos cuadros, y mejores.

Y lo más grave. En el caso de las presidencias de los países, es que amarran desde arriba para manejar todas las funciones y no dejar espacio a los otros. Eso claramente está pasando en Bolivia, y pasó en el Ecuador. Nada está claro. No puede ser que los sistemas fallen, se apaguen, y cambien los resultados. Eso no es ni de lejos, democracia.

Evo Morales está al borde de una victoria en primera vuelta, después de que el sistema de conteo rápido se interrumpa durante casi un día. Con casi el 84% de las papeletas verificadas, había segunda vuelta; y ahora, con el 95% escrutado, resulta que no, con lo que Morales lograría una ventaja de más de 10 puntos sobre su contendor y volvería a ser presidente de Bolivia.

Y no es que, exista un marcado progreso. Los ciudadanos se expresan y se quejan del elevado costo de la vida, que ahora tienen, frente al privilegio de unos pocos. El mismo mal de toda Latinoamérica.

PAULINA CORONEL PÁEZ

La concepción de Democracia tiene que cambiar en nuestros países latinoamericanos. La alternancia es lo más sensato y lo más parecido a los sistemas reales de participación ciudadana.

Somos miles. Y como tales, todos podemos aspirar a dirigir un Estado, naturalmente si existe la preparación, el equipo, el apoyo y sobre todo la convicción de que son los primeros servidores de su pueblo. Las nuevas ideas mejoran los procesos. Y si se habla de organizaciones políticas, hay muchos adherentes opcionados para ejercer diferentes funciones.

Entonces, no es posible que solo uno quiera perpetuarse en el poder, como ocurre en Bolivia, Nicaragua, Venezuela, y de cierta manera en el Ecuador. Siempre es el mismo cuento: “Es que la población me pide”. Son los líderes los llamados a ceder espacios, a formar nuevos cuadros, y mejores.

Y lo más grave. En el caso de las presidencias de los países, es que amarran desde arriba para manejar todas las funciones y no dejar espacio a los otros. Eso claramente está pasando en Bolivia, y pasó en el Ecuador. Nada está claro. No puede ser que los sistemas fallen, se apaguen, y cambien los resultados. Eso no es ni de lejos, democracia.

Evo Morales está al borde de una victoria en primera vuelta, después de que el sistema de conteo rápido se interrumpa durante casi un día. Con casi el 84% de las papeletas verificadas, había segunda vuelta; y ahora, con el 95% escrutado, resulta que no, con lo que Morales lograría una ventaja de más de 10 puntos sobre su contendor y volvería a ser presidente de Bolivia.

Y no es que, exista un marcado progreso. Los ciudadanos se expresan y se quejan del elevado costo de la vida, que ahora tienen, frente al privilegio de unos pocos. El mismo mal de toda Latinoamérica.