Nuevas evidencias sobre abuso de poder de Trump

TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)
TESTIMONIO. William Taylor , el diplomático que declaró ayer contra Trump. (AFP)

Redacción WASHINGTON

AFP

Nueva evidencia que refuerza las sospechas de abuso de poder del presidente Donald Trump surgió ayer, en el primer día de históricas audiencias televisadas en el Congreso de Estados Unidos para determinar si el mandatario republicano debe ser llevado a juicio político.

William Taylor, el principal diplomático de Washington en Kiev, declaró al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que lleva a cabo los interrogatorios, que a Trump «le importaba más» que el gobierno ucraniano investigara a su rival demócrata Joe Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.

Taylor sorprendió al afirmar bajo juramento que se había enterado recientemente de una llamada telefónica entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland. Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le dijo que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania.

«El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden», dijo Taylor.

En beneficio propio
Los demócratas que controlan la Cámara baja acusan a Trump de usar la política exterior para su beneficio político personal, usando la asistencia militar estadounidense para presionar a Kiev para abrir una investigación sobre supuesta corrupción de Biden y su hijo Hunter, que integraba el directorio de la compañía de gas ucraniana Burisma.

Exvicepresidente de Barack Obama, Biden está bien posicionado para disputarle a Trump la reelección en 2020.

«Retener asistencia militar a cambio de ayuda con una campaña política nacional en Estados Unidos sería una locura», afirmó Taylor.

Taylor también dijo que las presiones para que se investigara a los Biden provenían de «un canal diplomático irregular» que involucraba el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.

«Demasiado ocupado»
Trump, quien asegura que su conducta es «irreprochable», volvió a decir que la investigación lanzada el 24 de septiembre por los demócratas es una «caza de brujas», y dijo que estaba «demasiado ocupado» para ver las audiencias por TV.

La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que el presidente, que en la tarde recibió al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había pasado la mañana «trabajando», con «reuniones en la Oficina Oval».

Sin embargo, en la cuenta en Twitter de Trump había un aluvión de declaraciones retuiteadas de opositores a la investigación del Congreso.

Juicios históricos
° Trump puede convertirse en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.

Ninguno de los dos fueron destituidos, y es poco probable que Trump lo sea, puesto que para esto necesitaría ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.

En 1974, sin embargo, el republicano Richard Nixon renunció ante la inminencia de ser juzgado por el escándalo de Watergate.

Redacción WASHINGTON

AFP

Nueva evidencia que refuerza las sospechas de abuso de poder del presidente Donald Trump surgió ayer, en el primer día de históricas audiencias televisadas en el Congreso de Estados Unidos para determinar si el mandatario republicano debe ser llevado a juicio político.

William Taylor, el principal diplomático de Washington en Kiev, declaró al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que lleva a cabo los interrogatorios, que a Trump «le importaba más» que el gobierno ucraniano investigara a su rival demócrata Joe Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.

Taylor sorprendió al afirmar bajo juramento que se había enterado recientemente de una llamada telefónica entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland. Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le dijo que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania.

«El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden», dijo Taylor.

En beneficio propio
Los demócratas que controlan la Cámara baja acusan a Trump de usar la política exterior para su beneficio político personal, usando la asistencia militar estadounidense para presionar a Kiev para abrir una investigación sobre supuesta corrupción de Biden y su hijo Hunter, que integraba el directorio de la compañía de gas ucraniana Burisma.

Exvicepresidente de Barack Obama, Biden está bien posicionado para disputarle a Trump la reelección en 2020.

«Retener asistencia militar a cambio de ayuda con una campaña política nacional en Estados Unidos sería una locura», afirmó Taylor.

Taylor también dijo que las presiones para que se investigara a los Biden provenían de «un canal diplomático irregular» que involucraba el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.

«Demasiado ocupado»
Trump, quien asegura que su conducta es «irreprochable», volvió a decir que la investigación lanzada el 24 de septiembre por los demócratas es una «caza de brujas», y dijo que estaba «demasiado ocupado» para ver las audiencias por TV.

La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que el presidente, que en la tarde recibió al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había pasado la mañana «trabajando», con «reuniones en la Oficina Oval».

Sin embargo, en la cuenta en Twitter de Trump había un aluvión de declaraciones retuiteadas de opositores a la investigación del Congreso.

Juicios históricos
° Trump puede convertirse en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.

Ninguno de los dos fueron destituidos, y es poco probable que Trump lo sea, puesto que para esto necesitaría ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.

En 1974, sin embargo, el republicano Richard Nixon renunció ante la inminencia de ser juzgado por el escándalo de Watergate.

Redacción WASHINGTON

AFP

Nueva evidencia que refuerza las sospechas de abuso de poder del presidente Donald Trump surgió ayer, en el primer día de históricas audiencias televisadas en el Congreso de Estados Unidos para determinar si el mandatario republicano debe ser llevado a juicio político.

William Taylor, el principal diplomático de Washington en Kiev, declaró al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que lleva a cabo los interrogatorios, que a Trump «le importaba más» que el gobierno ucraniano investigara a su rival demócrata Joe Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.

Taylor sorprendió al afirmar bajo juramento que se había enterado recientemente de una llamada telefónica entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland. Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le dijo que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania.

«El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden», dijo Taylor.

En beneficio propio
Los demócratas que controlan la Cámara baja acusan a Trump de usar la política exterior para su beneficio político personal, usando la asistencia militar estadounidense para presionar a Kiev para abrir una investigación sobre supuesta corrupción de Biden y su hijo Hunter, que integraba el directorio de la compañía de gas ucraniana Burisma.

Exvicepresidente de Barack Obama, Biden está bien posicionado para disputarle a Trump la reelección en 2020.

«Retener asistencia militar a cambio de ayuda con una campaña política nacional en Estados Unidos sería una locura», afirmó Taylor.

Taylor también dijo que las presiones para que se investigara a los Biden provenían de «un canal diplomático irregular» que involucraba el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.

«Demasiado ocupado»
Trump, quien asegura que su conducta es «irreprochable», volvió a decir que la investigación lanzada el 24 de septiembre por los demócratas es una «caza de brujas», y dijo que estaba «demasiado ocupado» para ver las audiencias por TV.

La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que el presidente, que en la tarde recibió al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había pasado la mañana «trabajando», con «reuniones en la Oficina Oval».

Sin embargo, en la cuenta en Twitter de Trump había un aluvión de declaraciones retuiteadas de opositores a la investigación del Congreso.

Juicios históricos
° Trump puede convertirse en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.

Ninguno de los dos fueron destituidos, y es poco probable que Trump lo sea, puesto que para esto necesitaría ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.

En 1974, sin embargo, el republicano Richard Nixon renunció ante la inminencia de ser juzgado por el escándalo de Watergate.

Redacción WASHINGTON

AFP

Nueva evidencia que refuerza las sospechas de abuso de poder del presidente Donald Trump surgió ayer, en el primer día de históricas audiencias televisadas en el Congreso de Estados Unidos para determinar si el mandatario republicano debe ser llevado a juicio político.

William Taylor, el principal diplomático de Washington en Kiev, declaró al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que lleva a cabo los interrogatorios, que a Trump «le importaba más» que el gobierno ucraniano investigara a su rival demócrata Joe Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.

Taylor sorprendió al afirmar bajo juramento que se había enterado recientemente de una llamada telefónica entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland. Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le dijo que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania.

«El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden», dijo Taylor.

En beneficio propio
Los demócratas que controlan la Cámara baja acusan a Trump de usar la política exterior para su beneficio político personal, usando la asistencia militar estadounidense para presionar a Kiev para abrir una investigación sobre supuesta corrupción de Biden y su hijo Hunter, que integraba el directorio de la compañía de gas ucraniana Burisma.

Exvicepresidente de Barack Obama, Biden está bien posicionado para disputarle a Trump la reelección en 2020.

«Retener asistencia militar a cambio de ayuda con una campaña política nacional en Estados Unidos sería una locura», afirmó Taylor.

Taylor también dijo que las presiones para que se investigara a los Biden provenían de «un canal diplomático irregular» que involucraba el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.

«Demasiado ocupado»
Trump, quien asegura que su conducta es «irreprochable», volvió a decir que la investigación lanzada el 24 de septiembre por los demócratas es una «caza de brujas», y dijo que estaba «demasiado ocupado» para ver las audiencias por TV.

La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que el presidente, que en la tarde recibió al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había pasado la mañana «trabajando», con «reuniones en la Oficina Oval».

Sin embargo, en la cuenta en Twitter de Trump había un aluvión de declaraciones retuiteadas de opositores a la investigación del Congreso.

Juicios históricos
° Trump puede convertirse en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.

Ninguno de los dos fueron destituidos, y es poco probable que Trump lo sea, puesto que para esto necesitaría ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.

En 1974, sin embargo, el republicano Richard Nixon renunció ante la inminencia de ser juzgado por el escándalo de Watergate.