2019: 460 mordidas de animales callejeros en el año

competencia. Los controles a los perros callejeros deben ser ejecutados por el Municipio.
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El 3 de noviembre, un niño de cinco años fue brutalmente agredido por un perro callejero en el parque de la ciudadela Las Bethlemitas, al sur de la ciudad, el hecho provocó que el niño tenga serios daños en su lacrimal y que deba ser operado de inmediato.

Como este varios casos ocurren a diario en la ciudad, unos son más leves y otros ni siquiera son denunciados por lo que no han recibido el seguimiento.
Para las autoridades del Distrito de Salud este es un problema serio pues en cada caso deben realizar un seguimiento de los pacientes como de los perros y gatos mordedores para detectar problemas serios como la rabia, por lo que esperan que el Municipio cumpla sus competencias para el control de los animales callejeros.

Milton Paredes, responsable de la vigilancia de la salud del distrito Latacunga, manifestó que como institución cumplen la investigación del animal y de las personas que fueron expuestas a mordeduras de cualquier mamífero susceptible de rabia ya sea este el caso de perros, gatos u otros.
El Director destacó que en lo que va de 2019 se tiene el reporte de 460 pacientes mordidos por perros y gatos, de ellos ninguno de los casos ha tenido síntomas sugestivos de rabia y en más de 15 años no se han presentado por lo que está en vías de erradicación.

Este procedimiento, según Paola Pérez, madre del niño atacado el 3 de noviembre, no se cumplió con el rigor apropiado y aún no conoce cuál es el paradero del animal que mordió a su hijo y le dejó dos cicatrices y daños en su rostro.

Pérez destacó que su hijo fue trasladado al Hospital General con el conducto lacrimal roto y por ello lo remitieron al Vaca Ortiz de Quito en donde recibió una cirugía y actualmente se encuentra en recuperación.

La ciudadana denunció que el médico tratante le pidió el seguimiento del can, sin embargo en la dirección de salud le dijeron que el perro tiene dueño y no hay mayores riesgos, pero el animal vive en el parque y no tiene propietario.

Además en la Dirección de Ambiente del Municipio no habría recibido una respuesta pues le habrían dicho que hay casos peores y para esto debe tener una denuncia escrita para que puedan proceder, “ellos no pueden trabajar sin la denuncia y eso es su obligación”.
En el Municipio de Latacunga manifestaron que no hay autorización para dar declaraciones y hasta el cierre de edición el director de Ambiente Carlos Espín no atendió su teléfono.

Normas

El código del ambiente establece que la competencia del manejo responsable de la fauna urbana es de los municipios en coordinación con otros entes relacionados con el tema.

Según el articulo 12 de la Ordenanza que regula el tránsito, cuidado, tenencia y manejo responsables de perros y gatos, establece que en el caso de una mordedura de perros o gatos el animal deberá ser trasladado inmediatamente a los sitios de investigación establecidos por el Municipio, lo que según Pérez se cumplió el martes de esta semana cuando el incidente fue el 3 de noviembre.

Además según el artículo 18, el Municipio de Latacunga será el encargado de formular las acciones destinadas al control de animales vagabundos y en caso de evidenciar la presencia de estos animales deben ser marcados con un microchip o tatuaje.

Procedimiento en salud

Paredes agregó que el procedimiento que se sigue consiste en hacer un monitoreo del animal mordedor por 10 días y en caso de que no se encuentre al perro se procede a la colocación de la vacuna antirrábica humana que solo se aplica a pacientes a los que no saben donde está el animal mordedor.

Haciendo un comparativo con el 2018 se registraron 461 casos y en lo que va de este año faltando dos meses para concluir, hay 460. “Esto ocurre en todos los grupos etarios porque los perros son una plaga en plazas y mercados”, acotó.

El médico destacó en el año han recibido pacientes con heridas graves y todos son investigados, pero hasta ahora ninguno ha presentado rabia.

El año pasado se aplicó la última dosis de la vacuna antirrábica a perros callejeros y de casa sin embargo aún la dirección no ha recibido notificaciones para aplicar nuevamente la vacuna. (NA)

El 3 de noviembre, un niño de cinco años fue brutalmente agredido por un perro callejero en el parque de la ciudadela Las Bethlemitas, al sur de la ciudad, el hecho provocó que el niño tenga serios daños en su lacrimal y que deba ser operado de inmediato.

Como este varios casos ocurren a diario en la ciudad, unos son más leves y otros ni siquiera son denunciados por lo que no han recibido el seguimiento.
Para las autoridades del Distrito de Salud este es un problema serio pues en cada caso deben realizar un seguimiento de los pacientes como de los perros y gatos mordedores para detectar problemas serios como la rabia, por lo que esperan que el Municipio cumpla sus competencias para el control de los animales callejeros.

Milton Paredes, responsable de la vigilancia de la salud del distrito Latacunga, manifestó que como institución cumplen la investigación del animal y de las personas que fueron expuestas a mordeduras de cualquier mamífero susceptible de rabia ya sea este el caso de perros, gatos u otros.
El Director destacó que en lo que va de 2019 se tiene el reporte de 460 pacientes mordidos por perros y gatos, de ellos ninguno de los casos ha tenido síntomas sugestivos de rabia y en más de 15 años no se han presentado por lo que está en vías de erradicación.

Este procedimiento, según Paola Pérez, madre del niño atacado el 3 de noviembre, no se cumplió con el rigor apropiado y aún no conoce cuál es el paradero del animal que mordió a su hijo y le dejó dos cicatrices y daños en su rostro.

Pérez destacó que su hijo fue trasladado al Hospital General con el conducto lacrimal roto y por ello lo remitieron al Vaca Ortiz de Quito en donde recibió una cirugía y actualmente se encuentra en recuperación.

La ciudadana denunció que el médico tratante le pidió el seguimiento del can, sin embargo en la dirección de salud le dijeron que el perro tiene dueño y no hay mayores riesgos, pero el animal vive en el parque y no tiene propietario.

Además en la Dirección de Ambiente del Municipio no habría recibido una respuesta pues le habrían dicho que hay casos peores y para esto debe tener una denuncia escrita para que puedan proceder, “ellos no pueden trabajar sin la denuncia y eso es su obligación”.
En el Municipio de Latacunga manifestaron que no hay autorización para dar declaraciones y hasta el cierre de edición el director de Ambiente Carlos Espín no atendió su teléfono.

Normas

El código del ambiente establece que la competencia del manejo responsable de la fauna urbana es de los municipios en coordinación con otros entes relacionados con el tema.

Según el articulo 12 de la Ordenanza que regula el tránsito, cuidado, tenencia y manejo responsables de perros y gatos, establece que en el caso de una mordedura de perros o gatos el animal deberá ser trasladado inmediatamente a los sitios de investigación establecidos por el Municipio, lo que según Pérez se cumplió el martes de esta semana cuando el incidente fue el 3 de noviembre.

Además según el artículo 18, el Municipio de Latacunga será el encargado de formular las acciones destinadas al control de animales vagabundos y en caso de evidenciar la presencia de estos animales deben ser marcados con un microchip o tatuaje.

Procedimiento en salud

Paredes agregó que el procedimiento que se sigue consiste en hacer un monitoreo del animal mordedor por 10 días y en caso de que no se encuentre al perro se procede a la colocación de la vacuna antirrábica humana que solo se aplica a pacientes a los que no saben donde está el animal mordedor.

Haciendo un comparativo con el 2018 se registraron 461 casos y en lo que va de este año faltando dos meses para concluir, hay 460. “Esto ocurre en todos los grupos etarios porque los perros son una plaga en plazas y mercados”, acotó.

El médico destacó en el año han recibido pacientes con heridas graves y todos son investigados, pero hasta ahora ninguno ha presentado rabia.

El año pasado se aplicó la última dosis de la vacuna antirrábica a perros callejeros y de casa sin embargo aún la dirección no ha recibido notificaciones para aplicar nuevamente la vacuna. (NA)

El 3 de noviembre, un niño de cinco años fue brutalmente agredido por un perro callejero en el parque de la ciudadela Las Bethlemitas, al sur de la ciudad, el hecho provocó que el niño tenga serios daños en su lacrimal y que deba ser operado de inmediato.

Como este varios casos ocurren a diario en la ciudad, unos son más leves y otros ni siquiera son denunciados por lo que no han recibido el seguimiento.
Para las autoridades del Distrito de Salud este es un problema serio pues en cada caso deben realizar un seguimiento de los pacientes como de los perros y gatos mordedores para detectar problemas serios como la rabia, por lo que esperan que el Municipio cumpla sus competencias para el control de los animales callejeros.

Milton Paredes, responsable de la vigilancia de la salud del distrito Latacunga, manifestó que como institución cumplen la investigación del animal y de las personas que fueron expuestas a mordeduras de cualquier mamífero susceptible de rabia ya sea este el caso de perros, gatos u otros.
El Director destacó que en lo que va de 2019 se tiene el reporte de 460 pacientes mordidos por perros y gatos, de ellos ninguno de los casos ha tenido síntomas sugestivos de rabia y en más de 15 años no se han presentado por lo que está en vías de erradicación.

Este procedimiento, según Paola Pérez, madre del niño atacado el 3 de noviembre, no se cumplió con el rigor apropiado y aún no conoce cuál es el paradero del animal que mordió a su hijo y le dejó dos cicatrices y daños en su rostro.

Pérez destacó que su hijo fue trasladado al Hospital General con el conducto lacrimal roto y por ello lo remitieron al Vaca Ortiz de Quito en donde recibió una cirugía y actualmente se encuentra en recuperación.

La ciudadana denunció que el médico tratante le pidió el seguimiento del can, sin embargo en la dirección de salud le dijeron que el perro tiene dueño y no hay mayores riesgos, pero el animal vive en el parque y no tiene propietario.

Además en la Dirección de Ambiente del Municipio no habría recibido una respuesta pues le habrían dicho que hay casos peores y para esto debe tener una denuncia escrita para que puedan proceder, “ellos no pueden trabajar sin la denuncia y eso es su obligación”.
En el Municipio de Latacunga manifestaron que no hay autorización para dar declaraciones y hasta el cierre de edición el director de Ambiente Carlos Espín no atendió su teléfono.

Normas

El código del ambiente establece que la competencia del manejo responsable de la fauna urbana es de los municipios en coordinación con otros entes relacionados con el tema.

Según el articulo 12 de la Ordenanza que regula el tránsito, cuidado, tenencia y manejo responsables de perros y gatos, establece que en el caso de una mordedura de perros o gatos el animal deberá ser trasladado inmediatamente a los sitios de investigación establecidos por el Municipio, lo que según Pérez se cumplió el martes de esta semana cuando el incidente fue el 3 de noviembre.

Además según el artículo 18, el Municipio de Latacunga será el encargado de formular las acciones destinadas al control de animales vagabundos y en caso de evidenciar la presencia de estos animales deben ser marcados con un microchip o tatuaje.

Procedimiento en salud

Paredes agregó que el procedimiento que se sigue consiste en hacer un monitoreo del animal mordedor por 10 días y en caso de que no se encuentre al perro se procede a la colocación de la vacuna antirrábica humana que solo se aplica a pacientes a los que no saben donde está el animal mordedor.

Haciendo un comparativo con el 2018 se registraron 461 casos y en lo que va de este año faltando dos meses para concluir, hay 460. “Esto ocurre en todos los grupos etarios porque los perros son una plaga en plazas y mercados”, acotó.

El médico destacó en el año han recibido pacientes con heridas graves y todos son investigados, pero hasta ahora ninguno ha presentado rabia.

El año pasado se aplicó la última dosis de la vacuna antirrábica a perros callejeros y de casa sin embargo aún la dirección no ha recibido notificaciones para aplicar nuevamente la vacuna. (NA)

El 3 de noviembre, un niño de cinco años fue brutalmente agredido por un perro callejero en el parque de la ciudadela Las Bethlemitas, al sur de la ciudad, el hecho provocó que el niño tenga serios daños en su lacrimal y que deba ser operado de inmediato.

Como este varios casos ocurren a diario en la ciudad, unos son más leves y otros ni siquiera son denunciados por lo que no han recibido el seguimiento.
Para las autoridades del Distrito de Salud este es un problema serio pues en cada caso deben realizar un seguimiento de los pacientes como de los perros y gatos mordedores para detectar problemas serios como la rabia, por lo que esperan que el Municipio cumpla sus competencias para el control de los animales callejeros.

Milton Paredes, responsable de la vigilancia de la salud del distrito Latacunga, manifestó que como institución cumplen la investigación del animal y de las personas que fueron expuestas a mordeduras de cualquier mamífero susceptible de rabia ya sea este el caso de perros, gatos u otros.
El Director destacó que en lo que va de 2019 se tiene el reporte de 460 pacientes mordidos por perros y gatos, de ellos ninguno de los casos ha tenido síntomas sugestivos de rabia y en más de 15 años no se han presentado por lo que está en vías de erradicación.

Este procedimiento, según Paola Pérez, madre del niño atacado el 3 de noviembre, no se cumplió con el rigor apropiado y aún no conoce cuál es el paradero del animal que mordió a su hijo y le dejó dos cicatrices y daños en su rostro.

Pérez destacó que su hijo fue trasladado al Hospital General con el conducto lacrimal roto y por ello lo remitieron al Vaca Ortiz de Quito en donde recibió una cirugía y actualmente se encuentra en recuperación.

La ciudadana denunció que el médico tratante le pidió el seguimiento del can, sin embargo en la dirección de salud le dijeron que el perro tiene dueño y no hay mayores riesgos, pero el animal vive en el parque y no tiene propietario.

Además en la Dirección de Ambiente del Municipio no habría recibido una respuesta pues le habrían dicho que hay casos peores y para esto debe tener una denuncia escrita para que puedan proceder, “ellos no pueden trabajar sin la denuncia y eso es su obligación”.
En el Municipio de Latacunga manifestaron que no hay autorización para dar declaraciones y hasta el cierre de edición el director de Ambiente Carlos Espín no atendió su teléfono.

Normas

El código del ambiente establece que la competencia del manejo responsable de la fauna urbana es de los municipios en coordinación con otros entes relacionados con el tema.

Según el articulo 12 de la Ordenanza que regula el tránsito, cuidado, tenencia y manejo responsables de perros y gatos, establece que en el caso de una mordedura de perros o gatos el animal deberá ser trasladado inmediatamente a los sitios de investigación establecidos por el Municipio, lo que según Pérez se cumplió el martes de esta semana cuando el incidente fue el 3 de noviembre.

Además según el artículo 18, el Municipio de Latacunga será el encargado de formular las acciones destinadas al control de animales vagabundos y en caso de evidenciar la presencia de estos animales deben ser marcados con un microchip o tatuaje.

Procedimiento en salud

Paredes agregó que el procedimiento que se sigue consiste en hacer un monitoreo del animal mordedor por 10 días y en caso de que no se encuentre al perro se procede a la colocación de la vacuna antirrábica humana que solo se aplica a pacientes a los que no saben donde está el animal mordedor.

Haciendo un comparativo con el 2018 se registraron 461 casos y en lo que va de este año faltando dos meses para concluir, hay 460. “Esto ocurre en todos los grupos etarios porque los perros son una plaga en plazas y mercados”, acotó.

El médico destacó en el año han recibido pacientes con heridas graves y todos son investigados, pero hasta ahora ninguno ha presentado rabia.

El año pasado se aplicó la última dosis de la vacuna antirrábica a perros callejeros y de casa sin embargo aún la dirección no ha recibido notificaciones para aplicar nuevamente la vacuna. (NA)