La violencia a la mujer, un problema latente

SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
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SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.
SITUACIÓN. Las mujeres se organizan para luchar por sus derechos de manera conjunta.

Visiblemente preocupadas por lo que sucede en la provincia con las mujeres que son maltratadas, las que están desaparecidas y las que ya no están porque fueron asesinadas por sus parejas o por personas que antes las robaron y violaron, la Plataforma provincial de Mujeres está empeñada en iniciar con un trabajo más puntual en este sentido para cambiar esta realidad.

Cotopaxi está entre las tres provincias más violentas del país, ocupa el tercer lugar con el 63% de violencia a la mujer, cuando el promedio nacional es del 60%. Esta situación para Rocío Arcos, integrante de la plataforma provincial, es preocupante e indignante porque se registran 6 femicidios y 5 muertes de mujeres por otros motivos.

Destaca que la violencia en el sector rural es más contundente, las mujeres campesinas e indígenas son violentadas de diferentes formas y entre los motivos principales están la desigualdad social y económica.

“Es el sistema capitalista el que da paso al dominio, a la represión, y a la discriminación a la mujer, hemos crecido y nos hemos formado así. No hay en el sistema educativo un soporte que permita educar para la vida, la libertad y la igualdad y la equidad que deberían comenzar desde la educación y desde la familia”.

Para Arcos, el que todos los colectivos de mujeres se hayan organizado por cerca de un año y medio y hoy se junten para accionar desde una sola plataforma es un adelanto importante porque piensan hacer un trabajo en territorio y exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber en este ámbito, además de establecer alianzas estratégicas para desarrollar un mejor trabajo para el respeto de los derechos.

“Aún hay mucho por hacer, pero depende de las mujeres exigir sus derechos, conocerlos, informarse y reconocerse entre mujeres porque la unidad es importante para que haya más efectividad en la lucha de derechos”.

Matilde Camacho, miembro de la Plataforma, destaca que la violencia contra la mujer es un problema sin fronteras y en Cotopaxi los índices demuestran que la problemática está latente y eso preocupa porque muchos casos se quedan en la impunidad y se producen por machismo, misoginia (aversión y odio a las mujeres) y exclusión.

“Las mujeres siguen callando su problema, siendo sometidas, se mantienen sumisas, no denuncian a pesar de que hoy existen facilidades para hacerlo”, expresó y aseguró que esta situación también contribuye a que la violencia se mantenga y no se corte la cadena.

Asegura que en estos casos el sistema de justicia se mantiene lento, no informa de manera oportuna sobre el avance de los procesos y muchos casos simplemente no se resuelven.

Ante esta realidad, Camacho dice que como Plataforma Provincial ahora quieren tener una injerencia más directa y capacitar a las mujeres sobre sus derechos, a mejorar su autoestima y también sensibilizar a los hombres sobre el derecho a vivir en libertad y en armonía, compartiendo derechos y obligaciones.

Sumado esto, a la exigencia de que se trabaje en políticas públicas que permitan erradicar la violencia y eso es una competencia exclusiva de los municipios labor en la que estarán atentas las mujeres de la Plataforma para que haya cumplimiento. (VHG)

Visiblemente preocupadas por lo que sucede en la provincia con las mujeres que son maltratadas, las que están desaparecidas y las que ya no están porque fueron asesinadas por sus parejas o por personas que antes las robaron y violaron, la Plataforma provincial de Mujeres está empeñada en iniciar con un trabajo más puntual en este sentido para cambiar esta realidad.

Cotopaxi está entre las tres provincias más violentas del país, ocupa el tercer lugar con el 63% de violencia a la mujer, cuando el promedio nacional es del 60%. Esta situación para Rocío Arcos, integrante de la plataforma provincial, es preocupante e indignante porque se registran 6 femicidios y 5 muertes de mujeres por otros motivos.

Destaca que la violencia en el sector rural es más contundente, las mujeres campesinas e indígenas son violentadas de diferentes formas y entre los motivos principales están la desigualdad social y económica.

“Es el sistema capitalista el que da paso al dominio, a la represión, y a la discriminación a la mujer, hemos crecido y nos hemos formado así. No hay en el sistema educativo un soporte que permita educar para la vida, la libertad y la igualdad y la equidad que deberían comenzar desde la educación y desde la familia”.

Para Arcos, el que todos los colectivos de mujeres se hayan organizado por cerca de un año y medio y hoy se junten para accionar desde una sola plataforma es un adelanto importante porque piensan hacer un trabajo en territorio y exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber en este ámbito, además de establecer alianzas estratégicas para desarrollar un mejor trabajo para el respeto de los derechos.

“Aún hay mucho por hacer, pero depende de las mujeres exigir sus derechos, conocerlos, informarse y reconocerse entre mujeres porque la unidad es importante para que haya más efectividad en la lucha de derechos”.

Matilde Camacho, miembro de la Plataforma, destaca que la violencia contra la mujer es un problema sin fronteras y en Cotopaxi los índices demuestran que la problemática está latente y eso preocupa porque muchos casos se quedan en la impunidad y se producen por machismo, misoginia (aversión y odio a las mujeres) y exclusión.

“Las mujeres siguen callando su problema, siendo sometidas, se mantienen sumisas, no denuncian a pesar de que hoy existen facilidades para hacerlo”, expresó y aseguró que esta situación también contribuye a que la violencia se mantenga y no se corte la cadena.

Asegura que en estos casos el sistema de justicia se mantiene lento, no informa de manera oportuna sobre el avance de los procesos y muchos casos simplemente no se resuelven.

Ante esta realidad, Camacho dice que como Plataforma Provincial ahora quieren tener una injerencia más directa y capacitar a las mujeres sobre sus derechos, a mejorar su autoestima y también sensibilizar a los hombres sobre el derecho a vivir en libertad y en armonía, compartiendo derechos y obligaciones.

Sumado esto, a la exigencia de que se trabaje en políticas públicas que permitan erradicar la violencia y eso es una competencia exclusiva de los municipios labor en la que estarán atentas las mujeres de la Plataforma para que haya cumplimiento. (VHG)

Visiblemente preocupadas por lo que sucede en la provincia con las mujeres que son maltratadas, las que están desaparecidas y las que ya no están porque fueron asesinadas por sus parejas o por personas que antes las robaron y violaron, la Plataforma provincial de Mujeres está empeñada en iniciar con un trabajo más puntual en este sentido para cambiar esta realidad.

Cotopaxi está entre las tres provincias más violentas del país, ocupa el tercer lugar con el 63% de violencia a la mujer, cuando el promedio nacional es del 60%. Esta situación para Rocío Arcos, integrante de la plataforma provincial, es preocupante e indignante porque se registran 6 femicidios y 5 muertes de mujeres por otros motivos.

Destaca que la violencia en el sector rural es más contundente, las mujeres campesinas e indígenas son violentadas de diferentes formas y entre los motivos principales están la desigualdad social y económica.

“Es el sistema capitalista el que da paso al dominio, a la represión, y a la discriminación a la mujer, hemos crecido y nos hemos formado así. No hay en el sistema educativo un soporte que permita educar para la vida, la libertad y la igualdad y la equidad que deberían comenzar desde la educación y desde la familia”.

Para Arcos, el que todos los colectivos de mujeres se hayan organizado por cerca de un año y medio y hoy se junten para accionar desde una sola plataforma es un adelanto importante porque piensan hacer un trabajo en territorio y exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber en este ámbito, además de establecer alianzas estratégicas para desarrollar un mejor trabajo para el respeto de los derechos.

“Aún hay mucho por hacer, pero depende de las mujeres exigir sus derechos, conocerlos, informarse y reconocerse entre mujeres porque la unidad es importante para que haya más efectividad en la lucha de derechos”.

Matilde Camacho, miembro de la Plataforma, destaca que la violencia contra la mujer es un problema sin fronteras y en Cotopaxi los índices demuestran que la problemática está latente y eso preocupa porque muchos casos se quedan en la impunidad y se producen por machismo, misoginia (aversión y odio a las mujeres) y exclusión.

“Las mujeres siguen callando su problema, siendo sometidas, se mantienen sumisas, no denuncian a pesar de que hoy existen facilidades para hacerlo”, expresó y aseguró que esta situación también contribuye a que la violencia se mantenga y no se corte la cadena.

Asegura que en estos casos el sistema de justicia se mantiene lento, no informa de manera oportuna sobre el avance de los procesos y muchos casos simplemente no se resuelven.

Ante esta realidad, Camacho dice que como Plataforma Provincial ahora quieren tener una injerencia más directa y capacitar a las mujeres sobre sus derechos, a mejorar su autoestima y también sensibilizar a los hombres sobre el derecho a vivir en libertad y en armonía, compartiendo derechos y obligaciones.

Sumado esto, a la exigencia de que se trabaje en políticas públicas que permitan erradicar la violencia y eso es una competencia exclusiva de los municipios labor en la que estarán atentas las mujeres de la Plataforma para que haya cumplimiento. (VHG)

Visiblemente preocupadas por lo que sucede en la provincia con las mujeres que son maltratadas, las que están desaparecidas y las que ya no están porque fueron asesinadas por sus parejas o por personas que antes las robaron y violaron, la Plataforma provincial de Mujeres está empeñada en iniciar con un trabajo más puntual en este sentido para cambiar esta realidad.

Cotopaxi está entre las tres provincias más violentas del país, ocupa el tercer lugar con el 63% de violencia a la mujer, cuando el promedio nacional es del 60%. Esta situación para Rocío Arcos, integrante de la plataforma provincial, es preocupante e indignante porque se registran 6 femicidios y 5 muertes de mujeres por otros motivos.

Destaca que la violencia en el sector rural es más contundente, las mujeres campesinas e indígenas son violentadas de diferentes formas y entre los motivos principales están la desigualdad social y económica.

“Es el sistema capitalista el que da paso al dominio, a la represión, y a la discriminación a la mujer, hemos crecido y nos hemos formado así. No hay en el sistema educativo un soporte que permita educar para la vida, la libertad y la igualdad y la equidad que deberían comenzar desde la educación y desde la familia”.

Para Arcos, el que todos los colectivos de mujeres se hayan organizado por cerca de un año y medio y hoy se junten para accionar desde una sola plataforma es un adelanto importante porque piensan hacer un trabajo en territorio y exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber en este ámbito, además de establecer alianzas estratégicas para desarrollar un mejor trabajo para el respeto de los derechos.

“Aún hay mucho por hacer, pero depende de las mujeres exigir sus derechos, conocerlos, informarse y reconocerse entre mujeres porque la unidad es importante para que haya más efectividad en la lucha de derechos”.

Matilde Camacho, miembro de la Plataforma, destaca que la violencia contra la mujer es un problema sin fronteras y en Cotopaxi los índices demuestran que la problemática está latente y eso preocupa porque muchos casos se quedan en la impunidad y se producen por machismo, misoginia (aversión y odio a las mujeres) y exclusión.

“Las mujeres siguen callando su problema, siendo sometidas, se mantienen sumisas, no denuncian a pesar de que hoy existen facilidades para hacerlo”, expresó y aseguró que esta situación también contribuye a que la violencia se mantenga y no se corte la cadena.

Asegura que en estos casos el sistema de justicia se mantiene lento, no informa de manera oportuna sobre el avance de los procesos y muchos casos simplemente no se resuelven.

Ante esta realidad, Camacho dice que como Plataforma Provincial ahora quieren tener una injerencia más directa y capacitar a las mujeres sobre sus derechos, a mejorar su autoestima y también sensibilizar a los hombres sobre el derecho a vivir en libertad y en armonía, compartiendo derechos y obligaciones.

Sumado esto, a la exigencia de que se trabaje en políticas públicas que permitan erradicar la violencia y eso es una competencia exclusiva de los municipios labor en la que estarán atentas las mujeres de la Plataforma para que haya cumplimiento. (VHG)