Perros ferales matan a 32 ovejas en Maca Grande

SITUACIÓN. Algunos animales atacados por perros ferales murieron de inmediato y otros sobrevivieron.
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SITUACIÓN. Algunos animales atacados por perros ferales murieron de inmediato y otros sobrevivieron.
SITUACIÓN. Algunos animales atacados por perros ferales murieron de inmediato y otros sobrevivieron.
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SITUACIÓN. Algunos animales atacados por perros ferales murieron de inmediato y otros sobrevivieron.
SITUACIÓN. Algunos animales atacados por perros ferales murieron de inmediato y otros sobrevivieron.

Preocupación, indignación y hasta desesperación existe en la comunidad de Maca Grande, en Poaló, por lo sucedido este fin de semana. Alrededor de unas 80 ovejas fueron atacadas por perros ferales que habitan en la zona, 32 murieron y el resto quedaron vivas, pero con graves heridas.

El presidente de la Junta Parroquial de Poaló, Gonzalo Espín, informó ayer que este ataque se habría producido la madrugada del sábado y domingo y que los habitantes están indignados y preocupados por esta situación, ya que son alrededor e 20 familias, las que están afectadas.

Aseguró que este problema existe hace más de unos siete años y que ya lo han denunciado, pero cada vez se hace más grave y no hay la intervención de las autoridades. Denunció que en la comuna del Tejar y Mollepamba, en el límite con Saquisilí hay un botadero de huesos y vísceras de reses, donde habitan estos perros ferales, son una especie de cuidadores, pero que cada vez se hacen más territoriales y salvajes.

Aseguró que son perros de raza y que no existen un control porque cada vez se multiplican con las perras del lugar y así el problema se agudiza.

Ahora, el temor de los moradores del sector es que en algún momento ataquen a las personas, especialmente a los niños que libremente circulan por este lugar.

Además, está el problema de contaminación que existe con el botadero, que emana olores nauseabundos y hay una gran presencia de moscas.

Espín dijo que ya se solicitó hace unos siete años a las autoridades municipales de Saquisilí, de ese entonces, que tomen cartas en el asunto, pero este lugar sigue funcionando.

“Ahora, frente a este problema, las comunidades se activan y piden a las autoridades que tomen cartas en este asunto”, dijo Espín y por eso ayer mantuvo una reunión con el gobernador Jorge Miño para pedir apoyo y que se pueda capturar a estos perros que mantienen en zozobra a la comunidad.

Al respecto, Marcelo Pinto, director provincial del Ministerio del Ambiente (MAE), fue enfático en señalar que en la Constitución se establecen las competencias de cada sector y que al MAE le corresponde el cuidado de la fauna silvestre y son los gobiernos municipales quienes debe hacerse cargo de la fauna urbana, sin que eso implique que el MAE no les acompañe en los procesos que lleven adelante.

Destacó que el problema de los perros ferales existe en varias ciudades del país y que debe ser atendido a fin de evitar mayores inconvenientes, porque son animales que suben a los ecosistemas naturales y toman similitudes de los animales silvestres y es cuando se generan conflictos con la gente.

En 2018 existió un problema similar en Pastocalle, donde las afectadas fueron las vacas, en ese momento el MAE también pidió la intervención del Municipio de Latacunga, pero los resultados no se conocen.

Pinto dijo que hoy emitirán una rueda de prensa con la Gobernación para dar a conocer mayores detalles y están trabajando para hacer el acompañamiento, en este caso al Municipio, dentro de las acciones que debe cumplir, al ser fauna urbana una competencia municipal. Este medio de comunicación intentó comunicarse con la Jefatura de Ambiente del Municipio de Latacunga o con algún representante de fauna urbana, pero en Comunicación Social informaron que el Jefe de Ambiente todavía no podía dar declaraciones. (VHG)

Preocupación, indignación y hasta desesperación existe en la comunidad de Maca Grande, en Poaló, por lo sucedido este fin de semana. Alrededor de unas 80 ovejas fueron atacadas por perros ferales que habitan en la zona, 32 murieron y el resto quedaron vivas, pero con graves heridas.

El presidente de la Junta Parroquial de Poaló, Gonzalo Espín, informó ayer que este ataque se habría producido la madrugada del sábado y domingo y que los habitantes están indignados y preocupados por esta situación, ya que son alrededor e 20 familias, las que están afectadas.

Aseguró que este problema existe hace más de unos siete años y que ya lo han denunciado, pero cada vez se hace más grave y no hay la intervención de las autoridades. Denunció que en la comuna del Tejar y Mollepamba, en el límite con Saquisilí hay un botadero de huesos y vísceras de reses, donde habitan estos perros ferales, son una especie de cuidadores, pero que cada vez se hacen más territoriales y salvajes.

Aseguró que son perros de raza y que no existen un control porque cada vez se multiplican con las perras del lugar y así el problema se agudiza.

Ahora, el temor de los moradores del sector es que en algún momento ataquen a las personas, especialmente a los niños que libremente circulan por este lugar.

Además, está el problema de contaminación que existe con el botadero, que emana olores nauseabundos y hay una gran presencia de moscas.

Espín dijo que ya se solicitó hace unos siete años a las autoridades municipales de Saquisilí, de ese entonces, que tomen cartas en el asunto, pero este lugar sigue funcionando.

“Ahora, frente a este problema, las comunidades se activan y piden a las autoridades que tomen cartas en este asunto”, dijo Espín y por eso ayer mantuvo una reunión con el gobernador Jorge Miño para pedir apoyo y que se pueda capturar a estos perros que mantienen en zozobra a la comunidad.

Al respecto, Marcelo Pinto, director provincial del Ministerio del Ambiente (MAE), fue enfático en señalar que en la Constitución se establecen las competencias de cada sector y que al MAE le corresponde el cuidado de la fauna silvestre y son los gobiernos municipales quienes debe hacerse cargo de la fauna urbana, sin que eso implique que el MAE no les acompañe en los procesos que lleven adelante.

Destacó que el problema de los perros ferales existe en varias ciudades del país y que debe ser atendido a fin de evitar mayores inconvenientes, porque son animales que suben a los ecosistemas naturales y toman similitudes de los animales silvestres y es cuando se generan conflictos con la gente.

En 2018 existió un problema similar en Pastocalle, donde las afectadas fueron las vacas, en ese momento el MAE también pidió la intervención del Municipio de Latacunga, pero los resultados no se conocen.

Pinto dijo que hoy emitirán una rueda de prensa con la Gobernación para dar a conocer mayores detalles y están trabajando para hacer el acompañamiento, en este caso al Municipio, dentro de las acciones que debe cumplir, al ser fauna urbana una competencia municipal. Este medio de comunicación intentó comunicarse con la Jefatura de Ambiente del Municipio de Latacunga o con algún representante de fauna urbana, pero en Comunicación Social informaron que el Jefe de Ambiente todavía no podía dar declaraciones. (VHG)

Preocupación, indignación y hasta desesperación existe en la comunidad de Maca Grande, en Poaló, por lo sucedido este fin de semana. Alrededor de unas 80 ovejas fueron atacadas por perros ferales que habitan en la zona, 32 murieron y el resto quedaron vivas, pero con graves heridas.

El presidente de la Junta Parroquial de Poaló, Gonzalo Espín, informó ayer que este ataque se habría producido la madrugada del sábado y domingo y que los habitantes están indignados y preocupados por esta situación, ya que son alrededor e 20 familias, las que están afectadas.

Aseguró que este problema existe hace más de unos siete años y que ya lo han denunciado, pero cada vez se hace más grave y no hay la intervención de las autoridades. Denunció que en la comuna del Tejar y Mollepamba, en el límite con Saquisilí hay un botadero de huesos y vísceras de reses, donde habitan estos perros ferales, son una especie de cuidadores, pero que cada vez se hacen más territoriales y salvajes.

Aseguró que son perros de raza y que no existen un control porque cada vez se multiplican con las perras del lugar y así el problema se agudiza.

Ahora, el temor de los moradores del sector es que en algún momento ataquen a las personas, especialmente a los niños que libremente circulan por este lugar.

Además, está el problema de contaminación que existe con el botadero, que emana olores nauseabundos y hay una gran presencia de moscas.

Espín dijo que ya se solicitó hace unos siete años a las autoridades municipales de Saquisilí, de ese entonces, que tomen cartas en el asunto, pero este lugar sigue funcionando.

“Ahora, frente a este problema, las comunidades se activan y piden a las autoridades que tomen cartas en este asunto”, dijo Espín y por eso ayer mantuvo una reunión con el gobernador Jorge Miño para pedir apoyo y que se pueda capturar a estos perros que mantienen en zozobra a la comunidad.

Al respecto, Marcelo Pinto, director provincial del Ministerio del Ambiente (MAE), fue enfático en señalar que en la Constitución se establecen las competencias de cada sector y que al MAE le corresponde el cuidado de la fauna silvestre y son los gobiernos municipales quienes debe hacerse cargo de la fauna urbana, sin que eso implique que el MAE no les acompañe en los procesos que lleven adelante.

Destacó que el problema de los perros ferales existe en varias ciudades del país y que debe ser atendido a fin de evitar mayores inconvenientes, porque son animales que suben a los ecosistemas naturales y toman similitudes de los animales silvestres y es cuando se generan conflictos con la gente.

En 2018 existió un problema similar en Pastocalle, donde las afectadas fueron las vacas, en ese momento el MAE también pidió la intervención del Municipio de Latacunga, pero los resultados no se conocen.

Pinto dijo que hoy emitirán una rueda de prensa con la Gobernación para dar a conocer mayores detalles y están trabajando para hacer el acompañamiento, en este caso al Municipio, dentro de las acciones que debe cumplir, al ser fauna urbana una competencia municipal. Este medio de comunicación intentó comunicarse con la Jefatura de Ambiente del Municipio de Latacunga o con algún representante de fauna urbana, pero en Comunicación Social informaron que el Jefe de Ambiente todavía no podía dar declaraciones. (VHG)

Preocupación, indignación y hasta desesperación existe en la comunidad de Maca Grande, en Poaló, por lo sucedido este fin de semana. Alrededor de unas 80 ovejas fueron atacadas por perros ferales que habitan en la zona, 32 murieron y el resto quedaron vivas, pero con graves heridas.

El presidente de la Junta Parroquial de Poaló, Gonzalo Espín, informó ayer que este ataque se habría producido la madrugada del sábado y domingo y que los habitantes están indignados y preocupados por esta situación, ya que son alrededor e 20 familias, las que están afectadas.

Aseguró que este problema existe hace más de unos siete años y que ya lo han denunciado, pero cada vez se hace más grave y no hay la intervención de las autoridades. Denunció que en la comuna del Tejar y Mollepamba, en el límite con Saquisilí hay un botadero de huesos y vísceras de reses, donde habitan estos perros ferales, son una especie de cuidadores, pero que cada vez se hacen más territoriales y salvajes.

Aseguró que son perros de raza y que no existen un control porque cada vez se multiplican con las perras del lugar y así el problema se agudiza.

Ahora, el temor de los moradores del sector es que en algún momento ataquen a las personas, especialmente a los niños que libremente circulan por este lugar.

Además, está el problema de contaminación que existe con el botadero, que emana olores nauseabundos y hay una gran presencia de moscas.

Espín dijo que ya se solicitó hace unos siete años a las autoridades municipales de Saquisilí, de ese entonces, que tomen cartas en el asunto, pero este lugar sigue funcionando.

“Ahora, frente a este problema, las comunidades se activan y piden a las autoridades que tomen cartas en este asunto”, dijo Espín y por eso ayer mantuvo una reunión con el gobernador Jorge Miño para pedir apoyo y que se pueda capturar a estos perros que mantienen en zozobra a la comunidad.

Al respecto, Marcelo Pinto, director provincial del Ministerio del Ambiente (MAE), fue enfático en señalar que en la Constitución se establecen las competencias de cada sector y que al MAE le corresponde el cuidado de la fauna silvestre y son los gobiernos municipales quienes debe hacerse cargo de la fauna urbana, sin que eso implique que el MAE no les acompañe en los procesos que lleven adelante.

Destacó que el problema de los perros ferales existe en varias ciudades del país y que debe ser atendido a fin de evitar mayores inconvenientes, porque son animales que suben a los ecosistemas naturales y toman similitudes de los animales silvestres y es cuando se generan conflictos con la gente.

En 2018 existió un problema similar en Pastocalle, donde las afectadas fueron las vacas, en ese momento el MAE también pidió la intervención del Municipio de Latacunga, pero los resultados no se conocen.

Pinto dijo que hoy emitirán una rueda de prensa con la Gobernación para dar a conocer mayores detalles y están trabajando para hacer el acompañamiento, en este caso al Municipio, dentro de las acciones que debe cumplir, al ser fauna urbana una competencia municipal. Este medio de comunicación intentó comunicarse con la Jefatura de Ambiente del Municipio de Latacunga o con algún representante de fauna urbana, pero en Comunicación Social informaron que el Jefe de Ambiente todavía no podía dar declaraciones. (VHG)