Correa y Nebot

Los actores políticos que más influyen en la vida del país y que tienen más peso a nivel electoral son Rafael Correa y Jaime Nebot.

Nebot porque representa al partido que obtuvo más votos en las últimas elecciones seccionales, y Correa porque además de contar con voto duro de un 25%, aún es el que más probabilidades tiene de poner candidato para la segunda vuelta.

Guillermo Lasso ha logrado posicionarse e hizo un gran trabajo de consolidación, pero aún hoy no se puede afirmar que tenga el mismo peso electoral que Nebot o Correa y, peor aún, al ser apoyado e identificado con el actual Ejecutivo, que cuenta con una imagen paupérrima y de la cual no ha logrado desmarcarse. Un error estratégico que conllevará consecuencias, pues tuvo “más que 100 minutos para cogobernar” y estamos como estamos.

Así se indica al principio. Las próximas elecciones, por ahora, serán determinadas por las decisiones y por las actuaciones de Nebot y Correa, quienes incluso tuvieron palabras mutuas de respeto, en el período de la pandemia. Como en política se tuesta hasta al granizo, no hay como descartar ningún cálculo electoral.

La estrategia de Nebot ya está planteada: no aceptó la candidatura a la presidencia, pero tampoco dio su apoyo a Lasso y va a promover una consulta. O sea, va a seguir influyendo directamente en las próximas elecciones pues quien apoye a su consulta, de la cual aún, de manera premeditada, no se publican las preguntas, será su aliado en campaña electoral.

Por último, hace rato que Otto podría ser el famoso candidato ‘independiente’ de Nebot y también hace rato se oyen rumores de que Otto quiere renunciar a la vicepresidencia para poder manejar su propia narrativa y mensaje. Pero en este, aun ofuscado, panorama nos resta todavía entender las intenciones de Rafael Correa, quien ya anuncia su regreso y su posible candidatura a vicepresidente; además cuenta con la mejor campaña correísta de todos los tiempos habidos y por venir: el pésimo gobierno de Lenin Moreno que ha terminado por beneficiarlo.

Las preguntas que quedan son: si Correa podrá ser candidato a la vicepresidencia y sobre todo: ¿de quién?

Si queremos entender -a tiempo- quién será el próximo Presidente, debemos seguir muy de cerca el accionar de estos dos políticos que se jugarán el todo por el todo en la próxima contienda y ganarán aunque sea, tal vez, cada uno por su lado.