¿Por qué se le dice a Ibarra la ‘Ciudad Blanca?

Ibarra. La ciudad se fundó en 1606. En la gráfica, la Capilla Episcopal y el Parque Pedro Moncayo, donde se mira la actual calle Bolívar.
Ibarra. La ciudad se fundó en 1606. En la gráfica, la Capilla Episcopal y el Parque Pedro Moncayo, donde se mira la actual calle Bolívar.

Hay varias versiones sobre el origen de este sobrenombre, que caracteriza a la capital imbabureña.

A partir de su fundación, el 28 de Septiembre de 1606, San Miguel de Ibarra fue conocida como ‘Ciudad Blanca’. Sin embargo, sobre este último apelativo, hay una discusión extendida durante décadas, que lleva a revisar documentos históricos, escuchar anécdotas y a fantasear con leyendas.

Toda esta narratología armada alrededor de un sustantivo y un adjetivo ha servido para que el nombre de Ibarra resuene en el Ecuador.

Por ser ‘ciudad de españoles’

En diálogo con La Hora, en 2019, Fernando Revelo, director de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura, indicó que, de acuerdo con los textos históricos, los ibéricos la denominaron así porque querían una urbe para ellos.

“Los españoles querían una ciudad para blancos. Ya para la época de la fundación, 200 familias de españoles se habían cruzado con los indígenas y querían una ciudad para blancos. El mejor sitio que encontraron fue el valle de Carangue, donde estaban radicados”, mencionó.

Esta versión se sostiene en hechos suscitados en el tiempo. Por ejemplo, el que Ibarra, precisamente, fue constituida en Carangue, sobre unos terrenos donados por Juana Atabalipa, nieta de Atahualpa. Una urbe de paso y descanso para las personas que se movilizaban de Quito a Pasto, según recoge un documento de la Universidad Técnica del Norte.

Después del terremoto

Otra versión versa sobre los hechos suscitados después del sismo de 1868.

Jorge Luis Narváez, gestor cultural imbabureño, manifestó, en su momento, que la reconstrucción de la ciudad la planificó García Moreno. Y para el expresidente era importante diseñar la urbe con manzanas españolas y el mismo espíritu europeo.

“García Moreno lo diagramó desde la Esquina del Coco y dijo: ‘Esta será una ciudad para blancos, blancos mestizos, criollos y españoles’. Así es como se rediseñó la ciudad. Y efectivamente si tú verificas las fotografías, Ibarra es una ciudad de nobles, de gente con sombrero, con levita, con polainas. Entonces, las características de la ciudad eran, básicamente, el de ser una ciudad excluyente”, relata Narváez.

Leyendas urbanas

Otra teoría sobre la ‘Ciudad Blanca’ habla de una peste bubónica que azotó la ciudad. Con la llegada masiva de los roedores, los curas de aquella época comenzaron a pintar las casas con cal, porque creían que el color blanco ahuyentaría a las ratas.

Mientras que otra teoría señala que, a mediados del siglo XX, el Concejo Municipal dispuso que las casas sean pintadas de blanco, tal como Arequipa, en Perú, y Popayán, en Colombia. Esto para que Ecuador también tenga una ‘Ciudad Blanca’ y no se quede atrás.