Dos riesgos de la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas

IMPORTANCIA. El ISD representa ingresos de $1.200 millones anuales.
IMPORTANCIA. El ISD representa ingresos de $1.200 millones anuales.

La pérdida de ingresos fiscales es una de las consecuencias que se debe gestionar al momento de quitar ese tributo.

El ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, ha repetido, en varias ocasiones, que dentro del proyecto de reforma tributaria se incluirá una propuesta para reducir gradualmente el impuesto a la salida de divisas (ISD). Esa medida también se contempla en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que “se restablezca la estabilidad macroeconómica y se fortalezca la posición de las reservas», es decir, a partir de 2022.

“Eliminarlo se convierte en un tema que no es fácil, pero hay que hacerlo, no de una sola, sino bajando poco a poco. Se dará la tranquilidad necesaria a los mercados con esta decisión”, dijo Pozo.

Sin embargo, existen aspectos se deben tomar en cuenta sobre el impacto real de esa medida, tanto en las finanzas públicas como el bolsillo de los ecuatorianos.

¿Cómo se cubre la recaudación perdida?

En promedio, el ISD representa ingresos de $1.200 millones anuales. Según Napoleón Santamaría, analista tributario, la única forma de reemplazar eso es a través de una subida de tres puntos en el impuesto al Valor Agregado (IVA), independientemente de que el desmonte se haga paulatinamente o una sola vez.

“Lo que se estaría haciendo es golpear el bolsillo del ciudadano y por el otro lado darle mayor utilidad al importador, porque los precios que incluyen ISD no bajarán si ya no existe el tributo”, dijo.

En este sentido, Santamaría aboga porque el enfoque, dentro de la reforma estructural del sistema tributario, vaya más bien hacia el establecimiento de IVA e Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) diferenciados.

“No puede ser que gravemos con el mismo 12% a una moto que sirve para trabajar que a un auto de lujo. Tenemos que pensar en reducir al 5% o 6% el IVA para computadoras y otros implementos tecnológicos, pero subir el tributo a otros bienes y servicios suntuarios”, acotó

Salida de depósitos medios

Dos de las principales fuentes de entrada de dinero al país son la deuda y el capital para invertir. En el primer caso, el pago de obligaciones no está gravada con ISD. En el segundo, los dividendos generados por inversiones se pueden ir al extranjero, desde el primer año, sin tener tampoco que cubrir ese tributo.

Por otro lado, en el terreno de las importaciones, más de 400 productos tienen derecho a crédito tributario, es decir, cruzar el pago del ISD con el impuesto a la renta.

Con estos antecedentes, Roberto Rivas, analista tributario, considera que el verdadero papel del ISD es desalentar la salida de divisas sin ninguna razón. En la situación actual eso aplica a los depósitos medios, es decir, de menos de $1 millón, debido a que un gran porcentaje de los más grandes ya está fuera.

En la Ley de Finanzas Públicas (2018) se abrió la puerta para que el ISD puede disminuirse mediante decreto ejecutivo, sin pasar por la Asamblea.En momentos de incertidumbre o crisis, como en octubre 2019 o en los primeros momentos de la pandemia, se ha visto cómo recursos importantes no se quedan. Por ejemplo, en abril hubo una pequeña corrida de $800 a $900 que no tuvo un gran impacto gracias a la solidez del sistema financiero nacional.

De acuerdo con Santamaría, las inversiones no se ven afectadas por el ISD. “El verdadero empresario viene y se queda con sus capitales por largo tiempo, mientras obtenga utilidades”, concluyó. (JS)

Reestructuración del gasto público

Dentro del debate se deben evaluar si son viables o no los impuestos al incremento patrimonial y a la riqueza.

Si no se va por la vía de reemplazar un impuesto por otro, la otra opción que tiene el país, y sobre todo el próximo gobierno, será concretar una verdadera reestructuración del gasto público, que incluya evaluar temas sensibles, como las estructuras burocráticas en los municipios y el rol de las Fuerzas Armadas, que reciben $1.300 millones al año.