Tres claves del camino hacia la economía circular

BENEFICIO. Un buen manejo de desechos puede generar más producción y empleo.
BENEFICIO. Un buen manejo de desechos puede generar más producción y empleo.

Si no avanzamos hacia una producción que minimice la huella medioambiental se perderán mercados y se profundizará la contaminación.

Ecuador está a tiempo de implementar los cambios necesarios para ir hacia una economía circular, que no solo se enfoque en el modelo tradicional de más volumen de producción; sino que también incluya la reutilización, el rediseño y la minimización de la huella medioambiental y el desperdicio.

Inty Grønneberg, presidente y co-fundador de Fundación Circular, explicó que en los próximos 10 años más países irán consolidando sistemas que generen productos sostenibles; y si no nos subimos a esas lógicas podríamos perder la oportunidad de participar, por ejemplo, de la creación de más de 6 millones de fuentes de empleo en Latinoamérica durante los próximos años, según las proyecciones de la Organización Mundial del Trabajo (OIT)

Problemas de manejo de desechos

Menos del 50% de las ciudades cuentan con rellenos sanitarios o una gestión adecuada de desechos. Esa situación nos podría costar un 4% del Producto Interno Bruto (PIB) cada año. Por eso, según Grønneberg, los países que no vayan hacia la circularidad van a terminar acabando sus recursos.

“Ecuador tiene graves problemas de manejo de desechos sólidos en las principales ciudades. Los rellenos están en capacidad máxima y excediendo su vida útil. Gran parte de los ríos están destruidos por las descargas sin tratamiento”, acotó.

Además, se está generando más de 12.000 toneladas de desperdicios que no se utilizan para nada ni contribuyen a nuevos procesos productivos que podrían, según Norma Vera, experta en desarrollo sostenible, potenciar nuestros principales productos de exportación.

Participación en los mercados

Aunque ya estamos perdiendo terreno porque tenemos bajos porcentajes de inversión en innovación y rediseño de productos, debemos trabajar para que en los próximos 10 años aumente nuestra participación de mercado en los principales destinos de importación, mediante la oferta de bienes sostenibles y con baja huella medioambiental, sobre todo en el creciente sector agroalimentario

“Los clientes se seguirán fijando cuánto cuesta y cuál es la calidad, pero cada vez será más importante el impacto medioambiental. Los que no logren entrar en las lógicas de la circularidad van a perder mercados”, puntualizó Grønneberg.

Sector público como motor del cambio

La Fundación Circular recientemente entregó un estudio titulado ‘Insumos para la Elaboración de la Normativa Nacional de Economía Circular’, el cual busca apuntalar el proyecto de Economía Circular Inclusiva en trámite actualmente en la Asamblea.

Una de las principales conclusiones de ese estudio es que el cambio hacia la circularidad no se realizará por autorregulación del sector privado, sino que se necesita un rol protagónico del sector público mediante el establecimiento de planes, normativas, incentivos y sanciones.

Ese rol debe potenciar cosas que ya se están haciendo bien como el hecho de que Ecuador es el país de Latinoamérica que más está publicando sobre temas de economía circular, es decir, se está generando una buena base de conocimiento local, el cual se debe llevar a la práctica en temas tan importantes, por ejemplo, como el desarrollo de indicadores de tasas de reciclaje y reutilización de desechos. (JS)

En el país casi todo termina en botadero, pero podría utilizarse para generar energía e incluso nuevos productos”. Inty Grønneberg, presidente y co-fundador de Fundación Circular.

Más de 20.000 personas se dedican al reciclaje de basura en el país. Hay que potenciar y tecnificar esa actividad