A pesar de todo

Alfonso Espín Mosquera

Cualquier contienda de elecciones, con organizadores electorales viciados y “eternizados” en sus cargos, como ocurre en el Ecuador, acarrea más de un temor y muchas dudas, pues han dado muestras de su favoritismo por el movimiento correísta, el que después de tantos crímenes y atracos escandalosos de sus miembros, debería estar ya extinto por el bien del país.

Esta consulta popular, como cualquier otro evento de este tipo, saca a luz las posibilidades politiqueras de tantos indeseables para tratar de a “río revuelto” seguir bregando en favor de la impunidad. En ese cometido nada les es suficiente y les place que los cortes de energía eléctrica, por ejemplo, sean la noticia de estos días, para tratar de encumbrar la imagen de su líder prófugo como el adalid y mesías de todos los tiempos.

Nada les abre las entendederas, ni las sentencias en contra de Glas, ni la dilapidación de recursos en la llamada refinería de “El Aromo”, ni los latrocinios con motivo de la reconstrucción de Manabí, ni la malversación de los fondos de la seguridad social, a nombre de inversiones, hasta dejarla en soletas, ni los testimonios en el juicio en contra de su excontralor Pólit, que empieza a desmadejar la depredación delincuencial de los funcionarios correístas, quienes habrían recibido alrededor de 55 millones de dólares, en calidad de sobornos, para beneficiarse personalmente, perjudicando al Estado; ni tampoco les importa la vinculación con el narcotráfico, que incluye también al ex presidente Glas, por hoy recluido en la cárcel denominada “la Roca” y a su líder máximo, por ahora prófugo en Bélgica.

Lo más triste es que los ciegos seguidores de este movimiento político RC, se permiten decir con orgullo: “sí es cierto que robaron, pero hubo obra”, como si el deber natural de un mandatario fuese mérito y así se justificaría la criminalidad.

Mientras la Fiscalía General del Estado sigue sacando a luz las fechorías de tanto funcionario delincuente, y los ciudadanos de a pie, día a día se buscan el sustento para vivir con honestidad y dignidad, los  que están prófugos en diferentes países de la misma tendencia política, de la línea del “socialismo del siglo XXI”, buscan la manera de hacer fracasar al régimen para volver a delinquir en cualquier momento y, a la cabezo de ellos el mismo Correa que no tiene más oficio que empeñarse por todos los medios para el fracaso del gobierno actual. Por eso, como un traicionero a la Patria, pide sanciones a los diferentes países, solicita la invasión militar de México al Ecuador, en actos desesperados porque la verdad siga saliendo a luz y más temprano que tarde, lo traigan a la compañía de su ex vicepresidente.

Mientras el estado de corrupción siga invadiendo los sentimientos y afanes de los administradores de justicia, asambleístas y más funcionarios de alto rango, no será fácil avanzar; pero, es necesario buscar un camino que posibilite condiciones más aptas para producir, mantenernos seguros y no perder la esperanza en este país que necesita de todos sus habitantes remando hacia al mismo lado.