Antonio Ricaurte
1.- Pocas veces se ha visto una mujer con la entrega, la valentía y la determinación con la que la Dra. Diana Salazar, ha desempeñado su cargo. No es cosa menor, no es común.
2.- Enfrentar al crimen organizado y combatir la corrupción puede sonar fácil. No lo es, más aún cuando esa guerra que ha librado ha sido en contra de las fuerzas más poderosas y oscuras del país y de la región.
3.- Cuántas noches habrá pasado en vela pensando en que, muchos, querrían atentar en contra de su vida, en contra de su bienestar y el de su familia. Cuántas amenazas habrá recibido, cuántos informes de atentados en su contra habrán llegado a sus manos; sin embargo, en lugar de retroceder, avanzó sin miedo, más decidida, con más determinación. La mayoría de los seres humanos habría flaqueado; yo habría flaqueado lleno de pánico por mí, por mi familia. Ella no.
4.- Me imagino que los políticos y gobernantes de turno, habrán tratado de deshacerse de ella, convenciéndola de abandonar su cargo a cambio de otros importantes puestos burocráticos, embajadas, ministerios o candidaturas. Ella les demostró que, de por medio, estaba su inquebrantable compromiso con el país y su lucha en contra de las bandas delincuenciales.
5.- Serán muchos los interesados, y otros tantos estarán muy preocupados, por la posibilidad de que pueda ser candidata. Luego de haber sido un referente y un símbolo de la anticorrupción y de pasar con paso firme por la Fiscalía General; la política, para ella, no constituye una opción.
6.- Con su gran capacidad, la Dra. Salazar, estará consciente de que la política es un lodazal del que nunca se sale ileso. Entrar a ese juego de vanidades, egos, odios y venganzas solo serviría para que los que están sedientos de venganza la sumerjan en el chiquero político.
7.- El futuro que le espera será digno de una figura que ha trascendido por su lucha valiente. Le lloverán propuestas de organismos y cortes de justicia internacionales, muchos países, universidades y academias querrán contar con su aporte.
8.- El gran costo que ha tenido que pagar, por combatir a los más peligrosos criminales, ha sido vivir con resguardo permanente. El paso de los años le irá dando mayor tranquilidad e independencia.
9.- Nunca acepte un cargo político, nunca acepte ser candidata, nunca descienda al submundo de la política a donde ingresan solo los enfermos de vanidad y ego, en donde conviven el odio y la venganza. A usted le espera un buen futuro.