Retos de la universidad

César Ulloa

La pandemia es un parteaguas para la educación, es decir, hay un antes y un después en cuanto al acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, los métodos de enseñanza y aprendizaje, el tipo de relacionamiento entre quienes integran la comunidad académica, la modalidad de clases (virtual, híbrida y presencial), los horarios de acceso de los estudiantes a las clases, la irrupción de la inteligencia artificial, las modalidades de evaluación y también las modalidades de graduación. La universidad no puede ser la misma de hace cuatro años. Lo dicho exige una reinvención, no solo en lo técnico sino también en la profundización del humanismo, en el énfasis en la ética y en la construcción de ciudadanía.

Los aspectos mencionados replantean de manera drástica el modelo educativo de las universidades, ya que la información está a la velocidad de un clic en cantidad y calidad las 24 horas del día y en formatos cada vez más ágiles y fáciles de consumo para todo público. Esto significa que el papel del docente es de mediador y orientador de contenidos, suscitador de expectativas y promotor de autonomía. En ese sentido, debe crear y escoger materiales adecuados, relacionarse con los estudiantes con creatividad y hacer de la inteligencia artificial un soporte, no una herramienta que lo sustituye, sin embargo, ante la soledad y el individualismo que provocan las redes sociales, el docente no dejará de ser quien sensibilice el espacio de aprendizaje.

Si bien estos retos demandan esfuerzos y recursos de todo tipo, no obstante, también hay problemas estructurales como el acceso, pues cerca de 200 mil bachilleres se quedan por fuera del sistema de educación superior cada año, además de que las oportunidades en el mercado laboral son limitadas para quienes sí pudieron culminar una carrera universitaria. Siete de cada 10 ecuatorianos están desempleados y la mayoría son jóvenes. Por otra parte, tampoco hay claridad respecto de la relación entre la oferta académica y la demanda laboral: ¿cuántos trabajos se generan en relación con las carreras que ofrecen las instituciones de educación superior? Entonces, los retos son pedagógicos y también de empleabilidad.